Aunque él nunca me había elegido a mí para tener una de sus noches locas, ni siquiera un acercamiento con otras intenciones, nada.
Esa era mi única preocupación al tomar esta decisión, pero mi pensamiento siempre fue que no lo hacía por nuestra vieja amistad y mantendré firme aquella idea esperanzado de no estar equivocado, pero no me detendría aún así.

Al dirigirme hacia donde Park había ido, de inmediato lo divisé bailando en una ronda de chicos, aunque mejor dicho estaba meneando exageradamente su trasero sobre la polla de Hoseok.

Apreté con fuerza el vaso que tenía en mis manos y lo llevé a mi boca para dar un largo trago a la bebida para tomar valor.
No ayudaba en mucho, ya que quemó todo el recorrido por mi garganta, y ya me encontraba algo alcoholizado.

Y es que verlo allí parado, bailando, sintiendo que mi cuerpo quiere pegarse por completo al suyo, me volvía loco.

Y ya no quería pensar en nada más.

Caminé con velocidad hacia donde él se encontraba, desechando cualquier recordatorio que mi cerebro me daba acerca de su muy mala fama, de su drástico cambio del día a la noche; todo eso ya no importaba, porque él me tentaba demasiado, en sobremanera, lo deseo de todas las formas posibles, en todos los sentidos y ya no pienso en detenerme.

Mientras llegaba a su lado, también recuerdo a mis amigos anteriormente hablándome sobre esto, diciéndome que debería pasar de el famoso Park Jimin, que no me convenía acércame de esta manera, pero lo ignoro; he estado aquí toda la noche intentando ocultar cuanto duele, pero ellos no lo saben, no pienso irme otra vez con el corazón hecho trizas.

Cuando lo divisó nuevamente, me doy cuenta que estaba a punto de besar a Hoseok, pero para mi suerte llego a tiempo a su lado para separarlo de ese mugroso rápidamente.
Jaloneo su mano pidiéndole bailar juntos.

Y cuando aceptó, comencé mi plan, empezando a provocarlo de a poco, pero el castaño parecía estar más alcoholizado de lo normal y aunque no sea bueno, me aprovecho de eso. Junté más nuestros cuerpos efectuando un baile sensual, pegándonos lo más posible.

Sus bellos ojos me miranban y parecían perderse en los míos en medio de nuestra danza, cada vez más cerca de mi rostro.

Y cuando menos me lo imaginé, Jimin estampó su boca en la mía sorprendiéndome.

Sentir por primera vez sus labios, esos rosa y carnosos labios que toda mi vida había querido besar y que eran mi más grande fantasía, mi sueño casi imposible, ya estaba siendo cumplido, y no solo ese cumpliría con la idea que tenía en mente.

El ambiente de un momento a otro se hizo más caluroso y nuestras bocas buscaban aún más profundidad.
Mis brazos se dirigieron a su cintura, rodeándola para acercarlo y pegar nuestras partes íntimas, mientras que sus manos se encontraban rodeando mi cuello y tirando de los cabellos de mi nuca.

Abrí los ojos en medio del fogoso beso y observé a nuestro alrededor, muchas personas nos estaban mirando sorprendidos; mañana seguro que el chisme no tardaría nada en ser desparramado por toda la escuela.

No me di cuenta en que momento pasó, pero estaba siendo llevado arrastras escaleras arriba. Estaba ido, perdido por la emoción y la excitación de saber que tal vez poseería su cuerpo al fin.

Llegamos arriba y antes de entrar a un cuarto no lo aguanté más y lo empujé contra la pared con algo de fuerza, aprisionándolo entre esta y mi cuerpo, devorando desesperadamente su boca, introducí mi lengua hasta lo mas profundo de su cavidad bucal acariciando la suya, mezclando nuestras salivas.

Mis manos fueron a sus muslos, los apreté fuerte elevándolo, haciendo que el más bajo enrollara sus piernas en mi cintura, creando una exquisita fricción entre nuestros despiertos miembros, que ya comenzaban a doler.

JUST BE MINE ◇ (Kookmin) O.SWhere stories live. Discover now