( ↓ ) Capítulo 9: Elecciones 2016

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—Sí, me quedaré.

Ánica había pensado con la cabeza fría, pues no quería apañárselas sola para regresar a Allan a su hogar.

—¡Genial! ¡muchas gracias Ánica! ¡cuidaremos de ti muy bien aquí, te lo prometo!

Ayato tapó sus oídos de lo agudo que era el timbre de voz de la pequeña rubia al gritar.

—Ya, ya, que molesta.

—Gracias... Señor Ayato —dijo Ánica pausada.

—Ven, ¡vamos a instalarte!

Yui estaba tan emocionada que ignoraba el hecho de que Ánica sufría, muy dentro sufría y sólo estaba alterando las cosas con movimientos tan drásticos.

—Panqueque, lo mejor será que se queden aquí.

Por suerte...Ayato podía entenderlo, con una madre como Cordelia podía entender hasta el más mínimo sentimiento de tristeza.

(EL QUE LOS TOMARA EN CUENTA ERA OTRA COSA)

—¿Eh? ¿por qué? no seas tan aguafiestas Ayato.

—No me llames de esa manera, quiero que se queden aquí por seguridad de Ánica, baña a tu amiga o lo que sea que hagan las chicas de hoy en día para verse decentes.

—Que buena idea, no resultaste un cascarrabias después de todo.

Yui le guiñó un ojo a Ayato, esto hizo que se intimidara.

—Sólo no quiero que salgan de aquí, tengo cosas que arreglar ahora que tú estás aquí Ánica, y para eso necesito que no estés paseando por la mansión, somos 6 varones, me sorprende que no te hayan descubierto.

Allan se estaba paseando por las piernas de Ayato, ronroneando.

—Allan, gatito no hagas eso ven aquí —Ánica replicó.

Después de que Yui y Ayato discutieran unos términos, el mayor se fue de la habitación.

Posteriormente Yui entró en el baño, preparando una tina de agua caliente para Ánica.

El minino estaba en las piernas de la mencionada, ésta solo miraba de un lado a otro la recámara algo sombría.

—Tu novio es algo...extraño, ¿no es así? —Ánica rompió el silencio.

—Eh...si, así es desde luego, Annie.

—Me imagino que te trae problemas.

—Bueno, en realidad siempre he tratado de que esto funcione, es decir, podrá no ser el príncipe que la mayoría espera...pero él...es más de lo que yo podría esperar.

Después de todo lo ocurrido, Yui no tenía las fuerzas para decirle a su nueva amiga todo lo que tuvo que pasar para poder estar finalmente con Ayato, así que sólo se dispuso a arreglar todo para el baño (toallas limpias, productos de higiene personal, etc).

Aquel gato y el SADISTA (Reiji Sakamaki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora