El Misterio Del Fuego |Transformers|

22. Quédate Conmigo

Las garras abrían la tierra bajo sus patas, sus pasos eran apresurados. Nunca había sentido tantas ganas de correr como en esos momentos. Su metálico cuerpo se movía con las ráfagas del viento y la hacía sentirse más ágil. Sus ópticos lupinos captaron el final de su recorrido, sus patas frenaron antes de caer hacia abajo del acantilado que mostraba una vista del lago y como seguía extendiéndose el bosque.

Una vista que no tendría en Cybertron.

El modelo dorado de Bugati Veyron se detuvo a un lado de la figura lupina que miraba el horizonte con atención. No se había detenido a mirarlo, con tantos problemas uno nunca se detiene a ver lo que hay en su alrededor.

Se alzó en sus patas traseras y soltó un fuerte aullido, aun cuando la luna no estaba para recibir tan magnifico regalo. En un momento, los dos adoptaron su modo alterno.

-Es hermoso-ella miró al samurái.-Si, te esforzaste en que me despejara un poco de mis ideas-

-Quiero pensar que lo tuyo no es sarcasmo-

-No, no lo es-Riot sonrió.-¿Sabes algo? Cuando veo estos paisajes, no me arrepiento de haber caído aquí. No es tan malo después de todo-

-Es malo si no le das una oportunidad-

-Vamos-Riot se volvió a transformar y salió corriendo a otro lado. Drift la siguió. También quería hablar con ella pero Riot estaba tan emocionada por andar como si nada.

tenía que tomarla en un momento que ella estuviese seria.

...

Estaban cansados de esperar a Riot, ha pasado un largo tiempo y ya querían comenzar a atacar pero ella no había traído el encargo por lo que comenzaron a dudar de su "lealtad". Fracture estaba que reventaba en rabia y Thunderhoof estaba viéndolo hacer berrinches. Que Megatronus nos los viera sino saltaría de la rabia y los golpería como lo hace habitualmente.

-¡Esa maldita no vuelve y ya me cansé de esperar!-exclamó el decepticon morado dando un golpe a la pared.-¡Todo lo que tenía que hacer era entregarme a Drift, a ese maldito!-

-¿Se lo has confiado a una femme?-el mech de astas comenzó a burlarse.-¡Eres un imbécil! Seguramente se enamoró de su presa-

-Pues yo la mataré...junto a su maldito humano y al cachorro que pertenece a Steeljaw-

-Ese déjamelo a mi-habló Thunderhoof.-Esa es mi forma de acabar con Steeljaw de una vez por todas. Me agradaba su idea de un revolución hasta que llegó esa maldita llamada Princess y joder...-

-Primero le doy su merecido a Riot-Fracture miró a Thunderhoof.-Después nos hacemos cargo de lo demás-

...

Se detuvo cuando el lago estaba más cerca, ya había corrido lo suficiente y sólo quería sentarse a conversa con el samurái, tenía que decirle lo que haría cuando lo conocía y sus razones de porque lo haría. Drift todavía no llegaba por lo que Riot miró el lago, podía ver su faz y sus ópticos rojizos que había comenzado a brillar por la oscuridad en la que se estaba sumiendo aquel paraíso al cual no le veía fin. Se arrodilló en la orilla y metió sus garras en el líquido frío revolviendo el agua, formando pequeñas ondas.

Era hermoso y algún día le gustaría ver que más había abajo, le encantaba la idea de estar en otro universo alterno al que estaba seco. Su pequeña sonrisa se desvaneció cuando las pequeñas ondas se expandieron formando ondas mucho más grandes. Los recuerdos de su niñez comenzaron a llegar como esas ondas, pequeñas y después creciendo.

Drift había llegado pero no se quiso acercar ya que ella parecía tener algo, algo en su interior le decía que lo mejor era esperar a que ella lo mirara.

Riot hundió las garras en la tierra, recordó que ella estaba resbalando para entrar en el lago de aceite y estaba gimoteando, pensó que caería pues Rodimus estaba muy lejos pero entonces...

Entonces...

Abrió los ópticos como platos y se levantó para ver al samurái que estaba lejos de ella. Su mano húmeda por el agua estaba junto a su pecho mientras caminaba hacía Drift. Cuando estuco cerca de él, sus garras encorvadas le dieron una caricia al samurái.

-Fuiste tú-dijo la rojiza.-Fuiste tú quien me salvó antes de entrar al lago de aceite-

-No podía dejarte morir, cuando vi en tus ópticos...sabía que había algo en ti que nunca me dejaría tranquilo-la tomó de las manos.-Siempre supe que nos volveríamos a encontrar, Fire-

-Soñaba contigo...lo recuerdo. Siempre soñé con volver a verte-

-Y me tienes ahora contigo-Drift esbozó una sonrisa.-No pensé que me fueras a olvidar, me ha parecido trágico todo lo que te ha ocurrido y si te quedas conmigo, siempre te protegeré-

-No puedo huir de lo que siento, jamás he podido...y no me escaparé jamás de ti-dijo Riot viéndolo a los ópticos.

Riot estaba jurando promesas que no quería romper pero Colby seguía siendo su priorid, sin embargo, encontrar a su rescatista de cuando era una cría era una promesa que se hizo desde ese día. Como si él fuese una presa, Riot dio un saltó y su pecho chocó con el de él, envolvió sus piernas alrededor mientras sus garras se aferraban a su espalda, arañó la pintura dorada y sus labios se fundieron en un apasionado beso con Drift.

A cambio de ella, Drift la había comenzado  desear desde el momento en que ella piso el depósito, desde el momento en que vio sus ópticos rojizos tan brillantes como los rubíes, fue el momento en que la recordó. Y ahora la tenía para si solo.

La llevó lejos del lago, la recostó en el suelo cuidando de no aplastarla mientras seguía besándola. Era ardiente, demasiado. Sentía sus garras rasgar su espalda, sentía sus piernas moverse de manera inquieta y sentía su glosa recorrer cada parte de la boca de Riot. Anhelo tanto tenerla así, recorrer cada parte de su cuerpo.

Y ella le estaba accediendo.

Riot era de él, siempre lo había sido.

Suponía que a su hermano y a los demás no les importaría que llegara muy tarde, mientras estuviese con Drift, no había porque temerle a nada ni preocuparse.

Pero aún cuando el samurái l estaba haciendo suya, no pido evitarlo...ya no tenía intenciones de entregarlo, era suyo, para siempre.

Dame tu amor y tu odio

Dime mentiras en cincuenta sombras...

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No saben cuanto moría por hacer esto y más escuchando ese tema que les he dejado. 5o shades de Epic Boy.

Gracias por leer!