6: Destruir

2.3K 204 24
                                    

Hermes

Todavía hay personas que osan desafiarme, pero yo los destruiré.

Días antes...

La noche se ve hermosa a través de la gran ventana, mi casino tiene una vista espléndida en cuanto a sus edificaciones, los mejores arquitectos han sido contratados para armar este gran edificio ilegal.

Mi Imperio.

Estoy sentado en la sala del bar, una de las mesas más vips del lugar. Veo el humo de mi cigarro apagarse mientras espero a un cliente. Me ha dejado plantado. Voy a demostrarle que no se juega con el Señor H.

Nadie me pasa por arriba, sin sufrir las consecuencias.

Uno de mis empleados se me acerca y levanto la vista.

―¿Qué ocurre? ―pregunto y se asusta cuando lo miro directo a los ojos. Puedo notar el miedo en su mirada.

―S... Señor H.

―¿Qué pasa? No me hagas perder el tiempo ―exclamo fríamente como es normal en mí.

Toma aire para decir lo que sigue y al fin continúa.

―El Señor E quiere una reunirse con usted.

―¿El Señor E? ―pregunto al escuchar una Letra que no ha sido utilizada hace tiempo, ni tampoco ha habido un Nombramiento para que eso suceda.

―Sí. ¿Lo dejo pasar?

Me levanto de mi asiento y se lo confirmo.

―De acuerdo, hazlo pasar ―ordeno.

El hombre le hace una seña al otro empleado y abren la puerta para que entre, cuando lo veo estoy impresionado de la situación.

Eiden.

Lleva un traje formal, para nada con su estilo, su mirada se ve fría y calculadora, emana oscuridad y resulta ser el Señor E.

―Hermes ―pronuncia directamente, mirándome a los ojos y a diferencia de mi empleado, no muestra una pisca de miedo. Antes lo hacía, pero ahora ya no.

Ha cambiado mucho.

―Así que... ¿Señor E? Creí que tú irías al paraíso, pero me equivoqué.

―Ya me desharé de esa Letra, no te preocupes ―exclama molesto ante mi acotación. Es obvio que él no buscó esa situación. Algo me dice que esta conversación se vuelve interesante.

―¿A qué has venido? ―cuestiono directo, no me gusta andar con rodeos.

―Seré breve, déjame dispararte en el brazo ―pronuncia sin inmutarse.

―Eso suena a una locura, pero, ¿por qué?

―Es obvio que no hubo Nombramiento. ―Sonríe, no obstante, demostrando irritación, refiriéndose a su Letra―. S me puso una trampa, yo quiero encontrarlo, tú también. Intento atraparlo en su propio juego ―explica―. Supuestamente, tengo que probarle mi lealtad, disparándote. ―Levanta una Ruger MK, sin embargo, no me apunta, me la muestra―. Esta es la supuesta arma del Supremo Señor Letra.

―¿Y si te pide asesinarme?

―Fingimos tu muerte ―exclama con confianza.

―Inteligente ―expreso mi opinión, sin ninguna demostración en mi rostro sin emociones.

Perversa Oscuridad: Enfrentadas [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora