Harry Potter » One Shots.

彡 Teddy Lupin

   17 de diciembre del 2008.

   Diario mío:

   Estoy a tan solo 3 meses de empezar el colegio en Hogwarts, nunca imaginé que faltara tan poco tiempo. Mi padrino cree que me estoy emocionando de más ya que quiero ir a comprar todo lo necesario desde ahora, aunque no sepa bien qué es lo que necesitaré. Él dice que debo esperar a que mejor envíen la carta con lo necesario, pero aún así no dejo de estar emocionado y muy ansioso.

   ¿Sabes? Amaría ver la cara de mis padres al saber que por fin voy a ir a Hogwarts. Me encantaría escuchar las palabras alentadoras de mi madre y los grandes consejos de papá para sobrellevar los años, así como sus anécdotas de cuándo era joven, justo cómo las que me cuenta mi padrino con el tío Ron y la tía Hermione.

   Ahora que lo pienso, si alguien pudiera leer mi diario no entendería nada de lo que escribo, así que aquí va la explicación:

   Mis padres murieron y se llamaban Nymphadora Tonks-Lupin y Remus Lupin, pertenecieron a la casa de Helga Hufflepuff y Godric Gryffindor. Pero ahora vivo con mi Padrino y su familia, a quienes considero mi familia de corazón; Harry es el padre que nunca tuve, Ginny me da el amor de madre que siempre necesité después de la muerte de la abuela y, claro que James, Albus y Lily son cómo mis hermanos, simplemente los adoro. También, por supuesto, extraño a mis padres, ellos murieron cuando era un bebé y, no recuerdo nada, pero siempre siento su cariño y amor hacia mí. A parte de que mi abuela -antes de fallecer- y Harry se han encargado de contarme como eran y lo felices que estaban de tenerme.

   Los extraño mucho, anhelaría conocerlos, pero no me imagino la vida sin ésta familia. Puede que no seamos unidos por la sangre, pero siempre se han encargado de hacerme feliz, apoyarme y quererme mucho, cómo sólo las personas que te aman lo hacen, les estoy y estate eternamente agradecido.

   Me acuerdo de cuándo era más pequeño y las raras situaciones que viví en casa de Harry, sobre todo cuándo estaba sólo.

   Cómo el 4 de junio del 2003, Ginny y Harry habían salido a comprar lo que hacía falta para la casa, como niño berrinchudo que era, hice todo lo posible por quedarme... Vaya, si te contara lo que pasó después:

   Era más o menos medio día y yo estaba acostado sobre el sofá, con la cabeza colgando; aquí sí, aquí no, ya lo vi... un sin fin de canales muggles pero nada me llamaba la atención. De la nada, el televisor se apagó. Por supuesto, me levanté para darle un par de golpes, porque según papá Harry, así se arreglaba. Cuando iba a medio camino, una fuerte energía llenó todo mi cuerpo y un escalofrío inundó mi espina dorsal, ¿qué rayos? No sé si había sido el miedo o aquella sensación rara lo que me obligó a quedarme quieto un par de minutos; no sé si pasaron diez minutos o tal vez quince para que sintiera como si alguien se acercara a mí, giré rápidamente la cabeza y nada. En seguida me sentí observado... extraño, se supone que era el único en la casa.
Algo atemorizado, caminé nuevamente hacía el sillón, pero algo o más bien alguien me hizo detener.

   Una luz blanca estaba justo frente de mí, parecía estar sujetándome de la muñeca porque parte de la silueta estaba situada ahí.

   —Teddy...

   La voz era clara y un tanto suave, con rasgos femeninos. Repetía mi nombre como si de lo más glorioso se tratase.
De pronto, sentí como si un par de brazos me rodeasen, pero no, no era esa luz blanca, sino que era otra. Entonces lo comprendí. Eran mamá y papá.
No evité soltar lágrimas, aquí estaban conmigo, Remus y Nymphadora me acompañaban, mis papás.

   No era posible, pero intenté abrazarlos también. El tener los brazos de ambos sobre me hizo sentir una enorme paz interior, tal vez pienses que es algo exagerado para un pequeño niño, pero es la verdad; ni con los abrazos de la abuela Andrómeda me sentía así.
Cerré los ojos cuándo sentí un beso, levanté la cabeza y sonreí al ver un par de mechones rosados, era mamá. Papá Harry, la abuela y toda mi familia me había contado sobre cómo mamá podía cambiar de aspecto, era metamorfomaga, algo que heredé.