Harry Potter » One Shots.

彡 Scorpius Malfoy

   El rostro de Annie Weasley se encontraba aún más colorado que el color de su cabello mientras observaba a sus primos discutir. 

   Lily rodaba los ojos demasiado -para el gusto de Annie-, inclusive parecía que si lo hacía una vez más, le quedarían torcidos.
La menor de los Potter mostró el dedo de en medio a su hermano, no lo soportaba más.

   —¡Vete a la mierda, Albus! —exclamó.

   —Vamos, sé que se aman, Lils —repitió Albus—. Para tu pésima suerte, soy un fanboy, y tendrás que lidiar con eso. ¡Scorly es real! —chilló y extendió los brazos con emoción.

   Lily suspiró cansada, se pegó en la frente con la mano, Albus Severus no se cansaba de repetir esa tontería. Scorpius se removió incómodo en el sofá y mordió el interior de su mejilla, permaneciendo en silencio.
Annie, por otro lado, tenía los puños cerrados, los nudillos habían obtenido un fuerte color blanco gracias a la fuerza con que apretaba, pero fingía que no le importaba.

    —Bueno, voy a a la cocina —habló Lily levantándose, después de permanecer unos minutos en silencio absoluto.

   —Excelente idea —apoyó Albus—, te acompaño, quiero pudín.

   En ese momento, el living quedó ocupado solamente por dos personas.

   Annie contemplaba la chimenea que revolvía los gravillos de las llamas incandescentes; las llamas de precioso y tranquilizante tono anaranjado la relajaban, hasta juntar los párpados para cerrar los ojos.
Scorpius, en cambio, observaba una figura que, para su gusto, era mucho más fascinante y excitante; la larga cabellera de Annie Weasley caía hasta el final de sus costillas. Algunos mechones rebeldes caían bajo su adorable rostro. Él sonreía al verla ahí tan tranquila, serena, calmada, y sobre todo, lejos de Lorcan Scamander.

   Cuando estaban en Hogwarts, Scorpius había intentado un par de veces pasar más tiempo con Annie, sobre todo cuando la veía sola, pero llegaba Scamander, que siempre había insistido en llamarla "novia", "mi rosa", "mi pelirroja" o "mi chica".
Con sólo de pensar en el chico, Malfoy sentía la sangre hervir. Pero tampoco podía ni tenía el mínimo derecho de reclamarle, así como él era mejor amigo de Lily, Annie podía ser la mejor amiga de Lorcan, aunque le pesara.

   Pero no por eso evitaba ponerse demasiado celoso. El problema era que el Lorcan insistía en coquetear tan descaradamente con Annie, pese que Scorpius una que otra vez le haya confesado lo que sentía por aquella pelirroja.
Y no sólo eso, también se sumaba un problema un tanto complicado: Ronald Weasley. Cada vez que tenía oportunidad, Ron trataba de dejarlo mal frente a su hija, y no sólo por el hecho de ser un Malfoy, sino que Ron adoraba a Lorcan, y por ende, lo prefería para yerno.

   —Mmmh, ¿cómo va todo con Lorcan? —preguntó Scorpius, tratando de aparentar desinterés, pero la realidad era otra.

    Annie inclinó el cuerpo hacia adelante y alzó las cejas.

   —¿Cómo?

   —Sí, antes de salir de Hogwarts, escuché que te llamara novia.

   ¡Por Merlín! Decir aquello le estaba costando mucho.

   —¿Lorcan? —Annie se recargó nuevamente en el sofá, riéndose más de lo normal. Sus cabellos rojizos se movían de un lado a otro, a la par que ella negaba con la cabeza.

   Scorpius se mantenía serio.

   Después de unos minutos llenos de las carcajadas de Annie, finalmente cesó y logró hablar: —Mi padre es el que quiere que seamos novios, yo no. —Sonrió tímida—. Y tú, ¿cómo vas con Lily?

   Scorpius arrugo la frente, sorprendiéndose por la pregunta, y rió casi de la misma forma que Annie.

   —¿Tú crees que yo... —Soltó una carcajada—... y Lily salimos?

   Annie asintió con calma, lo que sólo aumentó la carcajada de Malfoy

   —Espera, ¿entonces mi prima y tú no? 

   —¡Por supuesto que no! —exclamó Scorpius entre risas.

   El gesto de Annie se relajó, adoptando ahora una sonrisa llena de emoción. Scorpius no gustaba de Lily, lo que era maravilloso, pero todavía quedaba la posibilidad de que Luna sintiera algo por Hyperon. Su sonrisa se desvaneció casi enseguida.

   Scorpius presenció como la brillante brillante sonrisa de Annie Weasley se esfumaba, y en su lugar llegaba una mueca de preocupación.

   —¿Pasa algo, An? —Scorpius llegó frente a ella y se sentó en su mesita.

   Él había aprendió durante toda su vida a descifrar las emociones, debido a que generalmente convivía con mujeres, ya que su padre trabajaba mucho y su madre invitaba a sus amigas a la Mansión Malfoy.

   —¿Estás bien? —Posó dos dedos en la barbilla de ella—. Creeme, no me gusta Lily, es linda, sí. —El corazón de Annie golpeaba contra su pecho—. Pero no me interesa, y tampoco yo a ella. A Lily le gusta Zabini.

   Annie alzó una ceja y entendió los labios, asomando el inicio de una extensa sonrisa.

   —Annie, tú me gustas, desde hace algunos años. Mira, sé que tal vez, como tu padre, prefieres a Lorcan, pero aún así te pido, ¡no, te suplico!, que tan sólo me dan una oportuni...

   Scorpius se calló inmediatamente cuando sintió los suaves labios de Annie posados sobre los suyos; era un beso calmado y suave, pero al mismo tiempo apasionante.

   Una vez que el beso terminó, Annie sujetó el cuello del chico, como si fuera a besarlo nuevamente. Pero la voz tranquila de Malfoy la obligó a detenerse.

   —Annie —llamó—. ¿Quieres ser mi novia?

   Annie extendió su enorme sonrisa  aunque Scorpius pensó que sería imposible, y asintió rápidamente.

   —Pero sólo mía, cariño.