5. Feliz cumpleaños

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— Puedes dejar esa mirada de asesino serial... La gente se está asustando —White bajo su mirada hacia las manos de Kanda y vio que estaba estrujando un papel, el cual puso rápidamente en el bolsillo de su abrigo —, ¿Qué tienes ahí? —Su curiosidad puedo más.

— Nada.

— ¿Anna? —Preguntó mirando por la ventana.

— No es de tu incumbencia realmente.

— Anna. —Confirmó ella misma su anterior pregunta.

— No idiota, ¿Te molesta o qué?

— Al contrario, soy yo la que le molesta a ella.

— ¿Por qué?

— Tiene la extraña fantasía dentro de su cabeza que nosotros podemos llegar a algo.

— Ja, ¿Tú y yo? —se señaló a sí mismo fingiendo una sonrisa —Por qué estaría con alguien como... No, no. Ni si quiera puedo imaginármelo.

— Exacto, no tengo tan mal gusto.

— Exacto lo tuyo son los Noé. —Habló con malicia pero de todas maneras lo decía porque sabía que nadie lo escucharía allí, era uno de esos lugares donde estaban los dos solos, sin nadie que los interrumpiera.

— Al menos estuve con alguien, tú ni eso, ¿Sera que le resultas desagradable a las mujeres? —La albina le devolvió la sonrisa a Kanda, el espadachín sólo soltó un "Tsk" — ¿No te gusta Anna? —Indagó más en el tema, aunque sabía que eso le podía costar la vida y de hecho la amenazó con la mirada a lo que White levantó las manos restándole importancia al tema —sólo quiero sacar tema de conversación. No es que lo vaya a divulgar, prometo no decir nada.

— No es mi tipo.

— Pero es linda.

— ¿Y? No soy Lavi como para que eso influya demasiado.

— Supongo que tienes razón. ¿Es su personalidad lo que no te gusta?

— Es demasiado corriente.

— Y molesta. —Agregó la albina.

— Ni que me lo digas. —Recordó la misión anterior en la que estuvo emparejada con ella.

— Me gustaría que se quitara esa extraña idea de su cabeza para poder cooperar bien con ella como con Lenalee, no somos muchas mujeres exorcistas sería lindo tener una agradable grupo de cuatro chicas exorcistas, junto con Miranda.

— No puedes agradarle a todo el mundo, idiota.

— Yo sí, no soy como tú. —Sonrió mientras que Kanda chasqueaba su lengua.

Cuando se dio cuenta ya era tarde, hacían varias horas que había estado hablando y peleando con ella, podría decir que era lo mismo con Lenalee, Allen o Lavi pero luego recordó que no, porque cuando ellos "hablaban"... Era eso, ellos hablaban a lo tonto, él no aportaba nada. Y durante tres horas había estado hablando con esta chica, se calló cuando notó que la distancia entre ellos era cada vez más corta.

Sin querer en su mente comenzó a comprar a las dos chicas, White y Anna, sus voces eran distintas, la de Anna era muy femenina y un poco chillona lo que le daba un toque aniñado, en cambio la de White no era ni muy aguda ni muy grave, era agradable y a veces hasta lo tranquilizaba, aunque la mayor parte del tiempo usaba sus palabras para sacarlo de quicio porque ese era su hobby. Eran cosas que sólo su corazón notaba porque su coraza no quería darse cuenta de ello. Los temas de conversación con Anna o con cualquier otro que hablara con él eran muy triviales, con White también pero aunque su semblante estuviera fruncido no le molestaba hablar con ella. De alguna manera la pasaba bien con esa chica.

Las Dos Partes De La Luna ♦ Tyki Mikk - Kanda Yuu ♦Where stories live. Discover now