3 • Él no mataría ni a una mosca

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— ¿Pueden dejar de hacer la danza del apareamiento en frente de todos?

Esta maldita histérica...

— ¿Por qué no sólo te vas?

Lo miré de la peor manera que pude, no puedes dejarme a solas con él. ¿No captas cuando sobras?

— Porque te quiero pegar o al menos torturar.

No bromeaba para los demás era sólo una broma pero su cara estaba seria, él lo decía en serio, sin darme cuenta apreté con más fuerza la mano de Tyki y lo notó.

— No, creo que sea necesario usar la violencia.

El minero me dio la espalda, por su tono se notaba que tenía una sonrisa apenada en su rostro, Kanda lo miró extrañado no mucha gente tenía el valor de enfrentarlo aunque sea de manera amistosa sobre todo cuando hacia menos de 2 minutos había hecho una demostración de su poder, pero... ¡Hasta exorcistas le tenían miedo! La histérica es un persona que tiende a infundir miedo en los demás pero este hombre parecía tener coraje.

— Oye cuatro ojos, muévete. – Lo amenazó.

Histérica, no te metas con mi futuro novio, estuve a punto de abrir la boca cuando Lavi vino al rescate.

— Hey Yuu, no es necesario llegar a est...

— ¡Qué no me llames por mi primer nombre!

— Ay ya cálmate. – Se quejó Allen.

— Chicos... No se peleen. – Entró Lenalee en discusión.

— Eso, ya cállate. Te tuve que pisar la cara porque estabas muy distraído mirándome como saltaba. – Mientras que hablaba con mi mano empujaba a Tyki atrás mío, fuera de la discusión.

— ¡Pensé que te ibas a matar!

— Ay sí, como no. ¿Tú? ¿Preocupado por mí?

— Ya chicos. – Pedía calma Lenalee.

— Ay, Cómo si éste se pudiera preocupar por alguien más que él. – Me apoyó Allen.

— Además odias a los albinos como sí te importara sí me lastimo o no.

— ¡Dejen de pelear! – Lenalee se metió en medio de nosotros mientras gritaba, a todos nos sorprendió y quedamos en silencio, Tyki comenzó a reír y luego siguieron su ejemplo todos los trabajadores.

— Al final no son nada distintos a nosotros. – Me habló Tyki mientras me sonreía, gracias a la luz del sol volví a ver su hermoso lunar y sus ojos por unos segundos... Realmente no pude evitar sonrojarme y sonreír un tanto nerviosa.

— Eso, son muy parecidos a nosotros. – Habló un minero mientras ponía su mano en el hombro de la histérica.

— Oye, no tomes tanta confianza o te mataré. – Lo amenazo con Muguen.

— No amenaces a civiles. –Dejé caer mi guadaña a su lado, esta se clavó en el suelo agrietándolo mientras que el minero se alejaba asustado.

— No se amenacen con sus inocencias activadas. – Se quejó Lenalee. - ¿Quieren que vuelva a gritar?

Kanda levantó sus manos al aire en señal de paz mientras dejaba caer al suelo a Muguen yo seguí su ejemplo pero mi arma no cayó, simplemente se quedo atrapada en el suelo, mientras que en su trayecto de caída iba cortando algunos cabellos azules de Kanda, vi mi vida pasar enfrente de mis ojos, Tyki volvió a reír, tal vez me tendría que comportar mejor al lado de él. Lenalee me observó mientras señalaba mi mano para que viera algo, me dirigí hacia el lugar señalado. Aun no había soltado la mano del hombre.

Las Dos Partes De La Luna ♦ Tyki Mikk - Kanda Yuu ♦Where stories live. Discover now