05. No te acerques más a él.

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— Aléjate de él.

Kanda había roto el silencio de la noche, obviamente no utilizó el mejor de los tonos para dirigirse hacia mí.

— ¿Disculpa? —Él se encontraba agachado, apoyado en la pared debajo de una ventaba que daba a uno de los cuartos de los mineros.

— Deberías alejarte de ese tipo, hay algo de él que no me agrada.

— De enserio, ¿Y hay alguien que te agrade? —Incliné mi cabeza para poder verlo.

— No estoy hablando de eso, idiota.

— Yo también te quiero.

En ese momento espere su contestación pero sólo se quedo en silencio.

— Hey, no te quedes tan callado, me incomodas... Más de lo normal.

Él sólo seguía en silencio, con mi pie comencé a mover su pierna como si se tratara de un cuerpo muerto, con una gran cara de fastidio tomó mi tobillo y lo levantó en el aire como si fuera una pluma haciéndome caer al suelo, sentí como la piel de mis codos se desgarraba al igual que la ropa en ese lugar, un gran ardor inundó esa zona.

— ¿Qué haces? ¡Idiota! Eso no era necesario.

Estaba realmente molesta y él sólo volteo su rostro mientras bufaba. En un intento por proteger mi cuerpo había caído sobre mis codos, rompiendo así parte de mi ropa además de que las heridas abiertas permitían que la sangre se mezclara con la suciedad de la tierra del suelo, todavía podía sentir el ardor de la caída. Kanda se levantó de su lugar y comenzó a caminar a la oscuridad, en silencio como siempre, solo en silencio. Él era realmente egocéntrico y egoísta pero creo que su ego se lo había ganado por su fuerza y su egoísmo por lo mismo, ya que él podía hacerlo todo sin ayuda de nadie. Supongo que no le agrado... Para nada.

— Está bien que no le agrade pero no debería ser tan obvio, ni mucho menos tratarla así.

— Lo sé, a veces es frustrante —le respondí aquella voz que había salido de la nada, levanté la mirada y me encontré con aquellos enormes lentes —. ¡Tyki! —Inmediatamente tape mi boca por haber gritado en medio de la noche.

— No te preocupes, mis compañeros son de sueño pesado no los despertaras por algo así. Espera un momento.

Él había hablado desde la venta, entró su cabeza adentro de la habitación de nuevo y luego salió por la puerta acompañado de una pequeña caja de madera. Caminó hacia mí y me extendió su mano para ayudarme a levantarme.

— ¿Te duele? —Me preguntó amablemente mientras nos dirigíamos al comedor de la mina, con suma amabilidad me hizo sentar en una de las sillas.

— No, ya no. No te preocupes.

Tyki en silencio abrió la caja de madera, sacó alcohol y unas gasas para limpiar la herida. Él era bastante atento.

Me preguntó si tanto le molesto a Kanda, sólo suelo hacer chistes porque quiero estar más cerca de él, al igual que con el resto del grupo, aunque él me vio de mala manera desde el primer momento en que entré a la Orden Oscura. Tal vez sólo me odia y ya, es una cuestión de química entre las personas.

Las Dos Partes De La Luna ♦ Tyki Mikk - Kanda Yuu ♦Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon