Órganos vestigiales (2/2)

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11. Apéndice

Es una prolongación del ciego del intestino grueso. Como he comentado antes seria muy útil en nuestros antepasados herbívoros pues proporcionaría la capacidad de digerir con mayor eficacia la celulosa de la dieta. Actualmente se sabe que tiene una mínima función inmunitaria completamente prescindible. Algunos médicos consideran que el apéndice no tiene ninguna función en el cuerpo humano.

12. Vello corporal

Las cejas, evitan que el sudor caiga a los ojos, y el vello facial masculino podría jugar algún papel en la selección sexual, pero aparentemente, la mayor parte del pelo restante en el cuerpo humano no tiene ninguna función.

13. Músculo plantar

A menudo confundido con un nervio por los estudiantes novatos de medicina, este músculo fue util para otros primates, que lo usaban para agarrar objetos con los pies. Ya ha desaparecido en el 9% de la población humana. Ubicado en la planta del pie es el responsable de las famosas “rampas” o contracciones dolorosas involuntarias de esta zona. También sería muy útil si aun tuviésemos la planta del pie articulada, ya que nos permitiría cerrarla como una mano para poder, por ejemplo, trepar más eficazmente.

14. Decimotercera costilla

Aunque la mayoría de los humanos poseemos 12 pares de costillas, unos pocos (1 adulto de cada 10 aproximadamente) poseen 13 pares de costillas. Algo tan inusual en los humanos es sin embargo muy usual en especies muy emparentadas con nosotros como los gorilas.

15. Útero masculino

Los restos de un órgano sexual femenino no desarrollado cuelgan del órgano de la próstata masculina.

16. Dedos del pie (menos el dedo gordo)

Si bien el dedo gordo del pie nos permite mantener el equilibrio con eficacia, los demás dedos apenas intervienen en esta tarea por lo que son prescindibles. De hecho, nuestros pies serian más eficaces si tuvieran forma de “manopla” en lugar de “guante”. La única explicación razonable a la existencia de los dedos en el pie es el quiridio (todos los vertebrados terrestres compartimos una misma estructura interna en las extremidades).

17. Vaso deferente femenino

Lo que podría haberse convertido en conductos seminales en los machos, se convierten en paraovarios en las hembras, un grupo de tubos que acaban en vía muerta próximos a los ovario

18. Prepucio.

La piel que recubre el glande se denomina prepucio y también se incluye en los órganos vestigiales. Antaño era necesaria por 2 razones: permitía tener relativamente húmeda esta zona del pene y facilitaba mucho la penetración que podría ser rápida y sin demasiados preámbulos y por otra parte protegía al pene de las hierbas altas de las praderas en las que el ser humano habitaba sin ropa. Actualmente, y con un poco de suerte, no lo necesitamos en ninguno de los 2 casos.

19. El repliegue semilunar

Es un engrosamiento de la conjuntiva en el ángulo interno del ojo y oculto en gran parte por los párpados. El interior del repliegue puede poseer una lámina cartilaginosa y fibras musculares. Vestigios de la membrana nictitante o también llamado tercer párpado presente en animales inferiores. Al cerrarlo, durante la inmersión, actúa cómo membrana protectora de la córnea en los anfibios.

20. Coxis (o coccis)

Este es un hueso en la punta inferior de la columna vertebral. Aunque actualmente ayuda a la hora de amortiguar caídas, sentarse, mantener el equilibrio y es sitio de inserción de algunos músculos, no desempeña un papel importante y es muy susceptible a lesionarse por caídas. Es un vestigio de la cola que los embriones humanos poseen hasta comienzos de la 8ª semana. Con el logro, por parte de nuestros antepasados, de la bipedestación y la vida en tierra firme, en lugar de los árboles, la cola fue cada vez más innecesaria y ha ido desapareciendo con el tiempo. Ya no necesitamos el equilibrio extra que nos aportaba para desplazarnos de árbol en árbol. Aún así, se conocen de casos de niños que nacen con una cola rudimentaria, pero suele quitarse por cirugía al poco tiempo.

21. Senos paranasales

Los senos nasales de nuestros primeros ancestros podrían haber estado ligados a los receptores de olor, que les aportaban un elevado sentido del olfato que les ayudaba a sobrevivir. Nadie sabe por qué retenemos estas cavidades asociadas a la mucosidad, salvo quizás para aligerar el peso de la cabeza y calentar y humedecer el aire que respiramos.

22. Músculo peroneo anterior.

Este músculo va desde el peroné al dedo meñique del pie. Participa en la rotación exterior del pie y mucha gente carece de él. Su importancia es tal que sólo se dan cuenta de que no lo tienen tras un examen medico por otras razones

23. Huesos Wormianos

Se llaman también suturales, haciendo referencia a que son osificaciones o formaciones de huesos en lugares llamados "suturas" del cráneo, uniones fibrosas que unen las placas del mismo (al nacer los huesos o placas del cráneo no están juntos). Especialmente, los huesos wormianos se forman en la sutura lambdoidea; estos huesos o formaciones son relativamente frecuentes, y no denotan enfermedades o problemas salvo ciertos casos específicos

24. ADN sobrante.

Poseemos unas 3000 millones de pares de bases en nuestro ADN. Más del 80% no presenta ninguna función clara. Este ADN afuncional (anteriormente denominado ADN basura) esta constituido por genes silenciados sin posibilidad de producir proteínas, fragmentos génicos repetidos decenas, cientos o miles de veces de regiones no codificantes, genomas víricos o fragmentos de los mismos y elementos génicos transponibles. En las bacterias en cambio no sucede este hecho. Si bien es cierto que se ha descubierto la utilidad de una pequeña parte de este “ADN afuncional”, el resto sigue sin tener utilidad.

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