Su madre al darse cuenta de que las bromas de Kira no van a parar y que se viene una responsabilidad peor, luego de la secundaria, decide mandarla a la misma universidad que su hermanos ella no esta de acuerdo, pero se ve obligada a ir, ella no se i...
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Han pasado 84 años desde que volví a hablar con Sean. Bien, en realidad pasaron dos semanas.
Flashback
Estaba sentada en una de las reposeras del jardín, admirando el bonito cielo que había, Sean y yo no nos hablamos hace siete días aproximadamente, deje de contar los días luego del tercer día, no estaba borracha, no por lo menos cuando dije eso ese día en las carreras, veo que Sean se está aproximando, automáticamente me levanto para irme pero en me detiene con su mano en mi hombro.
—Siéntate— me ordenó, como habitualmente lo hace, muy autoritario.
— ¿No era que no me ibas a hablar?— dije con sarcasmo.
—Cállate muletitas, y me escuchas, cuando termine podrás hablar— si mi nuevo apodo era muletitas, me ha fascinado, noten mi sarcasmo.
—Bien, no tengo mucho tiempo, me tengo que ir en un rato— dije era verdad, tenía que ir a ver a Travis, últimamente, ha estado muy pegado a mí y a Taissa, mas a la última nombrada.
—Bien, sin muletas no te podrás ir— yo estaba buscando lógica a eso si mis muletas estaban a lado mío, en un abrir y cerrar de ojos tomo mis muletas y las tiro a la piscina.
—Eres un imbécil— grite muy enojada.
—Lo sé. Bien, Kira yo lo siento mucho, haberte dejado cuando mamá y papá, se estaban divorciando, yo no podía más...— buscaba las palabra exactas para decírmelas.
>>era tanta farsa que ni yo podía resistir, a las pocas semanas que estaban haciendo los trámites de divorcio me entere porque era, ellos querían poder, poder entre nosotros, y una vez obtenida nuestra tenencia, se darían cuenta de quién era más poderoso, me pareció algo muy macabro, muy perturbador, por eso enfrente a papá y le dije que lo que estaba haciendo estaba mal, él me dijo que si no me iba, no podía volver a ver ni a ti ni a Taissa, como yo era mayor de edad y mi tenencia no valía, era nulo si me iba o no, yo... lo siento mucho Kira, que hayan pasado por todo eso y nunca estuve ahí para cuidarlas, me siento un idiota por haberme ido así y sin avisar.
—Y deberías sentirte mal, porque eres un idiota, pero los idiotas se equivocan, y este idiota resulta ser mi hermano— dije tirándome sobre el cómo podía. Le agarre del cabello y lo estire muy fuerte.
—Ahora ve y consígueme unas muletas o considérate un hombre muerto— le dije para luego soltarlo.
Fin de Flashback
En este preciso momento me encuentro en el hospital, esperando a que me quiten el bendito yeso
—Kira Adams— levante mi mano, y una enfermera me trajo la silla de ruedas y me traslado hasta el consultorio
—Hola Kira ¿cómo estás?— dijo el simpático doctor
—Pues ya sabe, bien, con un yeso en la pierna, y muy emocionada que lo deba cortar con eso- dije con cierto sarcasmo, y apuntando a la cosa esa súper filosa.
—Tranquila no dolerá— apenas la acerco cerré mis ojos y empecé a gritar.
—Kira ni empecé— abrí un ojo y confirme lo que me dijo, reí nerviosa.
Una vez termino Salí de la habitación y vi mi pierna hubiera traído un Jeans para cambiarme luego.
— ¡Oh por dios! chicos, miren, el amazonas— dijo el idiota de Ryan, se ganó un golpe de mi hermosa sister.
—Vámonos— fue lo único que dije.
(...)
No encontrábamos en la salas de juego, solo Ryan, Derek y yo. Estábamos jugando al FIFA, y Ryan se levanta a buscar para comer.
Me gano Derek y yo estaba enojada porque había hecho trampa, me arrebataba el control a cada rato y me distraía.
¿Por qué se acerca tanto? ¡Madre mía Willy! ¡Ayuda!
—Estas muy linda, pero si no hago esto me arrepentiré después— susurro a mi oído, tomo mi cintura y me beso, al principio forcejee y luego me deje llevar, luego de unos minutos reaccione, lo empuje, me levante, el venia atrás mío, y salí de casa.
— ¡Kira no te vayas!- es lo único que logre escuchar, antes de correr lo más lejos posible de allí.
Dios mío, era a Derek el que estabas besando, en qué diablos estabas pensando, entre a una cafetería y pedí un café doble, me senté y me puse a beber ni cuenta me di de quien me atendía, cuando voy a pagar, me encuentro a una vieja amiga, Angie.
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