Su madre al darse cuenta de que las bromas de Kira no van a parar y que se viene una responsabilidad peor, luego de la secundaria, decide mandarla a la misma universidad que su hermanos ella no esta de acuerdo, pero se ve obligada a ir, ella no se i...
— ¿Porque no?— respondió, su reparación estaba acelerada, lo podía sentir debido al corto espacio que había entre nosotros.
—Mi hermano nos matara.
—Un poco de diversión no hace mal a nadie. — respondió
—Derek— ahí lo bese
Me desperté de golpe, que extraño sueño. Era medianoche, nadie se encontraba en la casa, era momento de que me vaya, me puse mis Jeans mom tiro alto negros, una remera holgada estilo crop top blanca, me puse mi chaqueta negra y mis preciadas Fila blancas, me recogí el cabello en una cola de caballo bastante desordenada, tome mi mochila y puse todo lo que necesitaba. Taissa me esperaba abajo, agarre las llaves del auto de Ryan, era el único auto que estaba en la casa, se fueron todos juntos, no tengo idea a donde, porque no me dijeron.
—Vámonos— dije y Taissa subió al auto. Sin decir nada.
Unos treinta minutos y estábamos en la ubicación que me había mandado, estaba por abrir la puerta del auto, cuando Taissa toca mi otra mano haciendo que me detenga.
— ¿Estas segura?— preguntó, la abrace y le dije al oído
—Nunca estuve tan segura en toda mi vida— sinceramente tenía un poco de miedo. No lo demostraría. Entramos al lugar, bastante viejo, la cara de Damon aparece en mi campo de visión, y como era de esperarse, encargándose de las apuestas.
—Pero miren quien regreso— habla una voz detrás de mí, esa voz, esa maldita voz.
—Vaya, vaya, si es el resentido de Nate Swag, coronado como el perdedor, ¿vienes a intentar perder de nuevo?— digo riéndome
—Si puedes superar al dios— dijo con los brazos extendidos, y su inigualable sonrisa.
— ¿Te convertiste en el dios?— preguntó sin creerlo, Damon ríe.
—No, yo ya no corro, represento— decide cruzar sus brazos en su pecho.
—Es evidente, Nate, no sirves para correr. Estoy ansiosa por patearle el culo a tu corredor— sonrió desafiante
—Ya veremos, no porque sí, lo llaman El Dios— dijo con aire de superioridad
—Y a mí, no por nada me llaman La Diosa— nos miramos fijamente, no me rendiría me estaba desafiando.
—Adiós Taissa, espero volver a encontrarnos— dijo haciendo énfasis en la última palabra, le guiño el ojo y se fue.
—No me interesa la vida sexual que hayas tenido con el— dijo Taissa
—Mi peor error— admití
—Fue una de las cosas más estúpidas que hiciste— coincido conmigo Damon, y no lo niego.
— ¡Hey! mi auto— pedí a Damon, me tiro las llaves.
—Cuida de Taissa— chocamos puños y voy hacia el deportivo blanco que se encontraba estacionado en la parte de atrás del almacén.
Momento de la presentación, jodida mierda, me coloco junto a los autos, Damon eligió un buen auto y polarizado.
— ¡Vaya, vaya, vaya! ¡Gran carrera vamos a tener esta noche! ¡Bien en primer lugar LADY PERFEC, META, AFRODITA, EL DIOS, Esperen, y creíamos que no la volveríamos a ver LA DIOSA!— yo tan solo me reí, baje la ventana, y con mi mirada desafié a Nate.
NARRA DEREK
En mi cabeza solo se reproducía solo una cosa al fin podría conocer a La Diosa, se colocó una chica morena, frente a nosotros, muy bonita, tal vez me cueste con ella luego de ganar esta carrera, alzo las banderas rojas y luego las bajo, avance tranquilo, factor sorpresa, puse tercera, y acelere, estaba en la meta, estaba por ganar, hasta que un deportivo blanco se me adelanta y gana. Salí del auto enojado, quería saber quién fue el que me había ganado, escuche los gritos aclamando La Diosa maldición. Cuando ella bajo, pareciera que el mundo dio vuelta, era hermosa, con sus Jeans negros, su chaqueta de cuero negra y su cabello recogido, era hermosa de atrás, quiero ver su rostro.
—¡Quiero conocer al niño al que llaman El Dios— gritó ella, así que no era el único que la quería conocer, me acerque a ella, toque su hombro, ella se dio vuelta. ¿Qué hacia ella aquí?
— ¿Qué demonios haces aquí?— pregunte furioso
—Es un placer conocer al mismísimo Dios, mucho gusto soy La Diosa—dijo extendiendo la mano para estrecharla con la mía
—Kira, no es un juego. — corro su mano
—Yo les dije a ustedes que hay cosas de mi que no conocen, pero jamás pensé que ustedes también ocultaban cosas— dijo, justo en ese momento aparece Nate mi representante
—Veo que ya conociste a La Diosa— dijo Nate
—Nate, te cuento algo gracioso, da la casualidad de que vivo con él en la misma casa— dijo ella riéndose irónicamente
—Se ve que sigues en modo Perra— insulta
—Cariño liberemos tensión, hagamos una mini terapia, escribe en un papel todo lo que te molesta de mi— le sonríe — Y métetelo por el culo— ahí está el singular sarcasmo de Kira, y como no, incluida con su carcajada de victoria.
—Vámonos— exigí
—Léeme los labios, cariño— ella musita un NO. En eso aparece Taissa, estoy a punto de perder la cordura. Los chicos llegan, Sean ve a Kira y a Taissa con la boca abierta.
—Pensé que no corrías más ¡Me lo prometiste!— grito Sean
— ¡Debes saber que las promesas se rompen! ¡Ya la había roto, cuando tu huiste del divorcio de nuestros padres, puto cagón! —Gritó, bien, esto se tornó personal.
— ¿Tu eres La Diosa?— pregunto Ryan incrédulo.
—Sí, Ry— respondió fijando su vista en el— Ahora, si me disculpan voy a cobrar mi dinero— ella se va en dirección al almacén
— ¡No dirijas la palabra nunca más, rompiste tu promesa!— grito Sean. Ella se gira y lo mira incrédula
— ¡Tú también la rompiste cuando prometiste que nunca te irías, que nunca nos dejarías sola, pero creo que viene de familia, no cumplir nunca con lo que prometen!— grita a Kira y Taissa se puede notar sus ojos humedecerse, la menor de los Adams alcanza a Kira y siguen su camino juntas, Sean es una de las personas más orgullosas que puedan existir en es este mundo, jamás iba a derramar un lagrima frente a ti, pero trasmitía dolor y con eso era más que suficiente.
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