☯ JUMP ☯ (Larry Stylinson)

Capítulo 17 "Diferencia entre novio y amigo "

El señor Styles mantuvo la cabeza alta, a pesar de estar decepcionado, tenía la misma expresión hace varias semanas atrás, cuando encontró a su hijo, a su orgullo, revolcándose con su mejor amigo, el hijo de los Grimshaw.

Se quedó en silencio para no arruinar la escena.

"Tomlinson" recordaba su apellido y no olvidaría su cara "El favorito de Santana", "El éxito de este año" "El nuevo Ronaldo" "Tuvo perfectas calificaciones" recordó las palabras en la reunión la semana pasada el día de las audiciones.

Y ahora... ese mismo chico, estaba ahí provocando a su hijo, invitándolo a... ¡diablos no quería ni imaginarse a que!

También volvió al día en el que le pidió a Harry, "deberías ser su amigo" ¿No sabía la diferencia entre ambos o qué? Su hijo se había pasado de la raya... no solo era su amigo ¡Estaba coqueteando con el mejor de la generación amateur!

Para el señor Styles ya era imposible dar marcha atrás, de modo que habló con el módulo de secretarias, quienes hicieron lo suyo, llamando a Harry, sacándolo de la clase de Historia.

-Hola Harry – lo saludo, con intenciones de abrazarlo.

-Hola papá – aceptó el abrazo, sin muchas ganas de platicar.

-Vine a verte porque tu madre y yo saldremos con tu hermana a ver a tus abuelos –

Harry lo miró furioso en esa oficina de visitas, con dos o tres personas más.

-¿Y yo no? – lo acusó Harry.

-Tenemos que irnos hoy o no llegaremos, volveremos el lunes, no quiero hacer las cosas difíciles Harry... sabes que nosotros queremos que vayas –

-Por supuesto que ustedes no quieren que vaya papá – murmuró Harry por la vergüenza de que alguien los estuviera escuchando - ¿Por qué? de verdad papá, no voy a lastimar a nadie, ni a Gemma, ni a Mamá, ni a ti por ser como soy – esto último lo dijo con hilo de voz.

-¡Lo sé! ¡Lo sé! – respondió.

-Entonces – recuperó su volumen de voz normal – No me quieran sacar de la familia porque al menos por lo que yo sé... aún no se puede cambiar la sangre, ni los apellidos – con intenciones de ponerse de pie y abandonar a su padre.

-No te vayas – miró severamente a su hijo.

-Supongo que es más fácil cuando te vas tu ¿no? – miró a su padre en posición recta y poniéndose de pie de todos modos.

-¡Hijo! – le dijo – Voy a dejar el permiso firmado y las tarjetas están de nuevo con saldo, por si quieres salir, esto no lo sabe tu madre – Las tarjetas que había cancelado su papá semanas atrás, otra vez funcionaban. Era una buena noticia. Pero ser consciente de su rechazo no significaba que se sintiera feliz. En cualquier caso no importaba, ellos se iban y él se quedaba. Punto y final.

-Gracias – irónicamente murmuró.

Al volver al salón, unos ojos azules le miraron, rechazó la mirada por supuesto, los ojos rojos y la tristeza cargada en sus pupilas, el castaño las hubiera notado enseguida. Y así fue. En silencio volvió a su asiento, miró a Niall preguntándole ¿Qué estaban haciendo? El rubio respondió que "estamos apuntando la tarea" mientras que el rubio se preocupaba por su amigo. No era bueno verlo de esa manera. Algo estaba mal.

-Van a exponer – hubo un murmuró en clase - ¡no señor jonas no es en equipo! ¡Horan por favor guarden silencio! – Harry sonrió pero no del todo.

Harry tenía una duda, ¿se había dado cuenta Louis o alguien más del salón, que lo estaba mirando mucho? y ¿que para verlo tenía que dar una vuelta sobre su eje y pasar por tres compañeros? Además que Harry tomaba asiento atrás y el mayor adelante.

Quizás era su imaginación...

Escribió en su libreta las indicaciones y ¡oh aquí de nuevo! Contó Harry encontrándose con la mirada, de manera instantánea.

-Será individual, así que hagan lo mejor que puedan, van a explicarme cómo nació el fútbol en la época prehispánica - sus delgados dedos seguía anotando... ¡Otra vez! Definitivamente Harry no estaba imaginando nada, lo miraba... y ¡qué manera de mirarlo!

Cuando se terminó la clase, la última del jueves, Louis salió con sus inseparables amigos Joe y Liam. Incluso, pensó que quería verlo y hablar con él. Pero se equivocó cuando lo vio salir por esa puerta. El profesor y el resto de sus compañeros salieron después.

-Vamos Harry, tenemos que entrenar – le apuro Niall.

-Ve tu primero, no he terminado lo del pizarrón – le dijo.

-Bien, no llegues tarde – lo miro sonreír antes de irse.

Un minuto más tarde, miro hacia el frente, el lápiz seguía en movimiento en contacto de su mano y fue entonces donde escuchó un portazo en la puerta, y luego cómo esa misma puerta, se cerró.

Lo hizo sobresaltar dirigiendo la mirada hacia la entrada.

Era Louis. Estaba recargado con la espalda sobre la puerta cerrada. Su pelo castaño y corto, su recia mandíbula y lo sensual de sus labios. Harry se quedó tan aturdido ante su imagen como si hubiera recibido un golpe en la cabeza. Louis era la viva imagen masculina, desde sus ojos azules, sus pestañas, hasta la línea recta de su abdomen.

A Harry se le secó la garganta y sintió que le faltaba el aire. Rápidamente apartó esos pensamientos de la cabeza, pero no lo bastante rápido para impedir que su rebelde mirada bajase.

Avergonzado, levantó bruscamente la mirada.

-¿Quién te hizo llorar? – le preguntó Louis directamente, desde la puerta y con furia en sus palabras.