Se acomodó en su lugar apoyando el codo sobre el césped y estirando sus largas piernas para luego mirarme.

Santa mierda, acostado de esa forma con su torso tonificado y su abdomen al descubierto ¿cómo quiere que me concentre?

- No quieres saberlo -contestó.

- Por algo estoy preguntando -respondí frunciendo el ceño.

- Realmente no es de mucha importancia -dijo, mientras que sus dedos jugueteaban con las pequeñas ramas que sobresalían del suelo.

- Entonces, si no es de importancia ¿por qué no me lo dices? -insistí.

- Eres muy terca ¿lo sabías? -dijo, arqueando las cejas.

- Sí -respondí con orgullo.

Soltó una risita embriagante.

- ¿Por qué quieres saberlo? -preguntó con una sonrisa.

Intenta evadir el tema y estoy comenzando a irritarme. No creo que mi paciencia este preparada para soportar este tipo de espera.

- Curiosidad -contesté firme.

Me miró por unos segundos mientras se sentaba. Cuando se acomodó frente a mí, suspiró y comenzó a hablar.

- Hace unos meses mi amigo y yo fuimos a beber unos tragos al bar que esta al medio de la ciudad. Estábamos tranquilos en nuestra mesa cuando él y su séquito de idiotas comenzaron a fastidiarnos. Decían cosas estúpidas, ya sabes, cosas sin sentido. Uno de ellos iba a la misma clase que yo y por ende se enteró lo que le había sucedido a mis padres... -hizo una pausa pasando sus manos por su cabello castaño haciendo que se alborotara más de lo que ya estaba-. Comenzó a burlarse de mí por ello. Que era huérfano sin escrúpulos. Que fue mi culpa que ellos estuvieran muertos. Ahí fue cuando empecé a enfurecerme como un loco. Calum fue uno de los que se burló de esa forma tan ruin, él al igual que los demás se reían sin parar. Esa fue la gota que derramó el vaso. Me abalance sobre ellos. Mi grupo de amigos llegó en el momento perfecto y comenzamos a golpearlos. Mi ira fue tan grande que dejé a uno de ellos inconsciente. Calum seguía burlándose como idiota. Iba a darle una paliza cuando llegaron otros tipos deteniéndonos y nos obligaron a salir. Desde entonces no los volví a ver a excepción de Calum.

Estuve atenta a su relato. Creo que puse más atención en sus palabras que en mi profesor de historia un lunes por la mañana.

Ahora que lo pienso, si Luke me hubiera platicado eso antes de haber descubierto lo imbécil que es Calum, no se lo hubiera creído. Pero sabiendo de lo que fue capaz de hacerme no dudo que se haya burlado de esa manera tan cruel.

Un silencio apareció después de que terminó. No sabía si apoyarlo o estar en contra. Lo que sé es la violencia no se soluciona con violencia.

Ja, ni cara tienes de decir eso Sam. La conciencia te recuerda que golpeaste a Daniela como loca. Eso esta dentro de lo que violencia se refiere ¿no?

- No sé que decirte -dije, desviando la mirada.

- No tienes que hacerlo -se puso de pie, sacudiendo sus rodillas-. ¿Cómo le harás para tener tu bolso de vuelta?

- No tengo ni idea -dije, mientras me levantaba.

- Si quieres mañana te llevo para que lo recuperes -sugirió.

- Lo último que quiero es verle la cara -respondí con amargura. Ir de nuevo a su departamento es muy mala idea, me atacará con excusas y disculpas. Pondrá cara de cachorrito tierno y no quiero ver ese tipo de gestos de su parte.

- Entonces, iré yo -propuso decidido.

Es extraño que Luke se comporte tan servicial. Tal vez sea un error aceptar su propuesta pero necesito mi celular.

- Está bien, pero trata de no crear otro problema.

- Trataré -dijo, su voz no me convencía.

- Luke, hablo en serio, prométeme que no lo agarrarás a golpes -le advertí mientras caminábamos hacia la casa.

Nos detuvimos antes de entrar. Me giré esperando su respuesta. Me miró dudando por unos segundos.

- Si no me provoca ten por seguro que no haré nada -dijo encogiéndose de hombros-. Pero lo que te prometo es que tendrás tu bolso sano y salvo.

El alivio se hizo presente en mi cuerpo al escuchar sus ultimas palabras. Tendré mi celular de vuelta. Bien, me calmo. Festejare cuando lo tenga en mis manos.

Lo siguiente que hice no lo tenía previsto. Sólo mi cuerpo respondió de manera involuntaria impidiéndome pensar antes de hacerlo.

Cerrando la distancia que había entre nosotros, lo abracé. Y no fue por hacerme el favor de ir por mi celular. Sino por haber estado ahí en los eventos que sucedieron esta noche. Odio decir esto, pero su compañía y sus palabras para alentarme ayudaron en mi moral.

Mis brazos rodearon su estrecha cintura. Cuando mis manos se encontraron una con la otra, mis dedos se entrelazaron para cerrar el abrazo. Su cuerpo se tenso por un momento. No se imagino que haría algo como esto. Luego de unos segundos se relajo. Recargue mi mejilla izquierda en su torso desnudo. Lograba sentir sus latidos palpitar a través de mi sien.

Nuestros cuerpos se convirtieron en uno. Sentí como su barbilla descansaba en la parte superior de mi cabeza. Sus brazos me rodearon por los hombros quedando escondida entre su pecho y su aroma varonil.

Estar encarcelada en sus brazos de esta manera es embriagante y adictivo. El silencio apareció de una forma agradable. Lentas y estables respiraciones levantaron su pecho.

- Gracias -susurré cerrando los ojos y perdiendome en la calidez de su piel que atravesaba mi cuerpo.

Mis dedos presionaron su espalda baja percibiendo su tacto junto con sus músculos firmes.

Luego de unos minutos, su cuerpo se separó suavemente para que nuestras miradas se encontraran.

- No entiendo por qué das las gracias pero apreció tu agradecimiento -murmuró con humor.

Sonreí levemente mientras que mis dedos se alejaban entre sí hasta que mis brazos cayeron a mis costados.

Sin decir nada, entramos a la casa y subimos por las escaleras en silencio. Cuando llegamos al segundo piso nos miramos para despedirnos.

Sintiendo raras descargas en mi estómago entre a mi habitación soltando un largo suspiro.

¿Qué diablos fue eso?

Aleje esas emociones a punto de llegar a mi cama cuando tocaron la puerta.

Mis sentidos se detuvieron. Respirando de manera irregular abrí la puerta. Luke levanto su vista al percatarse de mi presencia.

- ¿Sí? -pregunté nerviosa.

- Debido a que esta noche no fue como esperaba, bueno -dudó-. Supongo que mereces una salida más agradable.

- ¿A qué te refieres? -dije, confundida.

- ¿Podemos salir mañana? ¿Sólo tú y yo? -preguntó mojándose los labios y mirándome fijamente.









***

Editado: O8.O1.2O21



Créditos a Wendy ✔

The Guest || Luke Hemmings.Where stories live. Discover now