Capítulo 5.

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A medida que la fila avanza mi estomago se aprieta cada vez más. Voy a matar a Luke por esto.

—¿Nerviosa?

—¿Por qué lo estaría? No es que le tenga miedo a las alturas o algo. Claro que no. —contesto sarcásticamente.

Luke me sonríe, haciéndome querer azotar su cabeza contra un muro.

—Eres divertida. —volteo a mirarlo y me está observando con una expresión divertida. Ahora tengo más que claro que quiere irritarme. Y, sinceramente, lo esta logrando.

Abro mi boca para contestarle pero su teléfono comienza a sonar. Conozco esa canción. Somewhere in Neverland de All Time Low. Sonrío levemente y Luke también lo hace. Contesta su teléfono y escucho atentamente.

—Hey. Sí, no logramos entrar. Lo siento. —hace una pausa y me mira por unos segundos— Estamos bien. Sí. Adiós.

—¿Quién era?

—Hannah, dijo que no contestabas tú teléfono y sonaba muy asustada.

—Oh.

Miro al frente nuevamente y me doy cuenta de que ya es nuestro turno para subir a la rueda de la fortuna. Comienzo a ahogarme y Luke me lleva hacia un lado para dejar pasar a las demás personas que se encuentran detrás de nosotros.

—Hey, Cassie. No tenemos que subir si no quieres. —su voz suena preocupada y yo intento respirar normalmente para poder contestarle.

—Quiero hacerlo. —replico en un hilo de voz, él asiente mientras toma mi mano y la aprieta suavemente.

Luego de unos minutos, la rueda de la fortuna se detiene y las personas bajan.

Nos dirigimos hacia el hombre que maneja la rueda de la fortuna y él nos sonríe, dejándonos entrar. Nos sentamos y noto que somos los únicos allí.

Siento como comienza a moverse y ahogo un grito. Cubro mi rostro con mis manos y Luke me abraza fuertemente, haciéndome sentir protegida. Luego de unos segundos, decido armarme de valor y quito mis manos de mi rostro.

Estamos en lo más alto de la rueda de la fortuna y logro ver todo Londres desde aquí. Es hermoso, las luces que alumbran la ciudad le dan un toque mágico. Al mirar hacia abajo y darme cuenta de lo alto que estamos, mi corazón comienza a latir fuertemente. Miro a Luke y se ve feliz, nuestros ojos se encuentran y sin razón alguna, reímos. Sólo por el hecho de estar felices gracias a algo tan pequeño, literalmente.

Al llegar abajo, bajamos con unas sonrisas de oreja a oreja. Le agradecemos al hombre y nos dirigimos hacia la salida.

—Es hora de ir al hotel en el que nos quedaremos.

—Okay. —contesto suspirando— ¿Sabes cómo llegar?

—Sé el nombre.. Creo.

No tengo ni la más mínima idea de dónde estamos y dudo que Luke lo haga. Esta oscuro y las calles se ven vacías, sólo los faroles nos alumbran un poco. Desde que salimos del parque de diversiones no hemos dicho palabra alguna y se me esta haciendo raro, ya que eso fue hace un rato atrás.

Volteo para mirarlo y está sonriendo mientras mueve sus dedos a través de la pantalla de su celular. No logro ver a quién le escribe o que está haciendo por el hecho de que es más alto que yo.

Hazlo. Es ahora o nunca.

—¿A quién le escribes? —pregunto intentando sonar lo más desinteresada posible.

No responde y sigue sonríendole a la pantalla.

—Hey, Luke.

Sigue ignorandome y comienzo a enfadarme. Idiota. Lo observo y es como si estuviera en un trance.

enamórame // luke hemmingsWhere stories live. Discover now