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—¿Ziri?

Se vuelve de inmediato. Le será imposible olvidar esa voz en toda su vida. 

Justo a espaldas de ellos; Jared, su ex-novio. Su cabello rubio sigue igual, no ha cambiado absolutamente nada. Contrario a ella que, al siguiente día de terminar, se cortó el cabello hasta los hombros igual que un personaje de anime —de una serie que le encanta demasiado, el detalle es que ese personaje es hombre—. 

—Hola, Jared...—dice con pocas ganas; lo que faltaba para que su día fuese mejor, verlo a él. Como si no fuera suficiente tener que ir a un partido del Bayern, aparece su martirio. Pero no lo demostrará, se tiene mucho estima para hacerle ver que le dolió y que le sigue doliendo. Si antes no mostró resentimiento alguno, tampoco ahora lo hará.

Se fija en quien acompaña al chico, una rubia de ojos azules que parece haber salido de alguna revista. Le parece haberla visto antes, pero no sabe de donde, quizás hasta sea su imaginación.

—No sabía que ahora eres hincha del Bayern.

Hace una mueca por el disgusto que le causa esa frase. Ella, jamás, apoyará al equipo rival. Puede que apoye jugadores, como a Götze mientras estuvo ahí, pero nunca equipos que no sean el suyo.

—No soy hincha del Bayern...

—¿Y entonces, qué haces usando una camiseta con el número de Kimmich?—cuestiona él alzando una ceja. Es tan contradictorio todo lo que ella le dice; eso sí, jamás pensó verla usando el color rojo y el escudo del equipo bávaro.

—Lo hice por Elsa. Ella fue la que me arrastró a este partido, a cambio de acompañarme al partido del sábado del Borussia Dortmund—Sonríe con emoción. Siendo sincera, solo ha ido en dos ocasiones al Signal Iduna Park y de ahí solo ha asistido a unos pocos partidos, entre ellos los que se celebran en München. Las entradas le cuestan casi un ojo de la cara y debe escoger bien que partidos irá a ver para no derrochar su dinero a diestra y siniestro, porque no es tanto como le gustaría. 

La chica sonríe, le ha agradado la actitud tan madura que tiene. Y tironea a Jared para que la presente.

—Ah. Cierto, ella es Scarlett. Es una prima; creo que te la puedes, es novia de Marco Reus.

Ziri asiente, entendiendo al fin dónde la ha visto. Y cómo no parecer salida de revista si es modelo. Ella le sonríe, de la mejor forma posible; como novia del once del Borussia no es muy de su agrado, pero admite que es muy bonita y que puede llegar a triunfar en ese mundo.

—Ahtziri Silva, un gusto.

—El gusto es mío—Scarlett sonríe amigable—. ¿Te gustaría conocer a los jugadores del Dortmund?

Está a punto de decir sí de una forma demasiado exagerada cuando Elsa interrumpe.

—¡Ziri! ¡Tienes que conocer a Mats....!—Se detiene en seco. Mira a Jared y después a Scarlett, luego a su amiga y frunce el ceño—. Creí que jamás te vería de nuevo, Jared. Aunque solo hayan pasado tres semanas, claro.

Elsa sonríe, pero ahí y en China se nota que es fingida. El día que cortaron ella prometió que la próxima vez que lo viera le dejaría ir un derechazo merecedor de elogios en televisión, y tal cual se lo propuso se acerco al susodicho.

—Lo que hiciste, ¡YO! No lo perdono—Y lo hace. Le deja ir el golpe. Mucha fuerza para alguien tan pequeña; mira con sorpresa, al igual que Scarlett, la sangre que sale de la boca de Jared.

Y, más allá, viendo toda la escena: Joshua Kimmich y Thomas Müller. Ambos ven la escena sorprendidos. 


Apenada, mira como Elsa se disculpa con los jugadores por la escena. Pero no solo con los dos que lo presenciaron, sino que también con los demás. Y eso incluye a Daniel, que solo le sonríe dándole ánimos. 

Al terminar las disculpas, Joshua y Thomas se sientan junto a ella. Quedando en medio de los dos.

Es Müller quien habla primero.

—¿El primo de Mats y esa chica son novios?

Tarda en reaccionar. Hasta que se da cuenta de que la pregunta es para ella, mira al número 25 antes de si quiera razonar que responder.

—Ah... no—responde con sinceridad, después de todo Elsa no ha dado ningún paso y Daniel no parece darse cuenta de que está loca por él—. Pero a Elsa sí le gusta.

—Creí que lo eran, por como la miraba mientras ella se disculpaba—Suelta una carcajada, seguro riéndose de su errónea suposición—. Eh. ¿Y por qué golpeó a ese otro chico?

Se lo piensa mucho antes de responder, sintiendo la mirada ambos futbolistas sobre ella.

—Era mi ex-novio. Lo golpeó por lo que me hizo...—Suspira. Elsa llegó en mal momento, estaba a punto de concretar uno de sus mayores deseos: conocer a los jugadores del Borussia Dortmund; pero solo ha conocido a los del Bayern. 

Se muere por conocer a Marco Reus, su jugador favorito. No por nada tiene su camiseta, un poster y hasta un par de productos de su marca. Sí, muy pocas cosas, pero es comprar cosas o entradas a partidos. Y lo segundo es más emocionante.

Müller se levanta para irse a las duchas. Quiere ir a casa y pasar un rato con sus perros, hasta que llegue Lisa y puedan salir a caminar los cuatro. 

Solo Joshua se queda sentado a su lado. Pero a ella no le molesta, está más ocupada pensando en el partido del sábado que en quien sea que este a su lado. Aunque sea el dueño del número que lleva en la espalda. 

—¡Ziri! ¡Robert Lewandoski!—Elsa la mueve para que reaccione y dirija su vista hacia el número 9, quien solo sonríe divertido ante la reacción de ella al salir de sus pensamientos. 

Ella se mueve hacia un lado exaltada, chocando con el cuerpo del medio-campista. Quien la toma por los hombros, solo para sostenerla y evitar algún accidente; fue un movimiento bastante brusco el que realizo, casi le saca el aire al chico. 

—Lo siento—Se disculpa con ambos jugadores. Pero ellos le restan importancia dedicándole una sonrisa para que no se preocupe. 

A veces, cuando se adentra mucho en sus pensamientos se olvida del lugar en el que está. Y pasan situaciones como esas. 

Me Muero por Conocerte || Joshua KimmichWhere stories live. Discover now