— Duerme conmigo hoy. — Pidió el mayor, por fin.

La única respuesta fue un asentimiento de cabeza, del pequeño, que también tenía la nuca manchada de carmesí. Park decidió que era mejor cambiar las sábanas de la cama antes de colocar a ambos debajo de la ducha, así que simplemente tiró de él hacia la parte superior de la cama, metiendo ambos cuerpo debajo de las mantas. Pasó un brazo alrededor de su cintura, dejando la pequeña espalda en contacto con su pecho. Baekhyun, como un juguete que había agotado su batería, simplemente se dejó estar, cansado, adolorido y con un rastro de lágrimas secas manchando todo su rostro.

Chanyeol solo quería que aquello terminara pronto.

**

El día siguiente amaneció como si el infierno de la noche anterior jamás hubiera ocurrido. El sistema de Baekhyun amaneció funcional, así que él simplemente se levantó de la cama, discretamente, yendo con prisa a la cocina a preparar el desayuno. Su dueño despertó pocos minutos después, casi en pánico al percibir que el cuerpo pequeño no estaba contra el suyo. Se levantó de un salto, dejando caer los cobertores al piso, chocando contra el escritorio en la esquina de la habitación por tropezar con sus propias pantuflas y... Encontrando al pequeño, que lo miraba de manera preocupada, en medio del pasillo, con un recipiente en manos, en el cual batía una masa de panqueques americanos.

El mayor pasó las manos por su rostro, suspirando y gimiendo, sin estar seguro de si era de alivio o de frustración por saber que era solo una calma antes de la próxima crisis. Apoyó la espalda contra la fría pared, deslizándose hasta el suelo. 

— ¿Estás bien, Baek? — Indagó, finalmente, derrotado.

— Creo que yo debería preguntarse eso, pero... Sí, estoy bien. — El chico respondió, arrodillándose a su lado, colocando el recipiente a un costado. — Me quede dormido, así que el desayuno está atrasado, pero estará listo pronto, lo prometo. — Ahí estaba su sistema hablando, en un alto y buen sonido: eficiente, educado, centrado... Una máquina.

— ¿Qué harías si te pidiera que hagas algo que no quieres hacer? — Preguntó, no muy seguro de porqué estaba diciendo aquello, pero sentía una necesidad casi ensordecedora de liberar esas dudas.

— No hay nada que no quiera hacer para complacerte, Chanyeol. — Respondió como si fuera obvio, los ojos un poco abiertos hacia su dueño por siquiera pensar que a él no le gustaría complacerlo a pesar de todo. Pero sabía que eso no era verdad. Su lado humano había admitido más de una vez que había ciertas órdenes que a él no le gustaría cumplir y eso era una de las cosas que lo mataban: intentar rechazar una orden. Sin embargo, siempre que su sistema estaba activo, él se volvía la persona más agradable del mundo... Al mismo tiempo la menos real.

— ¿Nada? ¿Si te pidiera que te sacaras la ropa? ¿Si te besara? ¿Si te pusiera en cuatro y tuviera sexo contigo, sin siquiera prepararte, aun así te gustaría hacerlo? — Estaba abrumado y ni siquiera sabía el motivo, probablemente era mucho más de lo que podía soportar. Pasar por esa fase de inestabilidad lo estaba volviendo tan inestable como a su Puppet. No era algo suyo ser impaciente, ni rudo con las palabras, aun así, se sentía exhausto. Quería gritar, quería explotar, quería... ¿Qué quería? Ni siquiera sabia cuál de los dos lados prefería que ganara esa batalla.

— También fui creado para eso, así que... — La respuesta fue tejida rápidamente, sin dudas. — Me gustaría hacer eso por ti. De hecho, lo intente hace algún tiempo, pero me rechazaste, aun cuando tus sentimientos eran favorables. ¿No soy atractivo, o...? Quiero decir, fuiste tú quien escogió mi apariencia, debería ser natural... Desearme. — Al final, por más que él estuviera de acuerdo con los ideales que ese maldito chip difundía en su mente, aún era un chico. Un chico que muchas veces no sabía cómo expresarse.

Lo Inverso de lo Perfecto [chanbaek/traducción]Where stories live. Discover now