-Gracias... -masculló el moreno en forma débil. Makoto negó con la cabeza.
-No tienes nada qué agradecer. Ahora, si me permites, tengo más pacientes qué atender.
Al marcharse el doctor Narumi, Yuu permaneció en silencio y en el mismo lugar sin atreverse a mover un solo músculo.
A lo lejos se encontraba Shinoa la cual había estado escuchando su conversación todo ese tiempo. Pensó en acercarse a Yuu pero al instante desistió de esa idea; seguía molesta con él, todavía no se le pasaba todo el coraje. No, aún no era el momento de acercarse a él.
Giró sobre sus talones dispuesta a salir del hospital, aun así su curiosidad pudo más. Volvió a mirar a Yuu por el rabillo del ojo, en verdad se veía como una mierda. Y al observarlo en tan mal estado se dio cuenta que ya no podían seguir de la misma manera, que no podía dejarlo tal cual mientras ella volvía a casa, que Yuu tenía problemas y la necesitaba. Yūichirō era más que el chico que le rompió el corazón a Mitsuba, era también su mejor amigo.
Se acercó con cautela al muchacho. Al estar detrás de él, tocó suavemente su hombro. Ante aquel gesto, Yuu se giró hacia ella.
-¿Shinoa? -pronunció su nombre con sorpresa.
-¿Y eso es todo lo que dices? -Hīragi intentó hablar con naturalidad, le salió mejor de lo que hubiese esperado -. Esperaba algo mejor, sabes.
-Pero... tú... yo... ¿no estás molesta conmigo?
-Lo estoy.
-¿Entonces?
Ni siquiera ella lo sabía con exactitud. Lo único que tenía claro era el hecho de que Yuu era su amigo y parecía necesitarla; y ella, a pesar de no considerarse una persona empática, sintió que su deber era acudir ante el mudo grito de ayuda de Yūichirō.
-Quizá ya es momento de enfrentar la situación, digo, Yoichi y Kimizuki ya lo hicieron. Así que nosotros debemos hacer lo mismo y no quedarnos atrás, ¿no crees? -En ese momento lo miró a los ojos -... Y tú pareces necesitar de alguien.
Yuu se cruzó de brazos; bufó por lo bajo.
-¿Y qué te hace pensar eso?
-Escuché lo que el doctor Narumi te dijo, además tienes los ojos vidriosos como si estuvieras a punto de llorar -mencionó de forma suave. Yuu desvió la mirada -. No te avergüences, Yuu-san, todos necesitamos llorar de vez en cuando.
-Yo no...
-Oh, tú sí. Vamos, todos sabemos que eres blandito por dentro. -Ante la rabieta de Yuu, soltó una suave risa. Casi ni parecía que no se habían hablado durante todos esos meses -. Anda, vamos a por un café, yo invito.
-¿Tú invitas? Esto es nuevo para mí.
-En lugar de hacer comentarios irónicos deberías sentirte honrado de que yo sea la que te esté invitando, pero no vayas a creer que intento ligar contigo, eh.
Ichinose sonrió ante ello aunque también pareció haber soltado una especie de gruñido, una rara combinación. Shinoa, en cambio, solo sonrió; ya le hacía falta molestar a su queridísimo amigo Yuu-san.
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A Mika ya no le gustaba septiembre, el motivo no quería ni pensarlo; el proceso de superación iba demasiado bien como para arruinarlo con un simple recuerdo.
Al final el mundo no se había acabado. Seguía vivo, tenía salud, la universidad iba bastante bien y nuevas personas iban llegando a su vida. Los días continuaron transcurriendo tal y como lo habían hecho todos los años de su existencia. Eso le hizo darse cuenta que en efecto nadie era indispensable ni mucho menos alguien podía morirse por amor.
ESTÀS LLEGINT
Monochrome [MikaYuu/Owari No Seraph]
FanfictionMikaela sabe que la vida no es ningún cuento de hadas. Así como él no es un valiente caballero envuelto en armadura de plata, su dulce princesa no es más que un muchachito corrompido con un pasado demasiado turbio para su gusto. Después de todo el "...
Capítulo XIII: La reina roja
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