Capítulo IV: Pergaminos

1.6K 163 101
                                    


Disclaimer: Todos los derechos de Owari no Seraph (Seraph of the End) pertenecen a Takaya Kagami, Yamato Yamamoto y a Daisuke Furuya.

Advertencia: AU ǀ Yaoi (Boy's Love) ǀ OoC ǀ Uso de sufijos honoríficos ǀ Contenido sexual.

Pairing: MikaYuu (Mikaela x Yūichirō).

N/A: Lo sé, lo sé, ahora sí que me he demorado. Pero si Leonardo DiCaprio ganó el Óscar, ¡yo puedo actualizar!

...

.

ǀ Monochrome ǀ

.

La escena frente a sus ojos se tornó en tonalidades sepia.

Su princesa hablaba con otro hombre con tanta familiaridad que le fue imposible no sentir una punzada de celos carcomiéndole las entrañas.

Ella hablaba, ella reía, sus ojos brillaban por otra persona que no era él... Era enfermizo.

Después de que la joven intercambiara unas palabras con el recién llegado, ambos se giraron hacia él; aquel tipo por fin percatándose de su presencia. Su mirada y la del otro se pedían a gritos un enfrentamiento, el ansiado duelo para saber quién de los dos era merecedor de permanecer junto a la chica de ojos color esmeralda. Sin embargo, antes de que alguno diera el primer golpe, ella se interpuso, deteniendo cualquier acción por parte de ambos aunque con la clara intención de defender al hombre de cabello oscuro como la noche, casi tan oscuro como el que ella misma poseía.

Eso logró que la sangre le hirviera, que su instinto asesino que suponía inexistente aflorara. En ese momento el único pensamiento que ocupaba su mente era el de cómo proporcionarle una muerte lenta y dolorosa a ese imbécil que se interponía en su camino para llegar a la princesa. Su princesa.

Su agonía no terminó en ese punto. Aquel tipo tomó entre sus garras el rostro de la joven, le proporcionó suaves caricias en las mejillas para luego tomarla de la mano y alejarse del escenario lo más pronto que sus pies lo permitieron. Otra princesa que observaba la escena, esa que era una de las herederas de un poderoso reino, le sonrió de forma burlona, sonrisa que contrastaba enormemente con su mirada que emanaba lástima pura. Después de ese gesto, ella también abandonó su campo de visión para seguir al par que acababa de retirarse.

Pronto se quedó solo en aquel lugar, con el murmullo del viento como único compañero. Miró hacia el horizonte por donde su princesa y el villano se habían marchado.

Por más que lo evitó, no pude evitar preguntarse...

¿Acaso había llegado tarde a su vida?

.

Capítulo IV

Pergaminos

.

Con la entrada de diciembre, los primeros vestigios del próximo invierno fueron capaces de sentirse. A Kimizuki no le gustaba especialmente el frío ni la época navideña pero sí que se declaraba fanático de la comida y los postres que servían en la temporada tales como los pasteles de crema que preparaban en la cafetería que se encontraba a unas cuadras del colegio.

Así como Shinoa y Mitsuba solían pasar «tiempo de chicas», Yoichi, Yuu y él hacían lo mismo solo que más esporádicamente. Esa tarde, luego del colegio, y como las chicas tenían algo de una reunión familiar o algo por él estilo, se dirigieron a la cafetería. Al llegar cada uno pidió algo de su agrado, comieron en un ambiente que hasta Shihō pudo considerar ameno para rato luego salir del lugar. Después de todo no había demasiado tiempo qué perder; tanto Saotome como él debían ir a la empresa de su padre y Yuu al hospital Hyakuya.

Monochrome [MikaYuu/Owari No Seraph]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora