Capítulo 26 - Final del Primer Día

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Narra Misaki

Cuándo salimos de la librería, inconscientemente tomé la fría mano de mi conejo, Usagi no dijo nada al respecto, y tampoco pude apreciar algún leve cambio en su expresión.

Pero sin embargo ese acto hecho por mi parte me hizo ponerme a pensar en silencio que era lo que realmente me había pasado.

Siempre he sido una persona muy introvertida... y puedo contar con los dedos de una mano las veces que le he dicho a Usagi que lo amo directamente, pero... ahora tengo esa extraña sensación, o mejor dicho, "necesidad", de acercarme y apegarme a él como si fuera lo que mantiene viva mi esperanza.

En estos últimos días le he expresado mis sentimientos de todas las maneras que nunca creí que haría, y tantas veces le he dicho esos "te amo" cómo si fueran una clase de saludo que se desliza fuera de mi boca con facilidad, y de cierta manera no lo hago de manera automática o algo parecido, de verdad le tomo el peso a mis palabras y lo que conlleva decirlas.

Porque una vez que dices las palabras, ya no podrás escapar, pues le habrás entregado tu corazón a esa persona especial.

No sé si tendrá algo que ver el habernos separado por un largo (en realidad corto) periodo de tiempo después estar acostumbrados a convivir día tras día durante cuatro años...

O también todas estas cosas que nos han pasado, todos estos malos entendidos y lo que Ijuuin... me hizo.

Sacudí mi cabeza intentando enfocarme en otra cosa, ahora quiero estar con Usagi-san y debería enfocarme en eso por ahora, nada más... solamente en nosotros dos.

-Ya se hizo de noche... -murmuré mirando por un gran vidrio.

La increíble iluminación del centro comercial hacía parecer que era un día soleado en la mañana, pero el reloj que estaba junto a una pequeña fuente indicaba que ya eran aproximadamente las siete de la tarde, no era lo que una persona normal llamaría "tarde", pero a esta hora el cielo ya muestra un color azul oscuro, y por lo mismo se torna un poco más peligroso salir a caminar solo por las calles.

-Tienes razón, ¿quieres comer algo bebé?

Cerré los ojos con vergüenza, y haciéndome el indiferente negué con la cabeza.

-Estoy bien, podemos cocinar algo cuando lleguemos al departamento. -Obviamente no dejaría que Usagi cocinara, pero tampoco quería que gastara más dinero en algún restaurante de alta calidad.

-Suena interesante -rió acariciando el dorso de mi mano con sus dedos-, pero antes tengo que ir a dejar esto. -Agitó la bolsa en la que llevaba un montón de sus propios libros, dejando que me entrara la curiosidad.

-¿Entregarlos dónde?

-En palabras simples... es un soborno para la chica oso.

-¿Chica oso? -dije extrañado- ¿Te refieres a Suzuki-san?

-Sí, es algo loca, no tuve más remedio que ofrecerle un trato, si ella dejaba de seguirnos como sicópata, yo le regalaría todo esto -explicó- ahora tengo que ir a entregarlo a ese estudio de fotos que tiene.

-Hubiera sido más normal que se lo pidieras de buena forma, no es una mala chica...

-Estaba ahí cuando lo hicimos en el baño.

Tragué saliva y no pude evitar sonrojarme hasta las orejas.

-Bueno, te esperaré afuera de la tienda.

Luego de que Usagi entregara los libros y se reunió conmigo nos pusimos a caminar sin mirar atrás, ignorando por completo los gritos de Suzuki desde dentro de su estudio.

No me dejes solo [Junjou Romantica] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora