Capítulo 10 - Televisión

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Narra Misaki

"¡No puede ser! Justo cuando mi hermano está en casa, llega la persona que menos quiero ver en estos momentos"

Me quedé congelado en mi lugar, pensando que podría hacer para solucionar esto, pero por más vueltas que le daba no se me ocurría nada de nada.

Cerré mis ojos y respiré profundo, presioné el botón para abrir la puerta, y caminé hacia la entrada para esperar a mi nueva visita.

-Hola Misaki...- dijo un poco avergonzado Haruhiko, esa es una nueva expresión descubierta.

-Hola...-

-¿Eso?...- apuntó a mi mano con el yeso -...es por el golpe que me diste ¿no?- dijo triste.

-No importa...- claro que importa -...pasa por favor...-pero te vas luego.

Lo guie hacia donde mi hermano todavía tomaba tranquilamente de su taza, y los presenté el uno al otro.

-No sabía que Usami tuviera un hermano, o al menos no recuerdo haberlo oído...- dijo Haruhiko tomado asiento nuevamente.

-Técnicamente... soy su medio hermano- respondió.

-Etto... ¿gustas una taza de té?- hablé bajito.

-Pero debo admitir que tienen la misma aura- dijo mi hermano, al parecer no me escuchó ninguno de los dos.

-¿Sí?- rió Haruhiko.

Tiré un poco de su chaqueta para que volteara a verme, y cuando lo hizo su rostro quedo tan cerca del mío que por el susto me impulsé hacia atrás, cayendo del sillón, y para colmo sobre mi mano enyesada.

Grité un poco fuerte y cerré los ojos intentando reprimir las lágrimas de dolor, sentí varias manos ayudándome a poner de pie, y al abrir los ojos vi a mi hermano completamente alterado caminando de un lado a otro sin saber qué hacer y a Haruhiko correr hacia el refrigerador de la cocina.

-¿Dónde está el hielo?- preguntó removiendo cosas en su interior.

-En... en la parte de abajo- hablé rápidamente para no soltar algún otro quejido.

-¿Si, ambulancia?- dijo fuerte mi hermano por teléfono.

Caminé hacia él y le quité el celular que tenía en las manos, dándole una señal de que se trnquilizara.

-Perdone señor, yo...- apoyé el aparato en mi hombro para que no se escuchara, y grité para liberar la presión que sentía en los pulmones -...sólo me pegué en mi mano, no es gran cosa, gracias-.

Corté la llamada justo a tiempo de ver cómo Haruhiko se acercaba a mí con una bolsa de gel helado, me tomó del brazo y me indicó que me sentara en el sofá. Obedecí y dejé que se arrodillara delante de mí.

Mi hermano se agachó junto a él y me miró preocupado.

-¿De verdad estás bien? Sigo pensando que la ambulancia habría sido mejor idea...-

-Tranquilo, sólo fue el dolor del momento...- lo calmé un poco.

Sentí como Haruhiko tomaba mi mano con cuidado e introducía la bolsa de gel dentro del yeso, me estremecí ante el frío inesperado, pero no dije nada.

-Ya está, lamento esto, no era mi intención- dijo mientras me acariciaba la mejilla.

Me alejé de él lentamente, no quería que mi hermano notara algo extraño.

-No te preocupes, fue mi culpa por asustarme de algo tan estúpido- reí.

-¿Te asustaste? ¿De qué?- preguntó de vuelta.

-Olvídalo- me puse de pie y me volteé hacia ellos -¿quieren hot-cakes? Estuve aprendiendo esta mañana...-

-Claro- dijeron los dos al unísono.

Me fui a la cocina, y mientras preparaba mi desayuno (que también iba a ser una merienda para ellos) escuchaba como charlaban animadamente, al parecer a mi hermano le encantó que Haruhiko se preocupara tanto por mí. Intenté concentrarme en cocinar pero debido a que la cocina estaba prácticamente unida a la sala de estar, me fue imposible no escuchar la conversación, incluso habían ocasiones en las que yo me unía a ella.

Pero todo se volvió increíblemente tenso cuando mi hermano hizo la pregunta del millón: ¿Y por qué viniste a ver a Misaki?

Todo se disparó en ese momento, se me cayó el recipiente donde tenía la mezcla, haciendo que se esparciera por el suelo más de la mitad, y mis pensamientos se llenaron de los recuerdos de ese día.

-¿Estás bien Misaki?- preguntó mi hermano poniéndose de pie.

-Sí...solo se me resbaló, lo siento-.

Miré hacia ellos y Haruhiko tenía su mirada fijada en mí, intenté que con mi expresión se diera cuenta de que no debía decir nada por el bien de ambos.

Al parecer captó la indirecta pues se puso de pie y miró su reloj.

-¡Miren la hora! Mi chofer ya debe estar esperándome, hasta luego, ah, Misaki...- se acercó a mí y puso sus manos sobre mis hombros -...de verdad, lamento todo lo que pasó-.

Y supe que no se refería a sólo lo que había ocurrido hoy. Suspiré y di mi mejor sonrisa.

-Está bien, sé que no fue con intención- retiré sus manos y di un paso hacia atrás –que te vaya bien...- me despedí.

-Sí...- caminó hacia mi hermano y estrechó su mano.

-Fue un placer...-

-Igualmente- sonrió él.

Luego de eso, limpié todo e hice unos cuantos hot-cakes con la mezcla que no alcanzó a tocar el suelo, y los comimos tranquilamente mientras veíamos televisión.

Estábamos hablando cuando la imagen de Usagi apareció en la pantalla.

-¡Oh! Es Usami...-

-¿Usagi-san?- tomé el control remoto aún un poco confundido y le subí el volumen.

"Así es Vanessa, las cámaras del hotel no han hecho más que verificarnos que el famoso autor y ahora actor, Usami Akihiko, está teniendo una aparente relación amorosa con la famosa actriz Haruhi Tomoko..."

-Wow, no tenía idea de esto...- murmuró mi hermano.

"Ahora, queridos televidentes les enseñaremos material exclusivo que se consiguió, por favor, tomen atención..."

La pantalla se quedó en negro un momento para después mostrar un video en el que se veía a una chica acorralando en el ascensor a Usagi-san y después dándole un pequeño beso. Mis ojos se aguaron al instante y mi garganta se cerró en un doloroso nudo. El video seguía, y ahora mostraba como Usagi salía al pasillo y volvía a juntarse con la mujer, apagué la televisión y me puse de pie.

-¿Misaki?-

-Me...me duele la cabeza, sería mejor que durmiera un poco-

-¿Quieres que te traiga algo?- preguntó mi hermano.

-Tranquilo, sólo no dormí bien la noche pasada-

Subí las escaleras sin siquiera despedirme y cerré la puerta de mi habitación. Esperé a escuchar el sonido de la puerta principal, y dejé salir todos los sollozos que estaba reprimiendo. Esto es mucho más doloroso de cuándo supe que se iba a ir, es el doble, triple.

¿Acaso la película era sólo una excusa para irse con esa mujer? ¿Ya no me quería? ¿Ahora qué voy a hacer?

Y con todas esas preguntas rondándome la cabeza, me quedé dormido con los ojos rojos e hinchados por las lágrimas.


No me dejes solo [Junjou Romantica] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora