Olvida tu pasado

Imbécil

—¡no te pienso abrir imbecil!— grite por la ventana de mi habitación

—apuesto que si— dijo Math timbrando una vez más

—oh no no— susurre al ver el auto de mis padres

—¿Qué pasa señorita "no le abro puertas a chicos guapos"? — pregunto desde el césped de mi casa

—¡Vete!— grite— además no eres guapo, eres imbécil

—empiezo a creer que no sabes mi nombre ¿por qué siempre me llamas imbécil?— continuaba la conversación

—okay Idiota, te solicito amablemente que te alejes de mi casa ahora— bien ya era tarde, mis padres estaban frente al garaje, vi como mi madre se bajo del auto y se acercó a Math, pero claro esta vez yo no escuchaba bien lo que decían, ya que estaban hablando en tono normal y no gritando como anteriormente lo hacía yo junto a Matheus, escuche que la puerta se abrió y mi madre no tardó en gritar:

—¡Danielle tienes visita!— Mamá eres una genio, te amo, pensé y rodé los ojos, pero ni así me encontraría con Matheus así que me lancé a mi cama y simule estar dormida

—Danielle— dijo mi madre moviéndome suavemente, pero yo no pensaba rendirme así que no me moví— esta niña— dijo mamá levantándose de mi cama, pensé que yo había triunfado, pero vaya que me equivoque

—¡AHHHHH MAMÁ!— grite al sentir un montón de agua fría en mi rostro

—lo siento hija, un chico bien apuesto te esta buscando— dijo amablemente como si días anteriores no hubiera pasado nada

—no lo quiero ver— conteste fríamente

—hija no te puedes quedar amando a Natt, él no te merece

—Mamá deja de decir que no me merece, no me quiere o cualquier cosa parecida, antes lo amabas pero claro, como llego tu jodido pasado dejaste de quererlo— ella se quedo mirándome fijamente

—no pienso discutir ahora— salio de la habitación y yo me quede confundida, pero por lo menos ya me había librado de Matheus...

—hola— vamos, me equivoque, mamá lo mando seguir a mi habitación

—¡Sal de aquí ahora!— le dije señalando la puerta, pero el hizo como si no me escuchara y se sentó en mi cama

—Danielle, me dijiste que me habías perdonado ¿por qué me sigues tratando mal?

—hey, que te perdone sí, pero yo no he dicho que vamos a ser los mejores amigos ¿Qué te crees?— conteste cruzando mis brazos

—Matheus Moura— dijo pasando una mano por el cabello

—imbécil— dije una vez más

—empiezo a acostumbrarme a que me llames así— se levantó de la cama y se dirigió a una foto que yo tenía sobre mi escritorio

—Él es un afortunado al ser tu novio— señaló a Natt, y ahí toco una herida en mi corazón, rápidamente le quite la foto y él me miro sorprendido— perdón yo pensé que...

—vete, por favor— le dije calmada pero con ese nudo en la garganta

—esta bien— salió de la habitación, yo me lance a la cama y empecé a llorar

—parece que no estas muy bien— escuche nuevamente a Math

—te dije que te fueras— dije quitando las lágrimas de mis mejillas

—sí, yo se pero no creas que por no ser amigos no me preocupo por ti— susurro

—eres el menos indicado para estar aquí

—tal vez no— me abrazo, debo decir que necesitaba un abrazo, aunque no de Math, pero sin importar que fuera él le respondí el abrazo y llore bastante.