13; Difícil de admitir

Comenzar desde el principio
                                    

Me mira divertido y asiente, — Ven, antes de que se haga más grande la cola — me arrastra hasta llegar al lugar, unas quince personas están frente a nosotras
y no se realmente cuanto tardaríamos en seguir nosotros.

Ya llevábamos quince minutos y nos vamos acercando al gran poste, que viéndolo mejor es mucho más que un poste, el poste a su alrededor tenia unas tablas de madera que hacia que las personas se pusieran los arneses ahí, observé como dos personas s...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya llevábamos quince minutos y nos vamos acercando al gran poste, que viéndolo mejor es mucho más que un poste, el poste a su alrededor tenia unas tablas de madera que hacia que las personas se pusieran los arneses ahí, observé como dos personas se besaban y se aventaban, pronto otra gente subió y nosotros avanzamos.

Pronto dirigí mi mirada a donde era que se aventaban y sentí un leve cosquilleo.

Un lago, estaba bajo, su agua era tan clara que se veían unas cuantas piedras. Me preguntaba que tan profundo estaba.

— Creo que iré directamente a mi muerte —bromeo mientras Sam se ríe.

— Y esperemos que valga la pena. —eso sí, no me aventare de esa cosa por la nada —Mira...¿ves esas pequeñas cabañas? —me apunta hacia abajo, quito mi mirada de el precioso lago y a la orilla se ve un camino y unos cuantos arboles tapar varias cabañas por la mitad, asentí — bueno por ahí hay un escenario y es donde se hacen las fiestas.

— ¿Y como rayos bajan allá abajo? —pregunto.

— Por ahí... — señala unas escaleras de madera, estaba a unos metros de nosotros y vi como varias personas bajaban por ahí.

— ¿Y si llevan carro? —no tenia carro pero aún así me interesaba.

— Esos no bajan, los tienen que dejar aquí arriba, lo único malo es que no puedes dejar nada de valor por que te roban todo.

— Seguridad de mierda, he —me burlo.

— Claro, mira... ya casi seguimos. —observo que solo por una niña pequeña falta y le aplaudo internamente al tener las agallas.

La niña se prepara, y yo siento mis nervios colapsar, ¿enserio me aventare? ¡Claro que sí! Jamas lo había hecho y creo que era la hora de hacerlo.

La niña se avienta, y un horroroso grito sale de su garganta, veo como rebota varias veces y para, el señor que ya esta lado de nosotros baja mas el cable y veo como es bajada y un señor de allá abajo le quita los arneses.

— Nuestro turno, ¿quien va primero? —rápidamente doy un paso atrás

— Tú —digo, y me ve divertido.

— Mejor tú, quiero ver como te mueres del miedo.

— ¡No me muero del miedo!

— ¿Quien se aventara primero? —pregunta el señor mirando a los dos.

— Ella.

— El — decimos al mismo tiempo y me burlo — Esta bien, yo lo haré.

— Vaya, creí que batallaría más a que te aventaras tú. —dice y levanto una pierna, el señor me pone los arneses y un cinturón siento como los nervios se incrementan y siento las ganas de echarme atrás pero mantengo la cordura.

Allyson: Después de mi primer amor [02]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora