LXVI

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-Mikey...

El teñido volteó y se encontró con esos ojos azules que estuvo buscando por tanto tiempo.

-¡Lukey!-gritó él y lo abrazó, las lágrimas no pudieron retenerse y empezaron a mojar el polo negro que Luke traía puesto.

-Mikey, ¿estás bien?

-No... ¿Dónde estamos?

-En el jodido infierno...

-¿Qu...?

Luke de repente se desvaneció. ¿Qué demonios era esto?

Entonces apareció en su casa y, vio una imagen que prefería no haber visto jamás.

-¡Michael! ¡hijo! ¿por qué me abandonaste?-gritaba Karen, con una botella de cerveza en la mano y muchas más botellas de cerveza vacías a su alrededor.

-Mamá... no...

Michael corrió y se arrodilló junto a ella. Le acarició el cabello y trató de calmarla.

-Yo sigo aquí... yo sigo aquí, mamá.

Pero, lamentablemente, ella no lograba escucharlo.

Se levantó de repente y miró hacia el "precipicio" que estaba al frente de su edificio. Caminó hasta la puerta con su botella en mano y se dirigió hacia allá. Michael, confuso, la siguió.

-Mamá, por favor escúchame. Tienes que escucharme, ¡mamá! ¡no estoy muerto! ¡por favor!

Su madre no lo escuchaba, se dirigió hasta el precipicio y, vaciando la botella de cerveza en su boca, se lanzó, así sin más, como si nada importara, como si nada ya importara.

-¡Mamá, no!-gritó el teñido y sin pensarlo dos veces, se tiró también.

Él caía y caía hacia la nada, todo a su alrededor solo se había desvanecido. Empezó a ver todo lo pasado, como un túnel lleno de recuerdos. Desde el primer hasta el último día que vio a su querido rubio. Todas las noches de desvelos las podía ver a la perfección, todos los cortes y las cicatrices también, los dolores que había sufrido los pudo sentir por segunda vez, pero no todo era dolor, las alegrías también estaban, como el día en que Luke le dijo que sí sentía algo por él o cuando el rubio le dijo que lo amaba... Veía a Luke, Luke era todo lo que en su mente había, Luke era lo único por lo que seguía, Luke era suyo. Empezó a dolerle la cabeza con fuerza, mientras caía el dolor se hacía más intenso, fastidiando a teñido y dándole una sensación de que en cualquier momento iría a...

Morir.

El infierno es la vida misma, cuando te sientes hecho mierda.

Y Michael se sentía hecho mierda.

Así que el infierno lo comía por dentro.

El infierno se apoderaba de él.

Regresándolo a la realidad.

Relidad.

¿Esto era la realidad?

¿Esto era su realidad?

¿Esto era un sueño?

¿Esto era una mala pasada de su imaginación?

¿Qué era "esto"?

-Michael, ¡atrápame!-decía el rubio mientras corría en el patio de la escuela secundaria. Como un niño pequeño que jugaba a los "atrapados". El dolor de cabeza de Michael desaparecía cuando el rubio estaba cerca. Pero cuando se alejaba, el dolor aparecía otra vez, expandiéndose por su pecho hasta llegar a su corazón, que es donde el pequeño rubio vivía.

-Luke, ¡espérame!-gritó Michael corriendo detrás del rubio, del culpable de todas sus alegrías y desgracias. Y es que Luke era su todo, ¿qué esperabas?

El teñido lo abrazó y cayeron los dos al pasto, cosa que era rara ya que hace un segundo estaban en el vacío patio de la escuela. Michael miró fijamente a los azules ojos del rubio, luego su vista se desvió a sus finos y rosas labios, esos labios que tanto quería estampar con los suyos. Esos labios que lo traían loco.

-¿Quieres besarme?-preguntó Luke, sacándolo de sus pensamientos.

-Eso no se pregunta, Lukey.

Y el momento más esperado sucedió, al fin estaba besando los labios del rubio, la sensación de sentir su frío piercing tocando sus rojos labios era majestuosa, sus labios se movían a un ritmo singular, no era rock, ni pop, ni una balada, era un ritmo que ellos dos conocían a la perfección. Pero, ¿sería un beso real? El teñido aún no sabía qué cosas de las que estaba viviendo eran reales y cuales no. Solo rogaba que ese hermoso beso no terminara nunca.

-Michael, ¿quieres seguir?-le dijo una voz en su cabeza, nuevamente caía hacia la nada.

-¿Seguir hacia qué? ¿seguir hacia dónde?-preguntó Michael.

-Hacia tu vida, tu destino, tus decisiones, tu realidad.

-Sí. Quiero irme.

-¿Afrontarás las consecuencias, pase lo que pase?

-Claro que sí. Pero sácame de aquí de una vez.

El teñido antes de lo esperado, cayó y se estampó contra el pavimento; no dolió demasiado, pareciera como si no se hubiera caído desde tan alto.

-*risas* Mikey, ten más cuidado.

-¿Luke...? ¡Lukey!-gritó Michael para, después, abrazar al rubio con todas sus fuerzas.

-¿Qué pasó, Mikey? ¿por qué lloras?-dijo el rubio mientras acariciaba el colorido cabello de su amante-no llores, yo estoy aquí. Yo estoy aquí para protegerte.

-Fue-fue horrible, Lukey.

-¿Qué fue horrible?

-La realidad.

N/A: Ay, no sé pero me encanta este capítulo. Es bastante diferente al resto y por eso lo amo. Ojalá que a ustedes también les guste :)

Gracias por leer.

Just Friends; Muke Clemmings #AwardsShipp TERMINADAWhere stories live. Discover now