Epílogo POV Yuki

650 71 13
                                    

La realidad a veces escapa de lo que habíamos previsto. Todo ha sido bastante irónico, por mi parte, yo tenía previsto otra clase de final. Una vida cómoda, donde mi mayor preocupación debería de ser conseguir un esposo de mi misma clase social, pero todo fue más complicado que eso.

Cuando cumplí 16 mi madre me dio una única instrucción "jamás te acerques a los Ootori". Los siguientes años, me esforcé por cumplir esa promesa, pero a veces el destino, te empuja hacia donde menos quieres ir. Al principio, sabía que desobedecia a mi madre, pero pensé que no pasaría de estar trabajando en el lugar prohibido. Cuando me enamoré de Kyouya... Creo que todo fue una mezcla de sentimientos, entre los cuales había culpa y vergüenza.

Ya han pasado casi 10 años desde que me rendí ante los encantos del menor de los Ootori, y debo decir que han sido 10 maravillosos años. Nos mudamos a Hokkaido, como me lo prometió Kyouya y aquí dejamos que Aimi comenzara su vida. Después de Aimi, sólo 4 años después llegó Haru, es un niño tranquilo y muy amoroso,  muy diferente a Aimi, ella siempre está haciendo ruido, jugando por todos lados y causando problemas. Kyouya siempre termina regañandola y castigandola.
Y lo peor es que no paramos ahí,  pronto serán 3, en la ecografía me han dicho que es un niño, aún no sabemos cómo lo llamaremos.

A pesar de todo lo que pasó, cada día que pasa me siento más enamorada de Kyouya, es un gran esposo, me escucha con atención, cuida a los niños y si ignoras el carácter que tiene... es una excelente compañía.
Aún me deleito de mirarlo, ya no luce como hace 10 años... pero sigue siendo para mí igual de atractivo. El cabello de él ahora tiene algunos destellos blancos, pronto complira los 40.

Ahora mismo lo estoy viendolo, está como siempre trabajando, metido en esos estados financieros que siempre tengo que arreglar al final. Yo sólo estoy sentada sobando mi barriga y disfrutando de mi tercer embarazo. Creo que este ha sido el más tranquilo de todos y para mi suerte, es el último.

— ¿Qué tanto miras hacia acá Yuki? — la voz de él me ha sacado de mis pensamientos.

— sólo pensaba en todo lo que hemos hecho juntos —  Estoy jugando con mis manos y siento el bebé moverse dentro de mi. Me ha sonreido de lado, seguramente me dirá alguna cosa me hará sonrojar.

— si, hemos hecho muchas cosas — su sonrisa me hace sonrojar y miro hacia otro lado.

Sé que cuando nos mudamos el extrañaba a sus amigos, pero después de un tiempo ellos empezaron a venir y nosotros a veces íbamos a verlos. También mi madre se puso triste cuando me vine acá, después de todo ella tiene que vivir en Tokio por la casa.

Justo ahora está nevando, no tengo recuerdos de cuando era muy pequeña, pero mi madre me ha dicho que papá jugaba conmigo en la nieve. Sé que me llamaron Yuki, porque nací un día que nevaba en Hokkaido y me da cierta nostalgia.

La puerta se abre de golpe y entran Aimi de 9 años y Haru de 5. Ella entra corriendo y va directo hasta Kyouya y se sienta sobre el mientras lo abraza de forma amorosa. Tengo que admitir que ella sabe cómo conseguir cualquier cosa de Kyouya y él la adora. — ya dejen de trabajar, quiero ir a jugar a la nieve — su vocecita resuena en la oficina.

— si, en un momento terminamos — responde Kyouya y miro a Haru sonriendo.

Haru es más serio, entro caminando y se sentó a mi lado mientras se recargaba un poco — ¿Ya sacaron su abrigo para la nieve? — pregunté a Haru con una voz amorosa. Él me miro y asintió.

Abrazo a Haru y acomodo su cabello negro, lo miro acurrucarse a mi lado mientras corresponde a mi abrazo. Aimi está haciendo que Kyouya desista de trabajar un rato para salir a jugar con ellos. Seguramente le dolera la espalda más tarde si Aimi hace que la cargue.

Finalmente Kyouya se pone de pie acomodando su traje, siempre impecable y ordenado. Me hace suspirar cuando lo veo así.
Estoy muy enamorada de Kyouya, pero a quienes quiero más que nada son a mis hijos, ahora entiendo lo que hizo mi padre al evitar que me dieran aquel disparo.

Se acerca a mi sonriendo con gracia al verme que no logro levantarme y me extiende la mano. — Gracias amor.. — respondo mientras sujeto su mano.

Salimos al jardín lleno de la hermosa capa de color blanco, los niños corren y empiezan a jugar mientras yo solo los veo con una sonrisa. Esta felicidad es más de lo que creía merecer, sobre todo desde que entendí que estaba demasiado enamorada de Kyouya Ootori.

Ya no me atormenta más lo que pasó con mi padre y la madre de Kyouya.
Sé que en ese momento no teníamos idea de lo que pasaba, mi papá cumplió con tu trabajo y la madre de él hizo lo mismo que yo haría. Proteger a su hijo.
Justo eso creemos que hacemos al evitar contarles esa historia a nuestros hijos, es innecesario que sepan que me escape por casi medio año escondiéndome de Kyouya.

Quizá habría sido todo más fácil si le hubiera explicado todo desde el principio, cuando él me lo preguntaba, pero creo que no no hubiera podido, incluso ahora a pesar de que no me siento mal es difícil pensar en cómo decírselo; así que siempre lo dejamos de lado y nos concentramos en este romance que no se acaba.

En estar eternamente enamorados.

Ironias del destino [EDITANDO]  (Kyouya +18) (Ouran High School Host Club)Where stories live. Discover now