El último trozo de ilusión.

27 0 0
                                    

Subí corriendo a la única velocidad que mis piernas me permitían. El corredor estaba totalmente oscuro y callado, como si esperara mi presencia para empezar el show.
¿Sarah?, ¿Mark? Por favor paren. - grité con el poco aliento que aún me quedaba, cada vez me costaba más seguir adelante, sentía que el espacio se reducía rápidamente y el aire se agotaba. Sabía que alguien moriría hoy, pero nunca antes se me había ocurrido que podía ser yo.
El silencio seguía siendo total, la tensión y la incertidumbre eran palpables.
El tiempo se me ha hecho eterno, he revisado 5 habitaciones y sigo sin saber nada de nadie. ¿A dónde se han ido todos?, ¿cómo se han movido tan rápidamente?, voy rozando las paredes con la punta de mis dedos, volteando constantemente a la dirección contraria esperando siempre lo peor.
De pronto escucho la planta de luz prenderse, mis ojos se ven deslumbrados por unos instantes; en cuanto mi vista toma conciencia nuevamente noto que una silueta ha entrado a mi cuarto. Me quedo parada por unos instantes analizando todas mis posibilidades, pero seamos realistas estoy herida gravemente, el aire no me durará mucho , en cualquier momento puedo quedar inconsciente.
Finalmente decido entrar al cuarto, sin embargo al instante desearía no haberlo hecho.
En el interior distingo dos siluetas dándome la espalda, la primera es de un hombre, el cual está un poco recargado sobre su pierna izquierda, la de la derecha en cambio es una mujer, quien está sacando un cigarrillo de una cajetilla dorada.
Esa cajetilla...la reconocería en cualquier lado, el corazón se me hace chico, aprieta con mayor fuerza de lo que imaginaba, el poco aire que había estado guardando en mis pulmones sale en un suspiro sonoro. Lo cual hace que ambos volteen y por primera vez la sala se siente pequeña para tan solo 3 personas.
-Vaya, Sarah, hasta que nos has encontrado.
-Tú...
-Shh, Shh, si hablas te agotarás.
Mis ojos asintieron lentamente, aún tenía la esperanza de que todo esto tuviera una explicación o que fuera una alucinación por mi actual estado.
-Sarah...¿qué haces?
-Terminando mi plan zorra- sin embargo no lo era.
Toda esta situación se sentía tan fantasiosa, y real a la vez como la muerte de mi madre.
-No, yo no -tome un momento para relamer mis labios secos- no comprendo.
Sarah soltó una carcajada como nunca antes la había escuchado, tan sonora, tan honesta, tan...distinta. Fue ahí cuando comprendí que nunca realmente conocí a Sarah.

--------- Continuará el capítulo final-------------

Almas Viejas. Where stories live. Discover now