Almas Viejas.

Un nuevo "amigo".

El reloj marca las 20:18 p.m. Sarah y Julio han estado bebiendo de más.
-Hey, si gustas te acompaño a dejarlos, y de ahí vamos para otro lado- dijo Brandon sobre la música, a lo cual yo solo asentí.
Tomé el bolso de Sarah y la recargue sobre mis hombros mientras nos dirigíamos a la salida; Brandon y Julio venían detrás nuestro.
-Adalia, Adalia. Te amo mucho amiga. Y sé que te has enamorado de un loco, pero aún así te amo- dijo Sarah arrastrando las palabras para posteriormente tirarse al suelo. Sentí una mirada confusa de parte del chico nuevo, y al parecer Julio lo notó también.
- No te preocupes amigo, ella es la onda. Se llevarán muy bien, solo conócela.
-Yo..- comencé a hablar, tratando de buscar la explicación adecuada. ¿Por qué si quiera siento la necesidad de explicarme?
-No necesitas decirme nada. Todo a su momento- dijo de la manera más cálida.
Por fin el taxi llegó a nuestra casa, hemos demorado cerca de una hora y media.
-¿gustan que les ayude a bajarlos?- dijo la señora de más de 50 años.
- gracias, estaremos bien.- respondió Brandon sin si quiera pensarlo.
Y así fue, logramos subirlos a sus respectivos cuartos.
-listo- dije exhausta.
-bien, ahora ¿a dónde iremos?
- podemos ir a caminar por ahí.
-claro.
-¿en serio? No te preocupa que el asesino este suelto, todos hoy en día es de lo único que me advierten.
- no parecemos su tipo- dijo divertido, y no pude evitar que una pequeña carcajada saliera de mis labios.
Las horas se nos fueron platicando, nuestras mentes eran como un pequeño rompecabezas que encajaba a la perfección.
-entonces- dije tomando una bocanada de aire, pues no quería arrepentirme de la pregunta que haría- hablando en serio, ¿qué opinas del nuevo asesino?
Su mirada se torno un poco oscura, y su sonrisa decía que no quería saber.
-Si te digo, sonaré como un psicópata.
-Tal vez tenga algo por los psicópatas.- dije lentamente.
-bien- su sonrisa volvió- si te soy honesto, ya estaba un poco harto del "famoso"- dijo haciendo ademanes de comillas con las manos- Mark, sus métodos no me parecían interesantes, nada más allá de lo normal. Y el crédito y promoción que le han dado es extremo. En cambio este asesino- se detuvo, analizando si debía continuar o no, su paso se fue alentando, hasta que se paró junto a mi, y me miro a los ojos. Como si supiera todos mis secretos. Me sentí intimidada, sin embargo quería que continuara. -¿este asesino...?- lo animé a hablar.- es especial- contesto al fin, sin quitar su mirada de mis ojos, intuyendo todo y nada a la vez. Sentí la electricidad recorrer mi cuerpo, la cual termino en un escalofrío.
-Jajaja, ¿te he espantado de más?
-Para nada. Me has alegrado a decir verdad.
- ¿a sí, por qué es eso?- dijo acercándose en extremo.
-N-No lo sé, simplemente tú mente me ha atrapado.
- y yo me muero por conocer la tuya- dijo más para él que para mi, mientras cerraba el espacio entre nosotros con un beso, sentí algo inexplicable, algo maravilloso, y que nunca antes había experimentado, ni siquiera con Mark. ¿Será que nunca supe del amor verdadero?
-Aahh, Mark!- grite separándome del único beso que he deseado nunca termine.
-¿qué tiene él?
-Él.. Yo.. Am.. - de pronto todo hizo sentido en su cabeza.
-Claro, él es el loco del que hablaba Sarah. -genial,esto ya no tiene futuro pensé- supongo no le hago competencia- continuo, rompiendo mis pensamientos.
-pff, no tienes idea.- dije inconscientemente mientras sonreía y deseaba sus labios nuevamente.
-así que dime, ¿iremos a cometer un asesinato?