Nadie debe saber.

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Devuelta en la casa todos estaban alterados, lo que se suponía sería el "mejor viaje" de la prepa comenzó de la manera más inesperada y turbia.
- no puedo creerlo, yo la mande, yo la mande, yo la mande- repetía una y otra vez Karla, su sentimiento de culpabilidad era palpable en toda la habitación.
- señorita, por favor necesitamos que mantenga la calma, ya que vamos a requerir de su cooperación, de hecho vamos a necesitarla de parte de todos ustedes. Estarán pasando con la agente Lana y conmigo. - dijo un tipo que se hacía llamar agente Jason. Genial, necesitaba deshacerme de esta carta lo antes posible pero la casa estaba totalmente vigilada, lo cual es raro para una ciudad como lo es Progreso.
- Mhm- aclaré mi garganta lo suficientemente fuerte para que Julio me escuchara, pero no levantara sospechas- necesito tu ayuda, no se que hacer con esto.
- ¿Qué?, ¿no lo tiraste en el camino?!
- ¿bromeas? Eso sería demasiado descuidado
- pero ¿y ahora?
- bien necesito que me cubras- dije sin dejar que lo considerara. Fui a tomar asiento cerca de las escaleras, abrazando mis rodillas junto a mi pecho mientras hacia presión sobre el pequeño papel de gran importancia, lentamente comencé a sollozar, meneándome hacia adelante y hacia atrás, subiendo mi ritmo poco a poco, posteriormente comencé a gritar obteniendo la atención de todos.
- Adalia! Tranquila, AYUDA! Necesita salir o tendrá una crisis.
- Lo sentimos joven, tendrá que esperar a que alguno de los agentes se desocupe y ella pueda pasar a hablar.
- ¿ME ESTÁ BROMEANDO?! , NO PIENSO ARRIESGAR LA VIDA DE OTRA DE MIS AMIGAS, NO TENEMOS IDEA DE CUANTO VAYAN A TARDAR AHÍ DENTRO, ASÍ QUE CON SU PERMISO- gritó Julio más desesperado de lo que jamás lo había visto, si no hubiera estado manteniendo mi papel de crisis me hubiera sorprendido bastante e incluso le hubiera creído.
La policía no tuvo más que aceptar que ambos saldríamos.
En cuanto estuvimos lo suficientemente lejos de la casa, comencé a trepar las escaleras de emergencia que dirigían directamente a mi cuarto.
-Hey! ¿Qué haces? - me gritaba suavemente Julio.
- No puedo tirar esta carta, y lo sabes. Ellos no subirán buscando nada, estará a salvo.
- Mierda, está bien pero date prisa- dijo con su característico tono de ansiedad- ahí viene un agente, ¡corre, corre, corre!
- Joven, me indican que usted y su amiga salieron por un ataque de ansiedad. Pero debo preguntar ¿dónde está su amiga? - seguramente la cabeza de Julio estaba formulando una excusa de lo más estupida, pues nunca ha sido bueno para mentir, sin embargo no podíamos arriesgarnos así que no dejé que pasaran ni 30 seg. Tras su pregunta, cuando me causé a mi misma vomito.
- eh, espero eso responda su pregunta- el agente Jason no respondió y fue detrás de los arbustos para buscarme
- ¿se encuentra bien señorita...? -
- Adalia. Si, solo fue un momento de debilidad. Lo siento.
- bien, entonces es mejor que hablemos ahora y así se pueda ir lo antes posible. - asentí y caminé con su ayuda (innecesaria realmente) hacía el cuarto del interrogatorio.
- Pasé tomé asiento, esto debería ser bastante rápido, solo necesitamos de su honestidad.
- Claro, lo que necesite.
- ¿Cómo conoce a Mark Johnson?
Me quedé callada, congelada por lo que me pareció una eternidad. ¿Qué sabían?

Almas Viejas. Where stories live. Discover now