Adalia

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Nunca me ha ido bien en el amor, es más en lo que a mí concierne, tal cosa no existe. Nunca he tenido un novio, ni he besado a muchos chicos como la mayoría de mis amigas, las teorías de mis compañeros abarcaban de todo:
"Es lesbiana" - decían algunos- "no, es demasiado fea" -decían otros, e incluso llegaron a decir "no siente nada!". Idiotas, no sabían nada.
Había sobrevivido hasta casi el final de la prepa ignorando dichos comentarios, nunca me afectaron, ya hasta había aprendido a bloquearlos, pero todo cambió en ese viaje, ese estúpido viaje que me recordó que alguna vez amé y demasiado, me confundió, me ablandó y sobretodo me hizo creer en algo más allá de lo imposible.

- Adalia, por favor por favor vamos!- me repetía Sarah una y otra vez mientras fumábamos un cigarrillo en la azotea "prohibida" de nuestra escuela, me gustaba ir ahí porque podías sentirlo todo. el aire, la naturaleza, la adrenalina y la pequeña satisfacción dentro de la prohibición. En cambio Sarah no le encontraba sentido.
-Sarah, basta! No pienso ir a un viaje de fin de semana en donde no harán nada más que beber y pasársela con sus parejas.
-Ah, entonces es eso, no quieres ir porque no tienes con quien pasártela.
Pues eso no es problema mujer, yo te consigo pareja de fin.
- obviamente ese no es el problema- le dije, ¿mentía? Tal vez, pero ni yo estaba consciente de ello, y si lo estaba no lo admitiría- pero en verdad que esta vez no me han dado ganas
_ ¡VENGAA! ¿Cuántas veces no me has cancelado planes este mes? -me dijo un tanto molesta, y la verdad es que tenía razón de estarlo; la había estado ignorando y cancelando por poco menos de un mes, pues mi cabeza estaba por otros lados.. Que ella jamás entendería, sin embargo era mi mejor amiga y me sentía mal por esto-
- vale pues! Vamos al estúpido viaje, pero no esperes que este de buenas.
- Yeeey, gracias mujer- me dijo efusivamente mientras me abrazaba- ahora bajemos de esta azotea que me da pavor!
Tanto a Sarah como a mi nos daban miedo las alturas, pero lo que sentía allá arriba, lo que veía y hasta escuchaba era un lujo que ningún miedo me quitaría.

El Viernes por la mañana no tuvimos la única clase importante, filosofía.
Casi nadie le tomaba importancia, e incluso les daba igual si la recursaban una y otra vez; a mi me parecía un desperdicio, tanto conocimiento, tanta magia frente a ellos, y la desperdiciaban así, sin más.
Sarah, Julio y yo decidimos ir por unos Twinky y una coca cola para desayunar, todos hablaban de lo emocionados que estaban por el viaje que ocurriría por la tarde, yo en cambio me guardaba mis comentarios negativos mientras en mi cabeza esperaba que algún hecho desafortunado lo impidiera.

Almas Viejas. Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ