The End【JongKey】

XII

El final del amor es un túnel oscuro, tengo tanto miedo porque no puedo ver el camino.

Extraño tu abrazo, supongo que te amaba demasiado.

Cuando ésta noche pase, se convertirá en lágrimas.

Ésta noche extraño los recuerdos que cruzan por mi mente.

Las lágrimas caen otra vez con el recuerdo de ti yéndote.

Dime que volverás para que nuestro amor dure por siempre.

Corría con todas sus fuerzas, quería escapar, sentía que aquel tipo lo estaba siguiendo y eso hacía que las lágrimas se acumulen en sus ojos, sabía que si lo encontraba nada iba a terminar bien.

Chocó varias personas pero seguía corriendo, hasta que miró hacía atrás una vez más y se chocó con una persona que lo hizo caer. Levantó la vista asustado, el miedo le carcomía por dentro, estaba aterrado de ser atrapado.

Era una mujer, quién traía el ceño fruncido por el fuerte empujón pero al verlo, sólo pudo imaginar lo que había provocado aquellas mini heridas en sus labios o mejilla; ablandó su mirada mientras se acercaba y por inercia Key se hizo hacía atrás, permaneciendo en el suelo.

Key se hundió en el asiento trasero de aquel auto, intentando no pensar en nada. No quería. Los recuerdos nunca habían sido sus amigos.

Y ahora...

Apretó sus puños con furia, estaba arruinado, ¡él estaba arruinado! Su vida, sus "planes", todo. Quería a Jonghyun de vuelta, pero no podía seguir viviendo mientras sabía que ese tal Jiro estaba con vida. Era gracioso pensar de qué forma le afectó todo esto, pero se cansó de ir al rincón y llorar hasta que alguien lo salvara... Él ahora quería salvarse a sí mismo.

Fue doloroso dejar a Jonghyun así, pero... No tenía otra opción. Taemin le advirtió lo peligroso que sería si Jiro se entera que él sabía algo.

Lo mejor fue irse sin decir nada, pero agradeciendo con todo su corazón aquella familia que lo acogió y le dio lo que tanto necesitaba...

—Está bien, Key... Ya los volverás a ver —lo consoló Taemin, aunque no se consideraba demasiado bueno en eso.

—Ya lo sé... Pero es duro, ¿sabes? —dijo mirando hacía la ventanilla, observando el exterior. Sintió a las lágrimas acumularse en sus ojos, pero no iba a llorar. Se prometió no hacerlo.

Taemin frunció sus labios. No era momento de ser débil.

—Tu vida fue dura. Ya has llorado todo lo que debías por tu pasado; Jonghyun es tu presente, no llores por él —aunque el menor quisiera sonar amigable o cosas así, lo único que obtenía eran sus toscas palabras con aquel tono de "Vete a molestar a alguien más".

—Lo dices como si nunca hubieras llorado —habló suave mas no quería causar una discusión.

Todavía estaban en el auto.

Taemin se sonrojó y miró hacía la ventanilla contraria... Si tan sólo supiera que minutos antes de ir a buscarlo había llorado por tener que dejar a Minho atrás... Se cruzó de brazos y se apoyó bien en el asiento, casi hundiéndose, mientras miraba como pasaban a las personas.

Taemin quiso revisar algo, buscando algo dentro de un bolso que tenía a su lado y sonrió con labios cuando lo encontró, aliviándose...

Era el estúpido peluche que le había regalado Minho; le había costado repararlo y coserlo pero lo logró, aquella cosa estaba bien ahora. Y Taemin no podía estar más feliz.