Trigésimo quinto capítulo.

1.1K 66 0
                                    

Entré en mi habitación con un aire soñador y apoyé mi cuerpo contra la pared, tratando de escapar de mi mente, tratando de elegir que hacer, si bajar los brazos y rendirme, dejar de ver a Harry, y enfocarme en otras cosas, o seguir intentando que él recupere la memoria. ¿Era lo correcto dejar que Harry siga con su vida por mucho que me duela el corazón? ¿Sería lo correcto dejarlo ir? ¿Cómo sacar todos aquellos episodios vividos junto a Harry? Me sentía confundida y nadie podía ayudarme. Era un problema conmigo misma, y yo sola tendría que arreglarlo. Estaba herida, sin consuelo, y el hecho de dudar de mi misma me hacía peor. 
-¿Qué te sucede? –me sorprendió la irreconocible voz de mi madre.
-¡Mamá! –grité y me abalancé sobre ella brindándole un agradable abrazo. Levanté la cabeza y me llevé otra gran sorpresa. 
-Qué grande que estás _____... llevo mucho tiempo sin verte. –pronunció mi padre después de mirarme de pies a cabeza. Sonreí y lo abracé también. Su ausencia solía ser uno de los motivos por el cual siempre andaba triste, pero en ese momento Harry era una de mis mayores preocupaciones. Sus brazos extendiéndose por mi espalda me produjo un sentimiento muy agradable. 
-Hoy es el baile… siento no poder estar con ustedes. –me lamenté. 
-¡Por eso vinimos! –exclamó mi madre. –me di cuenta de que tenías el vestido pero no zapatos, así que compré unos, llamé a tu padre y ya que afortunadamente tenía tiempo libre, decidimos venir a visitarte y a desearte buena suerte. -A la vez que dijo eso sacó una gran caja donde yacían mis futuros zapatos. Abrí la envoltura y me encontré con unos zapatos blancos de taco bajo, perfectos para mi vestido.
-¡Gracias! –y diciendo esto los abracé. 
-Ya debemos irnos, mi niña. –admitió mi padre y se entristeció al ver mi cara de decepción. –volveré, al igual que tu madre. -Me besó en la mejilla, y a continuación mi madre lo imitó. Luego de dejarme en claro cosas que dicen los típicos padres ‘‘cuídate, disfrútalo’’ se largaron, dejándome otra vez sola, aunque no tan perdida. Gente que me apreciaba a mi alrededor, eso necesitaba. 
Sin vacilar me introduje en el baño y luego de vaciar algunos pensamientos irreales, y luego de ver la hora me apuré porque sabía que no llegaría a tiempo. Después de analizarla, me notifiqué de que mis padres sí se habían preocupado por mí, aunque no tenían mucho tiempo para mí no dudaron en cuanto tuvieron un tiempo libre, sabían que los necesitaba, y eso me tranquilizó. Después de agradecerle a la vida tener unos padres tan maravillosos como esos, me di cuenta de otra cosa. Mi cabeza se aclaró y mis ideas también. Tal vez mis padres no siempre me trataban como debían, ni ,e dedicaban el tiempo que necesitaba, ni me daban todo lo que quería, pero al fin y al cabo con el amor mutuo entre ellos y yo, bastaba.
Dejé de pensar en aquel tema convencida de que la cuota de amor que mi familia me aportaba era la justa y necesaria.
Abrí la tapa superior que lo protegía de la suciedad y la humedad que tanto abundaban en mi casa tanto como en el pueblo, y suspiré satisfactoriamente. Coloqué mi vestido sobre mi cuerpo, y luego de hacer lo mismo con los zapatos, me miré al espejo y me llevé una grata sorpresa. Me encontré con ella nuevamente, era ella. La misma chica que tanto había sufrido, la niña que lloraba acurrucada en su cama, la mujer que no sonreía verdaderamente, aquella con tantos problemas, no parecía ella. Llevaba un vestido con retazos de tela verde y blanco, que juntos hacían una combinación perfecta, y zapatos de poco taco, ya que nunca podría acostumbrarse a usar aquellos tan altos y peligrosos. La chica que solía esconderse de las personas, aquella noche iba a deslumbrar. Haría que todo lo sucedido se vuelva un recuerdo inolvidable. Esa noche comprendería cosas que nunca había entendido. Vería cosas que nunca había visto. 
Sonreí y escuché un golpe en la puerta de madera. Suspiré y me encaminé a abrirla. Preparada para aquella noche que tanto me prometía. Tanto me esperaría. Todo aquello por lo que anhelaba llegaría.
Lo que más necesitaba, volvería junto a mí.

She will be loved (Harry Styles y tu) terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora