Me Niego [Clalec]

Capítulo 6.- "Jaydeen Forbes"

Alec...

Estacioné la motocicleta y me baje, me quite los guates y el casco, lo que me dejo algo despeinado.

Toque la puerta dos veces y espere a que abrieran. Una cabellera rojiza como la de Clary, y unos bellos ojos verde intenso me recibieron con una gran sonrisa.

-Alec... Cuantas veces tengo que decirte que existe el timbre- Dice riendo mi mejor amiga. -Ven aquí- Se acerca a mí envolviendo sus brazos en mi cuello y los míos en su cintura. -Te he extrañado tanto...

-No más que yo...- Nos separamos al mismo tiempo entrando a su casa, era una enorme casa, pero no de esas viejas casas que dan miedo. Era una casa bastante moderna con el piso blanco, enormes ventanas de cristal, dos plantas de altura, un comedor de cristal y sillones blancos, era una casa de ensueños.

-¿Cuál es el motivo de esta sorpresiva visita?- Dijo Jaydeen.

Jaydeen Forbes es una chica a la cual quiero mucho, es mi confidente número uno aparte de Isabelle, mi consejera y mejor amiga.
Su cabello era rubio rojizo, muy parecido al de Clary, sus ojos eran de un verde único, verde cristalino, casi transparente, era de tez blanca sin ninguna imperfección, un poco más baja que yo, y mujer lobo. Ella estaba sola, sin manada.
La conozco desde hace dos años, siempre estuvo ahí para mí y yo para ella, recuerdo con gracia cuando ella me llegó a gustar, que fue muy raro porque también le gustaba a Jace y seguía sin saber que también tenía un gusto por los chicos, así que no se con exactitud que soy porque también me atraen las chicas, un poco más que los hombres, hablar hasta conmigo mismo de esto es raro.

-Necesitaba hablar con alguien- Le confesé.

-Soy todo oídos, literalmente, tengo audición de muerte, puedo escuchar hasta cuando el vecino va al baño- Hizo una mueca.

-Ni siquiera tienes vecinos, están como a medio kilómetro de aquí- Reí.

-Vez a lo que me refiero- Me carcajee, un rato al escucharla, hace mucho que no reía, me hacía falta.

-Me imaginó...- Respondí.

-Ya, dime lo que pasa- Dijo riendo al igual que yo.

-Magnus me engaño con Camille- Dije, su risa paro en seco.

-Oh... Alec... Yo lo siento... Debe ser du...- La interrumpí.

-¿Sabes? De cierta manera ya me sentía preparado para esto, no me dolió como esperaba, solo un poco de enojo pero... No duele- Le solté mirando al piso.

-¿Estás hablando enserio? Decías que lo querías de aquí a mil mundos, ¿Estás seguro?- Dijo confundida.

-No me refiero a que no duela, si duele, pero no de la manera en que yo creía que dolería- Respondí.

-Del uno al diez ¿Cuánto te duele?

-Creó que un 5

-Bueno, eso no es completamente malo, ni completamente bueno, es normal- Me respondió ella.

-Pues ojalá lo supere rápido- Dije.

-Alguien sanara tú corazón, mientras tanto se fuerte, abre tu alma y saca todo el dolor que llevas dentro, alguien mejor llegara y si él no te supo valorar, hay personas que darían su vida por ti, yo daría mi vida por ti. Sal, conoce a gente, diviértete, rie y sabrás el significado de la vida, vive, se feliz, Alec tu mereces ser feliz, recuerda lo siempre. - Me puso su mano en mi rodilla, yo la tome y la envolví entre mis dedos.

-No tengo que salir y encontrar a gente nueva, porque ya la tengo...

Me pare, la levante y la envolví en el abrazo más sincero que pude dar, ella lo correspondió. Era la única persona a la que pude pedir en ese momento.

ED