¿Empezamos de nuevo?

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Sonó la alarma despertándome de un sueño muy bonito donde yo estaba lejos de aquí. La apagué y me dirigí al baño, me miré al espejo y ví mis ojeras, dios, se notaban demasiado.
Me duché rápido para que a Patrick también le diera tiempo.
En la silla estaba mi uniforme, gris, con una corbata negra, sencillo y horroroso, me lo puse y esperé a que Patrick saliera del baño para desayunar.

Llegamos al comedor donde Mikey hablaba con Bob y Pete, mientras los demás comían en silencio.

-GERARD!- gritó mi hermano caminando a paso rápido hacia mí.- idiota, me tenias muy, MUY preocupado- me dio un golpe en la cabeza, lo miré molesto y luego me abrazó.- no vuelvas a irte así.- correspondí el abrazo.

-lo siento Mikey.- fue lo único que podía decirle.

-ven, vamos a sentarnos.- me cogió del brazo y tiró de mí.

-Gee! Pat!- nos saludó Pete sonriendo.- ¿qué pasó anoche?- preguntó mirándome. Posé mi mirada en Frank, quien me miraba sin expresión en su cara. Normal, no sé que esperaba.

-no pasó nada, estoy bien- mentí y sonreí falsamente, Mikey lo notó y me fulminó con la mirada, normal, eso es lo que hacia cuando mis padres o el psicólogo me preguntaban cómo estaba y nadie notaba que realmente no estaba bien, todos excepto Mikey.

-bien, me alegro- sonrió Pete y se sentó de nuevo.

En el desayuno no hubo preguntas, quizás porque todos estaban todavía medio dormidos.
 

En las dos primeras clases Pete me habló de que las chicas se preocuparon demasiado cuando no me vieron, sobre todo Lin-z, yo sólo asentía y sonreía haciendo como que me importaba lo que decía.
En la hora antes del recreo, la cual era libre, me dediqué a dibujar un paisaje nublado y con árboles secos, lo que se dice un paisaje lúgubre. Pete lo miraba con atención y eso me ponía incómodo, no me gusta que la gente vea lo que dibujo ni cómo lo hago.

Al salir al recreo fuimos con el grupo, Patrick ya estaba al lado de Mikey hablando animadamente.

-hey chicos- dijo Bob en cuanto nos acercamos- ¿qué haremos ésta noche?- le preguntó a Pete.

-no sé Bob, ¿qué propones?- Bob lo miró con una sonrisa siniestra.

-escabullirnos a la habitación de Lin-z, nos invitó a jugar a la botella, pero debemos ir todos, y con todos me refiero a TODOS.- Bob me miró. Ok, indirecta captada.

-oh... Bueno, yo no...- Bob me interrumpió.

-venga Gerard, hazlo por el grupo- hizo un puchero y asentí desganado.- bien! Le enviaré un mensage a Lin-z.-dijo sacando el móvil.

En todo el recreo estuve callado, al igual que Frank, que solo me miraba fijamente, esto me incomoda muchísimo.

Al sonar el timbre me levante y me dispuse a ir a clase, pero sentí que me cogían la muñeca izquierda y tiraban de mí.

Cuando pude reaccionar tenía a Frank  tapándome la boca y arrastrándome al armario del conserje.

-¡¿Pero qué coño haces puto loco?!- el sólo me tapó la boca otra vez.

-sshhh! Habla bajo si no quieres que venga una puta monja y te meta en la sala de castigados!- me regañó Frank sin quitar su mano de mi boca.

-vale, bien, ¿que quieres?- dije desganado, la verdad, no me interesaba nada de lo que pudiera decir.

-l-lo ssiento- dijo con dificultad, wow, espera, ¿Frank se está disculpando?, conmigo?!- ayer me pasé mucho contigo, pero me cuesta confiar mucho en las personas.- tenia la mirada baja.

Mama we all go to hell.(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora