Capítulo 9

7K 618 19
                                    

Me detengo y me suelto de su agarre para mirarlo de frente, él tiene la cabeza baja. Me acerco poniéndome de rodillas a su lado, le acaricio la mejilla y él levanta la cabeza, levemente le sonrio

-¿Qué pasó ese día?- le pregunto dulcemente como si hablará con un niño asustado.

-Todavía no estás preparada, Caperucita- me responde yo suspiro en respuesta.

-Quieres que no me aleje, - digo mirando directo a sus ojos plata que tanto me hipnotizan- Pero necesito información para quedarme, tengo que saber, no puedoquedarme con un desconocido.

-No puedo- dice, en sus ojos hay pena y dolor por lo que dije pero no tengo más opción que suspirar.

-Bien, como quieras. - respondo me acerco y beso su mejilla - Volveré, lo prometo.

-Morgiana- me suplica, le sonrío.

-Tranquilo, - me levanto y agarro la canasta- Vuelvo después de ir a casa de mi abuelita y entregar esto. - levanto la canasta en su dirección para que la vea.

-Déjame acompañarte- dice rápidamente y parece tan desesperado que no puedo negarme, asiento lentamente, aún quiero saber pero no voy a insistir.

-Pero será raro verme con un hombre - ni siquiera había terminado de decir eso cuando el ya estaba transformado en lobo y le sonrío - Igualmente mantén la distancia.

El lobo mueve una oreja en aceptación y niego levemente.

Empiezo caminar tranquilamente con el siguiéndola a una distancia prudencial, de la casa de él hacía la de su abuela no había mucha distancia... Solamente que la de él estaba más oculta... Mucho más oculta.

Suspiró. Intento ignorar mis pensamientos que no están tan lejos del lobo que viene atrás mío caminamos unos metros más y puedo ver la casa de mi abuela apresuro mi paso y sonrío miro hacia atrás, El lobo me sigue de cerca.

Me detengo cuando lo hago él se acerca.

-Gracias - digo acariciando su oreja suavemente- Aquí deberías quedarte si mi abuela ve un lobo lo más seguro es que llame a un cazador - sigo acariciando su oreja y su cabeza se mueve hacía el tacto instintivamente sonrío con ternura ante la acción.

<<Si me la como antes, No tendríamos ese problema>>

Rio ante su respuesta me niego lentamente él mueve su cola aprovechando mi momentánea distracción me lame la mejilla, me da cosquillas

-Basta - le digo pero él no me hace caso sigo riéndome, odiando hacerlo me apartó- Vamos tengo que irme mi abuela se preocupará si escucha mi risa y me ve jugar con un lobo, y lo más seguro es que diga estoy loca.

<<Sé perfectamente lo que haría y no quiero que vuelva a pasar, No ahora que puedo volver a estar contigo. Por favor Caperucita te suplico no le digas que me hablaste, nunca me has conocido, no le hables a nadie de mí... si haces eso, te estaré eternamente agradecido>>

- Pero ¿Por qué? ¡Dime por qué debo ocultar mi felicidad! ¿A quién daño siendo feliz? - digo irritada.

<< No dañas a nadie Caperucita. A mí me importa tu felicidad más que nada en el mundo, si tú eres feliz y sonríes sinceramente, puedo asegurarte que puedo ser llamado la persona más feliz del mundo y no sería mentira>>

- ¿Tan importante soy para ti? - digo confundida y a la vez un sentimiento desconocido creciendo en mi pecho haciéndome difícil respirar, mi ritmo cardíaco acelerándose, mi respiración cortándose... siento como si mi corazón quisiera salirse del pecho golpeando fuertemente mi caja torácica.

<< Más de lo que puedes imaginar Caperucita. Incluso si tú me llegarás a amar no sería nada comparado a lo mío los sentimientos de los humanos van y vienen como sus emociones todo depende su estado de ánimo, circunstancias, su entorno.... cambia como las estaciones, el aire, el agua, la tierra; Todo está en un estado de cambio continuo NADIE lo puede parar y no es como que si alguien quisiera. Así es el mundo, así son los seres humanos>>

- No me compares con todos si no me conoces- espeto enojada- ¡No sabes cómo amo! ¡Te aseguro que el día que te llegue amar mis sentimientos hacía ti nunca van a cambiar! ¡Ni la distancia, ni la muerte, ni nada que nos depare el destino podrá cambiar mis sentimientos!

Escucho su risa en mi mente, a pesar de estar enojada su risa se derrama sobre sobre mis sentidos como miel cálida endulzando de cada uno de mis pensamientos dejando en ellos a una sola persona... o lobo.

<< ¿Eso es una declaración de amor? >>

Sonrio ante su tono y con el mismo tono respondo.

-Cree lo que tú quieras.

Sin más me voy, más feliz de lo que he estado en años, desde que mi padre falleció.





¡¡Hola!!

Muchas gracias a los que leen a las que votan las que comentan y se toman el tiempo de leer esta versión de Caperucita Roja

Espero les gustará este capítulo y ya saber cómo Pueden hacérmelo saber votando, comentando e incluso siguiendo mi perfil.

Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer mi novela

¡¡Buen día!!

CAPERUCITA ROJA Y EL LOBO FEROZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora