¡¡¡Dios!!! Siento que mi corazón quiere salirse. ¡Primero me sonríe y ahora me pide que compartamos el plato!

- E-e-está bien. Ahora regreso - dije antes de que se arrepintiera y fui rápido a la cocina.

Con el corazón a mil por hora, busqué cubiertos para mí, una servilleta y un bote de cerveza. Respiro hondo para tratar de controlar el latido de mi corazón, pero no puedo. Voltee a ver reloj en el horno.

- ¡Con razón! - me digo mientras voy a mi mochila a buscar mis pastillas. Pero no las encuentro, que extraño, siempre las traigo conmigo. Me busco en los bolsillos del pantalón y tampoco - tal vez las dejé en casa.

- ¿Sucede algo? - escucho su voz en la puerta de la cocina. Me sacó un brinco del susto.

- No, nada - sonrío y salgo.

- ¿Entonces por qué tardas tanto? Tengo hambre - dice mientras se adelanta a su oficina y yo voy detrás de él.

Cuando entré vi que había puesto el plato en la mesa de centro de su oficina y había acomodado dos cojines de su sillón en el piso. "Tan romántico" pensé, pero obviamente él no lo hizo con esa intención. Aunque el efecto fue el mismo en mí.

*¡Sí es romántico Saeng! Lo hace inconscientemente, te acostumbrarás*

Me senté en uno de los cojines y empezamos a comer, en silencio. Estaba muy nervioso, que a cada rato tomaba un trago de la cerveza porque sentía que la comida se me atoraba por lo seca que sentía la boca, hasta que, en uno de esos tragos, sentí su mirada sobre mí que casi me ahogo.

- Cof cof cof - tomé la servilleta y tapé mi boca.

- ¿Estás bien? No bebas tan rápido la cerveza, te vas a embriagar - dijo mientras daba pequeños golpecitos en mi espalda.

- S-sí... lo siento.

Y otra vez el silencio mientras comíamos. Yo procuraba hacerlo lentamente para no ahogarme otra vez y porque quería que el momento durara para siempre. Entonces sin darme cuenta fijé mi mirada en su mano.

- Es bonito ¿verdad? - reacciono y volteo a verlo - el anillo...- me dice moviendo su dedo.

- ¡Ah!... sí, muy bonito - ¡Dios! no quiero saber, no quiero saber.

- Lo compré hace algunos años, hacía pareja con otro - ¡¡¡Dios!!! No quiero saber, no quiero saber.

- Oh... y el otro...- pasé saliva - el otro ¿dónde está? - mueve su mano y se pone a observar el anillo. Respira hondo, vuelve a mover su mano y me cambia la conversación.

- Entonces... estudiaste en Europa, eso leí en tu currículum.

Sé que es un paso que se interese en mí, pero me he quedado con un nudo en la garganta, ahora tengo la duda de ese anillo, de la vez que estaba tocando el piano bebiendo, de la tristeza que he visto en sus ojos.

Kim Hyung Joon (POV)

Todo el día me han estado llegando mensajes al celular, está enojado porque no me encontró ayer al salir del hospital. No he contestado ninguno pero no dejan de llegar, está poniéndome nervioso.

Tanta insistencia me descontrola, me vuelve más torpe de lo que soy. He tenido que rehacer algunos archivos, casi caigo por las escaleras al escuchar el sonido del celular, afortunadamente el otro interno de cardiología Jung Yun Ho iba pasando y logró detenerme. Sentí mucha vergüenza, terminé disculpándome con él no sé cuantas veces.

No puedo concentrarme, estoy sentado frente a mi escritorio viendo la computadora sin hacer nada. Escucho a lo lejos que tocan a la puerta pero no contesto. Entonces veo que se abre.

Cosas que nunca te dijeWhere stories live. Discover now