Capitulo 07

304 44 0
                                    

Kim Hyung Joon (POV)

Hoy llegué un poco tarde al hospital, he tomado tiempo en las mañanas para ir a ver a Hyun. Hago que se levante de la cama, se bañe, coma algo y vaya a la universidad, debe terminar sus estudios, Kyu así lo hubiera querido, además tiene que empezar a ir al restaurante.

Poco a poco ha comenzado a recuperar su vida diaria, lo extraña, aún sostiene su foto por las mañanas antes de salir y estoy seguro que lo hace también antes de acostarse a dormir. Kyu, espero estarlo ayudando, no quiero verlo sufrir más, espero que pronto pueda recuperarse.

*Gracias Joon, lo estás haciendo bien, no lo dejes caer*

Caminé por los pasillos del hospital y cuando llegué a la recepción de las oficinas administrativas, la secretaria me estaba esperando con una sonrisa, como si algo bueno hubiera pasado.

- ¡Joven Kim! ¡Qué bueno que llegó!

- Hola ¿Pasa algo? ¿Por qué estas tan feliz?

- Sí, pasó algo bueno.

- ¿En serio? ¿Qué paso? ¡Te sacaste la lotería! - le digo de broma, ya no quiero estar triste, si quiero ayudar a Hyun, debo empezar por mi mismo.

- ¡Ay no! Si eso hubiera sido ya no me hubiera visto aquí esperándolo.

- ¡Qué mala! Me vas a abandonar por unos cuantos millones - le contesto haciéndole cara de niño enojado.

- ¡Aigoo! ¿Así como le puedo abandonar? Usted siempre tan lindo.

- Jajaja Ya mejor dime ¿qué fue lo que pasó?

- ¡Ah cierto! Pasó esto - se agachó y sacó debajo del mostrador un arreglo de rosas blancas y rojas.

- ¿Y eso?

- Las trajeron para usted hace unos momentos - me dice con esa sonrisa. A mí se me borra, se de quien son, hay una tarjeta, pero no la tomo.

- Gracias.

*Joon, tíralas. No las conserves.*

Cojo el arreglo y me voy a la oficina, las pongo junto a la ventana, la tarjeta aún está ahí, me siento en mi silla, pero ese arreglo me tiene muy inquieto. No quiero ver esa tarjeta y tampoco quiero ver esas flores.

Respiro hondo, me levanto, las vuelvo a coger y salgo, pienso en tirarlas, pero son un desperdicio y son bonitas, no tienen la culpa de quien las envió, así que pienso en buscarles otro lugar: la sala de descanso, así que voy hacia allá.

*No Joon, no las lleves ahí. Tíralas*

Abro la puerta con dificultad porque tengo las manos ocupadas, la verdad el arreglo es bastante grande, bien sabe que el daño que hizo lo amerita, pero no quiero saber nada más de él.

Realmente me sorprendió ver esa escena, ese interno que ya ni recuerdo como se llama, pero que me parece insoportable, estaba en una posición muy comprometedora con la doctora Sakai. La verdad no me interesa lo que hagan con sus vidas, así que me disculpo y salgo de ahí.

No sé que voy a hacer ahora con este arreglo, pensaba dejarlo ahí pero ahora voy de regreso a mi oficina, otra vez junto a la ventana.

- ¿Qué quieres? No le voy a decir a nadie si eso te preocupa - le dije a ese interno que vino hasta mi oficina siguiéndome - ¿Te puedes ir? Tengo muchas cosas qué hacer.

Me siento en mi silla de nuevo, ese tipo no se va, está parado en el marco de la puerta, me le quedo viendo, esperando a ver a qué hora se le ocurre irse, hasta que por fin habla.

Cosas que nunca te dijeWhere stories live. Discover now