Pensando en ti

Capitulo 7

Bajamos del auto rumbo a un edificio muy alto, se notaba que era nuevo el edificio ya que la estructura era un poco moderna, dejamos el auto en el estacionamiento del edificio y entramos, mire que estaba un recepcionista el cual saludo a Sebastian, subimos por el elevador y llegamos a uno de los pisos mas altos.

- Este es el departamento que compre hace un mes, vengo aquí cada que tengo tiempo, después de trabajar para llegar verte al menos unas horas después del día.

- No sabía que estaba fuera de la escuela a causa de esto - caminábamos por los pasillos, era un lugar muy cómodo, nos detuvimos enfrente de una puerta la cual fue abierta con la llave que traía Sebastian.

- Aun necesita la pintura y algunos muebles, gracias al dinero que gano y el que me dan mis padres aun pude terminar de pagarlo, comenzar a pintar y la decoración.

- Todo es cosa de tiempo.

- Aun falta tu habitación, técnicamente falta todo de ella y aun falta la cama de la mía.

- Tranquilo, ya sera a su tiempo, ¿seguro que quieres que tenga mi propia habitación?

- Si, quiero dormir de noche a la perfección es mejor que no compartamos cama, es bueno hacerlo debes en cuando mas aún no es momento, quiero vivir contigo pero no quiero que pienses que solo eres un juguete para mi, tu eres el amor de mi vida quiero estar contigo de una manera especial - me gustaba la idea de que tuviera mi propia habitación por que aun no creo que sea bueno acercarnos demasiado a pesar de los cuatro años de conocernos, compartir la habitación en la escuela era diferente a compartir mi privacidad, no quiero que el duerma en el sillón a causa de alguna pelea o que se valla de casa sin saber a donde, mejor que este en su cuarto y yo en el mio si eso sucede.

- Lo se, ¿puedo ir a ver los cuartos?

- Te informo que el baño tiene tina - lo mire a lo que el sonrió, negué con la cabeza de una manera divertida, mire por la ventana y se veía el cielo, era algo único, me gustaba la vista, los sillones están en el cuarto que corresponde a la sala, estaba el comedor de cuatro personas a un lado de la sala, una pantalla instalada en la pared, la cocina era pequeña pero cómoda, tenía una pequeña barra con dos sillas, el refrigerador estaba vació, el microondas estaba a un lado en la tarima, corrí y ví el baño principal, era pequeño pero con lo necesario, corrí a las dos habitaciones, era una mas grande que la otra, los dos tenía un baño, mas sabia que el baño al que se refería Sebastian era él que estaba en su recamara, tenía una gran vista, me gustaba el espacio, la vista, cada cosa era especial, tenia que encontrar un trabajo para poder que Sebastian y yo podamos vivir juntos lo antes posible.

- ¿Te gusto?

- Me encanto, es perfecto.

- Sabia que te gustaría, bueno tenemos solo una opción, quedarnos a dormir en la sala ya que no tengo dinero suficiente para un hotel.

Las cosas que estaba en el carro las subimos al departamento, solo faltaba esperar para que todo estuviera listo para mudarnos lo antes posible, acomodamos los dos sillones, colocamos sabanas, almohadas y cobijas para poder dormir mas tarde, Sebastian rento un par de películas, preparamos palomitas en el microondas y nos quedamos el resto de la tarde viendo películas, me metí en las cobijas, era una noche fría, estaba comenzando a llover, las luces estaban prendidas, Sebastian estaba preparando un chocolate caliente, estaba mirando al techo hasta que se fue la luz.

- Genial, lo que nos faltaba se fue la luz - dijo él, tenía en su mano solo una taza de chocolate - toma, solo se calentó uno.

- Podemos compartirlo, es una gran cantidad.

- Tómalo como tu bienvenida - tome la taza entre mis manos y tome un poco, estaba delicioso, lo deje e la mesa de centro y me senté para hacerle un lugar a el en los sillones.

- Esta es la primera noche juntos, en este lugar que ya es nuestro.

- Lo se, es lindo pensarlo de esa manera, puedo hacerte lo que quiera - colocó un brazo detrás de mi cuello.

- Aun recuerdo cuando regresamos de esas vacaciones - mire el anillo que estaba en mi dedo.

- Quiero darte un regalo a ti - dijo.

- ¿Que?

- Ahora que lo dices no estoy tan seguro de querer tenerte lejos de mi, se que es un poco pequeño el departamento, pero de todas las veces que hemos dormido juntos estoy acostumbrado a tenerte a mi lado, me gusta abrazarte, no quiero que tengas tu propio cuarto.

- Lo se, compartimos cuarto hace años y esta vez igual.

- Erick.

- ¿Si?

- ¿Dormirías conmigo?

- Yo siempre dormiría contigo.

- Sabes algo - me recosté en su hombro - siempre pensé en enamorarme de una gran chica - me separe de él y lo mire o al menos lo poco que se veía a falta de la luz.

- Yo también, nunca pensé que me enamoraría de mi compañero de cuarto en tercero de secundaria.

- Antes de que llegaras a la escuela, Valentina era mi novia, dure con ella año y medio, eramos felices hasta que ella cambio mucho y cortamos a causa de que le gustaba a ella otra persona, me dolió al principio, nunca compartí habitación con nadie, estaba muy solo, mis amigos solo eran en clase ya que me gustaba estudiar en la biblioteca o en la habitación donde nos conocimos, en tercer año cuando llegue con la recepcionista me dijo que tendría a un nuevo compañero, pensé que era un chico genial el cual seria mi mejor amigo, en el momento en el que entraste a la habitación sabia que mi vida cambiaría, al verte con lentes y con actitud de socializar fue un gran momento, las bromas nacieron porque me llamaron tus labios de alguna manera, el día en que nos besamos no sabia que hacer, estaba bolas mi cabeza, sentir tu respiración mezclarse con la mía es una de las mejores sensaciones, rozar tus labios con los míos es otra de mis partes favoritas, no sabia que hacer después de el roce, sabia que lo correcto era separarme de ti mas no lo hice, ese beso fue único porque nunca me sentí de esa manera - me senté en sus piernas quedando frente a frente, pase mis brazos por sus hombros, él recordarlo siempre era doloroso cuando se fue, no hable con nadie por días, Eidan era el único que me hablaba y al que no le contestaba grosero.

- Sebastian, después de que te fuiste mi vida no fue igual, me asignaron a un nuevo compañero, no le hablaba a nadie, estaba muy solo, quería saber de ti, te llame mas me decían que estabas saliendo con alguien mas, no me rendí con eso, quería verte hasta que me di por vencido y comencé a salir con Eidan, salimos de vacaciones juntos y demás cosas mas no estaba listo para olvidarte, no quiero perderte de nuevo - me acomode en su cuello, él paso sus manos por debajo de mi camiseta, él no tenía puesto nada en su pecho, acariciaba mi espalda, el silencio era parte de la habitación, mis manos pasaban por su espalda, mis labios pasaban ligeramente por su cuello hasta que él me susurro.

- No me arrepiento de nada, si me pidieran escogerte a ti o a Valentina, diría millones tu nombre - estaba a punto de decirle algo, mas el coloco su dedo en mis labios - no hace falta que digas algo.

- Yo te iba a decir que me besaras - me quito la camisa dejándola en el suelo, dejo sus lentes en la mesa de centro junto al lado del chocolate - esta es la mejor bienvenida.