Me levanté por la mañana, era el último día que estaría en mi casa, mire de nuevo a la ventana, era una mañana oscura, las nubes cubrían el cielo y eran grises, prepare todas mis cosas, me levante, me bañe y arregle, salí en el auto de mi madre a revelar todas las fotos que tenía en la cámara, llegue a la tienda y me atendió una señorita me entregó las fotos después de unos minutos, salí de la tienda y me di cuenta de que estaba lloviendo, subí al auto de mi madre y fui directo al parque, estaba desierto baje y me quede en una banca sentado, la tarde llegó y seguía la lluvia y yo era su compañía, estaba solo, extrañaría a mis amigos y cada parte de la escuela, me levante y decidí regresar a casa.
- Ya llegue - grite para saber si mi madre estaba a lo que no recibo respuesta, subí de nuevo a mi habitación y me metí a bañar una vez más para no enfermarme, todo el día se fue rápido, tome las fotos y las vi una por una, tenía demasiadas con mis amigos y sólo 5 con Sebastian, ya no sabía que es lo que quería en la vida, tal vez me quede con Eidan por el resto de mi vida y adoptemos una niña, tal vez me casé con una chica y formé una familia, aún estaba demasiado joven para pensar en eso.
- Ya llegaste, que bueno, tengo que hablar contigo antes de que te vallas - se sentó a un lado de mi y vio las fotografías - hijo, tal vez te encuentres en una situación muy diferente, quiero que sepas que estaré contigo, llámame si necesitas algo.
- Gracias mamá, te voy a extrañar - no me iba a mudar a otro país, sería como el internado sólo que un poco más lejos, mi maleta estaba lista llegaría una o dos horas más temprano para saber con quien compartiría el cuarto y organizar mis cosas, me despedí de mi madre y me fui en su auto el cual ahora me pertenece, maneje desde las seis de la tarde del día domingo y llegue a las doce en punto, me dieron mi edificio y mi llave, me trajo recuerdos, sabia que no era posible que compartiera cuarto con él porque no se que a sido de él, tome la llave y solté un gran suspiro al entrar a la habitación y encontré tres maletas en el suelo y un chico en la cama de arriba.
- ¿Erick?
- Si ya se te lo dijo la señora encargada del edifico ¿no?
- No, te conozco como la palma de mi mano - bajo de la cama, un chico alto, con lentes color negro, cabello castaño oscuro, ojos verdes y una sonrisa en los labios.
- ¿De donde me conoces? - él miro mi mano, aun traía puesto el anillo que fue nuestro regalo de año nuevo, mire su mano y tenía un anillo igual al mío a lo que me quede impactado, no podía hacer ningún movimiento, tomo su anillo y ahí estaba mi nombre, era Sebastian después de tres años y medio de no verlo - eres tu... - no me contuve las lágrimas, estaba llorando y tapando mi cara con mis manos, el sonrió y me abrazo, le correspondí el abrazo, no creí que estuviéramos de nuevo en la misma escuela y habitación.
- Te extrañe tanto - dijo él.
- Yo te extrañe demasiado, te necesite desde el primer día que te fuiste.
- Perdón por decirte que olvidaras todo y lo dejaras en el pasado, trate de superarte pero no pude, le pregunte a todos por ti y me decían que estabas ocupado con la escuela que tuviste un nuevo compañero de cuarto llamado Eidan y que estarías en esta universidad, mis padres me dejaron venir aquí pensando que no te encontraría nunca mas y logre cambiarte de habitación para que estuvieras conmigo - todo era confuso, creí que si lo vería de nuevo mis sentimientos no cambiarían, que seguiría intentando enamorarme de Eidan mas se que es imposible a causa de que mi corazón escogió, escoge y escogerá a Sebastian.
- Sebastian tengo novio - dije de repente, él se separo y me miro.
- ¿Novio?
- Después de que te fuiste llego Eidan a la habitación, con el paso del tiempo nos hicimos amigos, no dejaba de llorar de verdad te extrañe demasiado, él se me declaro tres meses después de que te fuiste y comencé a salir con el.
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Pensando en ti
RomanceSegunda parte de "Dulce Destinó" Soy un chico de 18 años, voy en la misma escuela que hace unos años atrás, conocí el amor verdadero con mi compañero de cuarto, surgieron problemas y uno de los dos tuvo que irse y olvidar todo lo que paso en esos me...