Capítulo 29

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Día 18 de enero.

¿Estudios? Bien.

¿Relación amorosa? Bien

¿Periodo menstrual? No.

Cogí cita para ir al maldito ginecólogo. Logan tuvo que pedir el día libre por temas de salud, y sí, los chicos se enteraron de porque eran. Antes de irse a ensayar esta mañana, me agradecieron el hecho de robarles un día. Me imagino la cara del coreógrafo cuando le dijeron: "Ey Kenny, mañana no vendremos. Es que a Miranda no le baja la regla y sería una mierda que quede embarazada ahora. Y como sin Logan no podemos hacer nada..." Y también me imagino a Kenny haciéndoles sudar el triple por listos.

Las chicas y yo acordamos ir a comprar ropa por la mañana y almorzar fuera.

Fuimos a una tienda de ropa para recién nacidos. Tener una amiga embarazada en estos momentos puede llegar a hacerse complicado.

Resultado: si dejo a Alexa, se lleva le tienda entera. La muy "lista" compró pura ropa unisex. Me moría por saber el sexo del bebé.

Decidí mimar a mi novio, y compré más ropa para mi que para él. Varios pantalones vaqueros, dos de chándal, dos camisetas y una camisa de salir. Como quería a Logan... No se que hizo conmigo. Pero me encanta comprarle ropa para sorprenderlo, ir a buscarlo al estudio y... Que me apoyara era lo más importante. Me compré unos vaqueros blancos largos, rotos por las rodillas y un top negro con escote. Hacía tiempo que no me compraba unas deportivas, así que me compré una negras y otras blancas. Un poco de maquillaje que me iba haciendo ya falta y una chaqueta gris de punto. Cuando volvimos a casa, tras comer, los chicos estaban allí.

-¡Qué cargadas! -dijeron al venos con las bolsas-. ¿Qué traéis ahí?

-Yo traje ropa unisex de bebé y Carlos, te compré una camisa pero debes probártela, espero que te quede bien. -dijo Lex, pasándole las bolsas-.

Él miraba su bolsa muy emocionado.

-Me muero por tener un bebé. -dijo-. Es lo más maravilloso que puede pasarte.

-Sí, con 27 años, no con 18... Así que por favor... Ahora no. -le dije-.

Todos rieron y consiguieron que me destensara.

-Yo compré sábanas para tu cama, James. Rosas, de hecho. -dijo Laura-.

-¿No habrás hecho eso? -dijo James. Laura las sacó-. Oh, mierda...

-¿Apostamos a que lo haría o no? -dijo ella-.

-Lo hicimos, a quién se le ocurre... -dijo él-.

Pero acto seguido le dio un beso en la frente, y sonrió. La verdad, es que no sabía si eran pareja. Por lo que me había contado Laura dijeron de intentarlo pero dejaron su conversación pendiente... Me temo que ni ellos saben y yo quiero saber. Y todos.

-Yo le compré a mi lindo y hermoso novio unas púas de guitarra que quería y una camisa de cuadros amarillas. -dijo Macy, dándole la bolsa a Kendall-.

El sonrió y la besó. Kendall había ayudado a Macy a calmarse un poco. Se le veía queriendo ir despacio con él, se notaba que no era algo pasajero.

-Yo... Míralo tu mismo. -le dije a Logan, tras darle un beso-.

Sacó las pendras una a una y las miró.

-Guau... Empiezo a creer que tienes una especie de fetiche con los pantalones de chándal. -dijo y reímos-. Gracias, princesa, eres la mejor del mundo.

Me abrazó.

Subí a llevar la ropa arriba y acomodé mis cosas en el armario.

-Algún día el armario explotará de tu ropa. -dijo él-.

-Y el espejo, de todas las veces que te miras. -contraataqué bromeando-.

-Touché. -dijo y me besó-.

El día 19 me levanté súper tensa. Pero no creo haber sido más consciente de lo que pasaba hasta que llegué a la maldita consulta y me senté fuera a esperar. Logan me daba la mano pero lo notaba nervioso.

-¿Te puedo hacer una pregunta? -le dije. Él solo asintió-. ¿Que pasaría si me dicen... Que estoy embarazada? -pregunté-.

No sé por qué, pero me arrepentí de la pregunta. Realmente no se si quería escuchar una bendita respuesta a eso.

-Nada, no pasaría nada. Saldríamos adelante. Pero espero que sea una falsa alarma. A nuestro hijo no le faltaría de nada, Miranda. Pero somos jóvenes. Quizá yo no, pero tú sí. Y yo solo quiero estar contigo. -me dijo-.

-Espero no estarlo. -le dije-. Algún día, pero con 18 años, no.

Y justo en ese momento oí mi nombre procedente de megafonía para que entrara a consulta. Entré de la mano de Logan. Saludamos al doctor, un señor ya bastante mayor y nos sentamos.

-Hola, jóvenes, ¿qué os trae por aquí? -dijo él-.

-Verá... Es que tengo un... Un retraso. Y no creo estar embarazada. Quizá tengo algún problema... Me gustaría que me revisara, si puede ser. -dije-.

-¿No te has hecho la prueba de embarazo? -preguntó y negué-. Vale, ¿cuándo mantuviste relaciones sexuales por primera vez?

-A final de octubre. -dije y enrojecí casi inmediatamente-.

-Vale, vamos a revisarte. -me dijo-.

Me metí en una habitación y me quité toda la ropa. Me puse una bata y me acosté en una especie de silla. Parecía las del dentista. Sí, hacia mucho que no venía y no, nunca me habían revisado. Él médico me revisó rápidamente y me mandó de nuevo a vestir, dejándome sola. Vaya con la rapidez de la sanidad americana. No hablemos de la española, porque yo podría tener un bebé y no me habrían llamado para revisión. Sí, España iba más lento. Salí y observé a Logan, nervioso, mientras el médico tecleaba.

-Está todo en orden, el periodo debería venirte en breve. No te preocupes. Será cosa del estrés. ¿Estás estresada? -preguntó-.

-Lo estoy. -afirmé, pensando en el examen-.

-Bien, es por eso, cuanto menos lo pienses antes te vendrá, hazme caso. No pienses demasiado e intenta controlar tus nervios. Y usad protección, ¿vale? -nos dijo-. Eso es todo.

Tras darle las gracias salimos de la consulta y una vez fuera, abracé a Logan y él me rodeó con sus brazos.

-Todo está bien. -me dijo-.

-Lo se, amor, lo se. -contesté-.

Y nos dirigimos de vuelta a casa.

Alexa me llamó diciendome que se iría a comprar comida con las chicas y si quería ir, pero le dije que descansaría. Al llegar a casa, vi a tres chicos, en ropa interior, bailando en el salón.

-¿Puedo preguntar que es esto? -dije-.

Ellos se echaron a reír y pararon la música.

-Hay que aprovechar los días sin ensayos. -dijo Carlos-.

-Chicos, ahora vivís con una señorita. -les dije-. Yo también quiero bailar. Pero con ropa. Logan ven, vamos a bailar. -lo traje hacia mí-.

-¿Alguien está feliz? -dijo James-.

-¡Alguien no está embarazada! -dije-.

Y Kendall subió la música. Cenamos con las chicas cuando llegaron y jugamos a las cartas como lo solíamos hacer.

Creo, si no me equivoco, que ese fue el último día bueno, hasta que todo cambió, aunque poco a poco y sin que nos diéramos cuenta.


Tan mía (con Logan Henderson)Where stories live. Discover now