Los hijos de Gótica.

15. ASILO ARKHAM.

PUZZLE/ WALTER. 

No sabía que pensar, solo sabía que quería matar a Batman y a la nueva Batgirl, quería rescatar a mi padre, era todo lo que sabía.

--Walter, espera. --Dijo Emma a mis espaldas.

Me voltee.

--Tengo que ir por el, y tenemos que eliminar la evidencia. 

--Lo se, pero no corras al Asilo sin un plan, es peligroso, y más con Batman ahí.

--¿Y que esperas que haga? --Grite. 

Ella puso sus manos en mis mejillas.

--Espero que te calmes. 

Sus ojos grandes casi negros me calmaron, me hicieron entrar en razón. Respire al verla a ella.

--Tu brazalete tiene computadora. --Dije. --Lo necesito.

--¿Que? 

--Creo que puedo acceder a los archivos de Arkham desde ahí. Confía en mi. 

Ella se quito el brazalete casi sin dudarlo y lo puso en mi muñeca. 

--Tengo que darte un antifaz. --Dijo ella con una sonrisa.

Entramos de nuevo en la habitación. 

--Phoebe, préstame tu maquillaje. --Le dijo Emma.

Phoebe sacó una pequeña barra con distintos colores de polvos. 

Emma comenzó a maquillarme los ojos de negro, luego a cada uno le puso una ralla diagonal morada, después, el resto lo siguió maquillando de negro hasta parecer un panda, pero era una panda irreconocible. 

BLACK CHAT/ ADAM.

Hicimos equipos, Phoebe o Lady Poker y yo eramos los que teníamos que conseguir las fotos que Batman había dejado en la mesa de interrogación. Emma, Rose y Walter iban a ir por el Acertijo y Deadshot mientras desactivaban las cámaras y crean una distracción. 

Phoebe y yo escalamos la pared de ladrillos central mientras que los demás escalaban la pared norte. La ventaja de que Phoebe tuviera a un papa preso tanto tiempo en Arkham es que ella conoce la mayoría de las zonas del edificio, no era porque tuviera el privilegio de visitar a su papa, si no que con ayuda de hakers ella invadía las instalaciones. 

--Por aquí. --Dijo mientras corríamos por el techo.

Llegamos a un ducto de ventilación que parecía más bien un tobogán frío y oscuro.

--Esta es mi parte favorita. Préstame tu navaja. 

--Ah no. --Dije sacando mi preciosa arma. --No dejare que la uses.

--Exagerado. Te prometo que no sacare tu morado ojo.

Seleccione mi destornillador y comencé a sacar los tornillos de la rejilla del ducto.