Clemont se limitaba a sentarse en el receso con Ash o a mandar mensajes de texto a Serena en sus ratos libres; pero cuando ____ llegó a su vida, le enseñó una nueva manera de vivir la preparatoria. Jamás imaginó tener muchos amigos, mucho menos volv...
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Había transcurrido mes y medio luego de aquella primera conversación que habían tenido por mensajes.
Como era de esperarse, tanto Ash como Clemont se volvieron muy amigos del pelirrojx, del castaño y de la rubia. Ahora solían comer juntos todos los recesos en la mesa donde habían charlado por primera vez, y de vez en cuando se reunían en casa de ____ para estudiar o simplemente hacer nada.
— No, estás mal... por enésima vez —suspiró Lem cansado.
— Joder... —se levantó bruscamente—. ¡Es que de verdad no entiendo!
— ¿A dónde vas? —cuestionó al ver que el pelirrojx se dirigía a la cocina—. ¡Necesitas estudiar!
— ¡Ya estoy hartx! Odio matemáticas, odio historia y odio química —regresó con un vaso de agua—. ¿No podemos hacer otra cosa?
____ no comprendía por qué sentía la necesidad de pasar el tiempo con el rubio, le gustaba que hablar con él fuera entretenido, se complementaban sorprendentemente bien, y tenían tantos temas en común que a veces les resultaba imposible callarse cuando se encontraban juntos.
Para su mala suerte, la única excusa que se le ocurría para poder pasar tiempo con él a solas por el momento, era la escuela y los malditos exámenes.
— De verdad me gustaría, pero debemos estudiar...
— Agh, a veces me molesta lo responsable que eres —se cruzó de brazos, emberrinchadx—. ¡Por favor, Lem!
— ____...
— Porfa, porfa, porfa.
— Está bien —dijo dejando de lado los pesados libros—. ¿Qué quieres hacer?
— ¿Quieres ir a caminar?
— ¿Por qué ir a caminar te resultaría más divertido que estudiar?
— ¡Cualquier cosa es más divertida que estudiar! Joder, sí que eres un nerd –Lem negó divertido.
— Lo que quería decir es... ¿para qué ir a caminar si hay otras actividades que serían más divertidas? Ahí está tu consola de videojuegos.
— Tienes un punto, pero de verdad quiero despejarme e ir a caminar siempre es una buena opción.
— Bueno, si tú lo dices... Pero conste que si terminas reprobando los exámenes no es mi culpa.
— Si, si. Cómo digas, nerd. Apresúrate que me gustaría ir a Kohi también.
Clemont se puso de pie y tomó la chamarra azul que colgaba del perchero, junto con una sudadera negra que pertenecía a ____.
El frío de septiembre comenzaba a hacerse presente, y aunque no era tan intenso como el que se aproximaría con la llegada del invierno, ya era necesario llevar abrigo para no pasar un mal rato en exteriores.
