Everything that I need [ z.m.] #wattys2017

10 Bailar contigo

Viernes por la mañana. Yo no sabía cómo invitar a Zayn, creerá que soy una acelerada.

— ¡Solo envía el mensaje Harmony!—grita Samara.

Yo paso una mano por mi cabello hasta llegar a la nuca y me rasco insegura.

— No lo sé ¿y si me deja en visto?—digo.

— No seas tonta, más se perdió en el diluvio, no creo que él diga que no.

Aprieto el botón de enviar. Ya no hay vuelta atrás. Primero un tick, el mensaje ha sido enviado. Luego aparece el otro, el mensaje ha sido recibido. Rápidamente me salgo del chat y bloqueo el teléfono. ¿Qué tal que me vea en línea? Primero mi dignidad. El teléfono vibra y Samara me mira con una gran sonrisa. Yo espero unos segundos. Desbloqueo y veo que es un mensaje de Zayn. Entro a WhatsApp, y la respuesta me sorprende.

¿A qué hora paso por ti princesita?

Samara me mira a la expectativa. Yo asiento con mi cabeza y ella grita emocionada como una adolescente.

— ¿y que te dijo?

— Me dijo que le diera una hora para recogerme.

— Uao, esto es mejor de lo que pensé ¿Qué te vas a poner?

— Ay no lo sé, solo quiero relajarme.

— Bueno nos vemos a las nueve ahí en el Guanabara, no olvides llevar una braga sexi, para cuando el este ebrio y te la pida.

Ella camina hacia la puerta. La abre y se marcha, mientras yo me tiro en la cama. Me debato entre que ponerme. Aunque faltan varias horas tengo que tomar esa decisión. Me levanto de la cama y camino hasta el closet. Abro la puerta y camino hasta el fondo observando las diferentes prendas de vestir. Algo con una etiqueta llama mi atención. Tomo el gancho de donde cuelga la etiqueta y me doy cuenta de que es una falda dorada. No es una mala idea. Para combinar una blusa negra, tacones y una pequeña cartera. Lista. ¡ME OLVIDE DE ZAYN! Salgo de closet y Tomo el teléfono y le escribo que puede pasar a las nueve. La puerta de mi cuarto se abre de golpe, y ahí viene el pequeño niño corriendo.

— ¡Tía! ¿podemos ir al parque?—pregunta con emoción.

Él y sus grandes ojos hacen que no le pueda negar nada, es muy tierno.

— Tenemos que espera a tu mamá—contesto.

— Pero el vuelo de mamá está retrasado, aún están en Milán así que tenemos tiempo.

Alza las cejas, sabe que no tengo opción.

— Tus ganas pequeñín, iremos al parque.

Agarro mi celular y salgo junto con Carter. Hacemos El recorrido hasta llegar al rellano y abro la puerta. El parque no es muy lejos, solo una cuadra. EL me toma de la mano y caminos hasta la reja, el portero abre y salimos. Él va tarareando una canción luce feliz. Como me gustaría volver esa etapa en lo único que me preocupaba era de no pisar las rayas del andén. Llegamos al parque y el corre hacia el columpio vacío. Pasamos al menos una hora en la que Carter termina todo sudado y con su ropa sucia. Según lo que me contaba Adrián, no quería que su hijo se sumiera en el mundo de la tecnología, prefería que Carter tuviera una infancia tradicional incluso todas las caricaturas que ve Carter son de los años noventa y su juego favorito es la llevas. En los días que he estado con él me ha hecho jugarlo un par de veces, es como volver a la infancia.

La hora del almuerzo llega. Y la cocinera decide hacer pescado cocido con algunas verduras al vapor. Carter hace caras al ver todo eso, pero al probarlo cambia de opinión. Después del almuerzo comemos algo de queso chédar y pues bueno él se queda dormido. Las horas pasan y la casa tiene bastante energía debido a la llegada de Toni. Nos cuenta por todo lo que paso en el aeropuerto, trae regalos y miles de cosas más. Vanesa esta hermosa, sus enormes mejillas provocan pellizcarlas, luce como un angelito, a diferencia de Carter ella es rubia. Por otra parte mamá está emocionada con dos de sus nietos, realmente ella siempre me preguntaba que cuando le iba a dar nietos y la verdad es que yo veo eso bien lejos.