-¿Estás segura de eso, pequeña?- preguntó tiernamente Gisela.

-Sí, mamá- murmuró pensativa-Te lo juro.

-Bueno pequeña, seguro no ha sido nada- besó su frente- Ahora la casa es distinta y seguro el aroma que no has identificado es por eso.

Crystal asintió dándose por vencida. Realmente tenía otra cosa más importante en la que pensar.

-¡Mañana es tu primer día de cole!- exclamó Gisela feliz.

Y ese era, sin duda, el asunto importante.

-Genial mamá- se quejó amargamente- Gracias por recordármelo.

Crystal se encontraba muy nerviosa. En su anterior colegio sus compañeros y amigos la aceptaban tal y como era, pero ahora todo podía ser diferente, y eso sin duda, le preocupaba.

-No te preocupes por eso hermanita- comentó Dave apareciendo e interrumpiendo la conversación- Seguro te aceptan. Y si no es así...-

-¿Si no es así qué, Dave?- espetó de forma burlona- ¿Vas a transformarte en lobo y perseguirlos hasta el fin del mundo?

-¡Oye!- exclamó éste fingiendo estar dolido- ¡Sabes que quiero ser así, no me lo eches en cara!

-¿O qué? ¿Me morderás?- chasqueó su lengua.

-¡Pero serás...! ¡Te vas a enterar!- chilló Dave.

-Nada de peleas- dijo Gisela con tono de reproche- Más vale que lo tengáis todo listo, en cinco minutos llegará vuestro padre e iremos a solucionar el papeleo del colegio. Sheran nos espera y no queremos causar mala impresión, ¿verdad?

-Sí, mamá- respondieron ambos de forma burlona, ganándose una pequeña colleja.

-Idiotas- comentó ésta divertida.

Colegio... Allá vamos

Pensó Crystal.






-Entonces... ¡¿También serás protectora como yo?! ¡Y como mi mamá también!- exclamó la pequeña Ada emocionada.

-¿Protectora?- preguntó Crystal un poco desconcertada- ¿Qué es eso?

-¡¿No sabes qué es?!- chilló indignada- ¡Isaac, ya no me gusta la prima que me ha tocado!-

Isaac y Crystal comenzaron a reír.

-¡Eh, eh! Lo siento- comentó Crystal con esfuerzo, pues no podía parar de reír- ¿Me lo explicas?- preguntó amablemente.

-Pues ser protectora significa proteger a la gente de la manada- comentó orgullosa- Mi mamá lo hace cuando estamos en peligro, ¡y yo seré como ella!

-Oh, ahora comprendo- Dijo tiernamente- Aunque me temo que yo no seré como vosotras, Ada.

¿Cómo defendería a alguien si no puedo defenderme a mi misma? ¡Sería de locos!
Pensó Crystal un poco triste.

-¿Por qué no? Si quieres puedes serlo- insistió Ada.

-No puedo ver pequeña- le recordó Crystal amablemente- Pero seguro tú serás la mejor.

-Creo que puedes intentarlo- murmuró Ada un poco triste- Mi papá dice que no puedes rendirte sin haberlo intentado.

-Ratoncita- interrumpió Isaac- Tu mamá te llama- ella rápidamente salió de la habitación.

Crystal comenzaba a imitarla cuando Isaac la interrumpió.

-Siento mucho si te has puesto incómoda- se disculpó éste- Es pequeña todavía y no era su intención.

-No te preocupes- comentó Crystal sonriendo- Lo entiendo y no me he sentido incómoda. Es una niña muy buena, es genial y de vez en cuando no viene nada mal que te den caña- bromeó- Además tengo muy aceptada mi "condición".

Isaac asintió levemente.

-Aunque Ada tiene un poco de razón- comentó Isaac animándola- Nada ni nadie te lo va a impedir si te lo propones, y si no me crees solo tienes que recordar a Arlette. Es la mujer más testaruda que he conocido y que conoceré... Te aconsejo que hables con ella- Crystal asintió- Solo si te atrae la idea de ser protectora claro.

Definitivamente tengo algo más para reflexionar.
Pensó Crystal.






Rick había notado que Crystal había estado todo el día pensativa. La conocía demasiado bien como para intuir que tenía que ver con su primer día de colegio.

-¿Qué pasa, amor?- preguntó Gisela tiernamente- Hay algo que te preocupa- murmuró tumbándose a su lado.

Rick suspiró y miró a su mujer.

-Ven aquí- murmuró extendido sus brazos.

Gisela gustosamente se acurrucó entre sus brazos.

-¿No has notado a Crystal un poco extraña hoy? ¿Algo pensativa?-

-Sí- respondió con tranquilidad- Mañana será su primer día de escuela y, además, esta mañana ha detectado un olor. Ya sabes lo curiosa que es- ambos rieron.

Rick asintió aliviado.

-Entonces, ¿nada de que preocuparme?- preguntó feliz.

-Absolutamente nada- comentó tiernamente.

-Oh, entonces genial- murmuró acomodándose mejor- ¿No crees que me merezco un premio por ser un padre tan responsable y protector?- bromeó.

-Claro, mañana te traerán el desayuno a la cama- comentó Gisela riéndose.

-Genial, ¿y por ser un buen marido?- preguntó con tono insinuador- ¿No merezco nada?

Comenzó a repartir besos por el cuello de su esposa.

-¿Tan pronto te das por aludido?- murmuró Gisela intentado contener los suspiros.

Rick gruñó un poco frustrado.

-¡Vale, vale!- comentó riendo- obtendrás tu recompensa- Rick solo pudo gruñir de nuevo.






Crystal no podía dormir.

¿Debía hablar con Arlette? ¿De verdad estaba planteándose ser protectora? ¿Y que pasaba con el aroma? ¿Había sido producto de su imaginación?

Más tarde comprendió que no había sido producto de su imaginación.
Cuando despertó, encontró una carta encima de su escritorio.
Estaba escrita en baile.

Y lo más interesante.

Tenía impregnado el olor que tanto la había enloquecido.

Alguien la conocía demasiado bien.


Crystal #2 ©Where stories live. Discover now