Crystal #2 ©

PRÓLOGO.

Mientras tú estás ahí sentado leyendo esto, puede que en alguna parte del mundo una nueva vida esté llegando al mundo, o por el contrario, una vida se esté marchando.

A veces ocurre que te levantas con ese presentimiento de que algo bueno va a pasarte, o por el contrario, te grita para que te quedes en la cama y dejar que el día pase.

Puedes creer que tú controlas tu propio destino, o puedes creer que el destino te controla a ti. En cualquier caso ambas son verdad; no todos los días puedes controlar lo que te pasa, ni todos los días puedes dejar que el destino te controle.

Sería algo así como un punto intermedio, un poco de acción pero sin llegar a límites insospechados.

Cuando uno acaba jugando con fuego, acaba quemándose. Puede que a la primera hayas salido victorioso, y también a la segunda, e incluso podríamos añadir una tercera.

Sin embargo, un día te levantas y sin siquiera darte cuenta te acabas de quemar.

Eso le pasó a Gisela una chica de veinticinco años que, un poco antes de terminar sus estudios universitarios, se había quedado embarazada.
No pudo controlar el destino, sino que éste asumió el control.

Su familia no la dejó de lado, y tampoco su novio lo hizo.

No hasta que una cruel realidad los llevó a separarse.