Capítulo 52: pasado, presente y futuro.

Start from the beginning
                                    

— El desayuno está listo, Martha ha llegado con pastel de navidad y café.

— ¡No puede ser, es papá! —me pongo de pie rápidamente provocando que Matt caiga al suelo— ¡levántate y sal por la ventana!

Sus torpes hoyuelos se forman a cada lado de sus mejillas y eso me provoca ligeras ganas de asesinarlo.

— Creo que prefiero la idea de quedarme a tomar desayuno— se cruza de piernas y se recuesta en el suelo divertido.

— ¡Eres insufrible! Se supone que estoy castigada y estar castiga para mi padre es nadadevecinoconaspectoamaleante.

— ¿Tenemos un nuevo vecino? ¿estás saliendo con otro vecino Alex? —me observa ofendido. Mientras, comienzo a dejar de cuestionarme la idea de asfixiarlo con mi almohada.

— ¡Eres tú, genio! si no te largas ahora, mi padre te verá y ya no podremos vernos, ni siquiera a escondidas.

Unos golpecitos en mi puerta interrumpen nuestro acalorado diálogo.

— ¿Alex, estás despierta? ¿puedo pasar?

Fulmino a Matt con la mirada y el me responde el gesto guiñando un ojo.

— Está bien, este soldado abandona su batalla.

Se pone de pie y camina hasta mi ventana pero antes de salir me susurra dos.

Lo observo confundida pero un segundo golpe en la puerta me desconcentra de mi acción.

— Las chicas suspendidas y castigadas no deberían dormir hasta tar... Vaya, estás despierta.

— Hola papá, ¿todo bien?

— Sí, todo bien. Quería felicitarte, el auto y toda la casa quedaron relucientes, veo que estos días en casa te han enseñado a comportarte como una niña normal—ruedo los ojos— la niña ésta, Crawsford. Ha venido por la mañana y ha dejado flores para ti, creo que su madre la obligó a ofrecer una tregua entre ambas.

— Dáselas a Jeff el que coge la basura por la tarde, ¿Sí?

— Alex...

— Conozco a Lindsey y ten por seguro que esas flores no son el principio de una tregua, quizás las roció con pesticidas u algún químico tóxico que provoque mi muerte.

— O quizás solo hizo lo que su madre le ha pedido, no comiences con discusiones absurdas o ésta vez el castigo será aún mayor. Ahora, baja a desayunar te espero en la cocina.

— De acuerdo.

Cuando estoy sola en la habitación medito sobre el extraño obsequio de paz— ¿será posible que olvidara todas nuestras diferencias y me deje en paz? — ignoro la voz negativa en mi cerebro que me incita a desconfiar prefiriendo oír a la buena. Luego de asearme escojo una bata para bajar a desayunar. Cuando llego a la planta baja escucho la voz de Ángel y otra aún más familiar.

— Te patearé el trasero, soy experto cazando pokemones—decía Ángel.

— Alucinas jodido niño, soy nivel veinte y cinco.

— ¡Alex! —Ángel corre hacia mí y me da un abrazo— ¡Matt me ha desafiado a una batalla y apostamos el dinero de mi colación!

Ruedo los ojos y lo observo. Va de negro como la noche anterior, exactamente idéntico a como salió por mi ventana hace cinco minutos atrás. Se lleva un trozo de pastel navideño a la boca y emite un gemido de placer.

— Buenos días princesita, dos días sin verte son todo un infierno—musita divertido.

Me acerco rápidamente a él— ¿qué haces aquí? ¿Hace cuanto has llegado? Tú... ¡debes devolverle el dinero a Ángel!

Mi vecino es un idiota [COMPLETA] [1.0 #ECDAL]Where stories live. Discover now