彡 Ronald Weasley

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  Era cerca de las veintidós horas, cuando Ronald se encontraba recostado sobre el sofá de su casa leyendo el Diario el Profeta, mientras tomaba un café para evitar que el sueño lo venciera, cuando su hijo menor se acercó a él.

   Papá, papá, ¡necesito tu ayuda! habló Hugo con la respiración agitada por correr de forma tan rápida y desesperada hasta su padre.

   Calma, Hugo. Se levantó del sofá y se sentó de cuclillas frente al niño. ¿Qué es lo que pasa?, ¿otra vez tu prima Lily te molesto?

   El niño infló las mejillas, que habían agarrado un ligero color escarlata, y negó furioso. ¡Hace ya una semana que había enfrentado a Lily para que lo dejara tranquilo! No era un cobarde.

   ¡No! exclamó y Ron se sobresaltó. Tengo problemas con un hechizo, padre respondió tímidamente.

   Pues bien, dime el hechizo habló cariñosamente en un intento de ayudar a su hijo.

   P-pero recuerda que no puedo hacer magia fuera de Hogwarts.

   Ron asintió y rascó su barbilla pensante. Era cierto que Hugo no podía utilizar su varita, pero podía prestarle algo como una cuchara para que practicara en ese momento, aunque no hiciera magia.
El pelirrojo agarró el cacillo que usó para revolver el café y se lo pasó a su hijo.

   Hugo lo miró como si fuese el ser más extraño sobre la tierra, pero luego comprendió. El niño inhaló y exhaló dos veces antes de pronunciar con dificultad: Wingardium LeviosÁ. Comenzó a agitar la cuchara con fuerza.

   Ron soltó una gran carcajada llena de emoción, que hizo que su hijo agachara la cabeza y se avergonzara por pensar que hasta su propio padre se reía de él.
Tal vez Hugo no sabía el motivo de la risa de su padre, pero la forma en que había articulado el hechizo, le trajo a Ron un recuerdo muy especial. Uno de los mejores que tenía junto a su mujer.

   No, espera, espera, espera. Le sacarás un ojo a alguien; además no se dice así, es LeviÓ sa, no LeviosÁ recitó con una sonrisa las palabras dichas por Hermione años atrás.

   Wingardium LeviÓsa pronunció en voz baja y con orgullo. Oh, ahora tiene más sentido. Muchas gracias, papá. Hugo abrazó a Ron y salió corriendo emocionado a su habitación, para demostrarle a Rose que había aprendido un nuevo hechizo.

   Ron sonrió conmovido, ¿quién diría que alguna vez le tocaría decirle a su hijo las palabras que a él le habían molestado de pequeño? Gracias a ese hechizo había logrado vencer un troll y su amistad con Hermione había comenzado a crecer.

   Y desde el inicio de las escaleras, una admirable castaña había escuchado la conversación entre su hijo y Ron. Hermione se carcajeó de forma tonta recordando los buenos momentos en que había vivido en Hogwarts.

Harry Potter » One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora