Capítulo 2:III

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André observó horrorizado como Amelia había respondido a su ataque. Una idea terrible estaba formándose en su mente.

Esa reacción era como... como...

Entonces cuando su padre lo miró, André lo confirmó.

Amelia, su Amelia, había sido violada.

Derramó varias lágrimas por el dolor tan terrible que lo invadió.

Retrocedió hasta dar con el escritorio de cedro y llevó su mano derecha a la boca.

¿Qué le había hecho?

¿Qué le habían hecho?

Una revelación llegó a su mente.

Se sintió una mierda.

Él la acusó de serle infiel cuando en realidad habían abusado de ella. Creyó que los mensajes que ella le mostró, eran más pruebas de su infidelidad, pero en realidad eran un anuncio de lo que estaría por venir.

De seguro que el hombre que la acosaba, se encargó de drogarla y así, al verla vulnerable, logró satisfacer ese deseo enfermo que lo aquejaba.

Y él no la supo proteger.

Nunca le dio el beneficio de la duda. La trató siempre con la punta del pie y ella siguió allí, a su lado.

A veces le decía que tenía reuniones sólo para evitarla y se encerraba en su apartamento para no verla.

Se dijo que había tenido éxito en su venganza, que había vengado a su madre, pero entonces ¿por qué no se sentía feliz?

Porque había destrozado al amor de su vida. A si mismo.

Tras eso le quitó a Andrea.

Ella sufría por su causa y él no hizo nada por aliviar su dolor.

Iba a acercarse cuando el padre de Amelia se lo prohibió, tomó a su hija en brazos y la sacó de el despacho.

No lo vio venir, pero si lo sintió. Su abuela le cruzó la cara de un solo bofetón.

-Yo no te crié así- dijo mirándolo a los ojos-. Yo no crié a un abusador- decía con lágrimas en los ojos-. Me avergüenzo de ti y todo lo que has hecho- bajó la mirada y él se sintió mucho peor-. Espero que estés contento, pedazo de idiota- él recordaba que ella lo trató de esa misma manera en el pasado cuando pasó lo de la boda y mucho antes, cuando se enteró de lo de Barbosa-. Voy a acompañarlos al hospital...

-Voy contigo- ella lo obligó a mirarla.

-No, tú te vas a quedar aquí, con tu hija y cuando yo vuelva, hablaremos- no, él no se podía quedar ahí. Sin saber nada de ella.

-Andrea se puede quedar con Kate- decía.

-¡Tu no vas a dejar a mi nieta con esa perra!- gritó encolerizada.

-No te expreses así de ella- pidió él.

-No voy a perder más el tiempo, pero te aseguro que si dejas a esa mujer con mi nieta, te vas a arrepentir André- declaró.

Se marchó y lo dejó sólo con sus pensamientos.

André corrió hasta la entrada de la casa y observó como Amelia era introducida en una de las ambulancias que él había contratado para la fiesta de su hija.

Escuchó el llanto de Andrea y fue rápidamente a la habitación. La encontró parada en la cuna, pidiendo atención.

Lloraba a su madre.

Serie Inocente #3: Inocencia Oculta. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora