Capitulo 6: no más fiestas.

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*enorme bostezo*

—Hija, ¿no pudiste limpiar la casa por lo menos?

—Mamá ya te dije, la hubiera limpiado si no me hubiera bebido casi todo lo que había en la fiesta.

—No te permito que vuelvas a hacer este tipo de fiestas, por dios, estas loca, ni te acuerdas de lo que pasó ayer.

—Lo último que me acuerdo fue cuando bailé con un hombre, creo que iba por mí tercera cerveza o algo así.

—¡No me importa de lo último que te acuerdes! ¿te quedó claro que es la última vez que haces una fiesta en la casa?—dice molesta con las manos sobre su cintura.

—Si mamá ya— con eso sigo limpiando.

—Bueno, hasta la noche hija, me tengo que ir a seguir trabajando, ¡limpia todo eh! y no estés inventando otras fiestas.

—Tranquila ma, con este dolor de cabeza no habrá fiesta. Nos vemos en la noche— nos despedimos con un beso y la veo irse por la puerta dejándome triste como cada vez que se va a trabajar.

De verdad mi mamá me hace falta más tiempo en casa.

Sigo limpiando y me detengo a revisar un mensaje de Lisa.

13:47 ~Lisa: hola bebé, quiero que me cuentes ya qué pasó con tu jefe y tu después de que nos fuimos?

Stop mundo, ¿con mi jefe?

13:48 ~yo: Hola!!, con mi jefe?

Envío nerviosa.

13:50 ~Lisa: si!!! Con tu jefe, después de que nos fuimos quedaste sola con tu jefe en tu casa, no me digas que no te acuerdas?

Recibo en seguida.

Mierda, ayer la cague, de eso estoy segura.

Ignorando el mensaje de Lisa veo en mis chats recientes a ver si le escribí.

No, no le escribí.

Veo en las llamadas recientes y.... Mierda. Lo llamé.

¿A qué hora? A las 12:36 de la noche, es que soy imbécil.

¿Qué le habré dicho? Lo tengo que llamar, pedirle disculpas, que no me despida. Que vergüenza de verdad...

¿Qué habrá pasado ayer? Si nos quedamos solos.

¿Y si... Y si... Y si tuvimos sexo?

Ay no, no puede ser. Lo llamaré.

Marco su teléfono y repica 1, 2, 3 veces y...

—¿Aló? dime— suena algo nervioso.

—Emmmm si hola, disculpe Sr. Rick por lo que sea que haya pasado ayer, por la estupidez que sé que hice y no me acuerdo, lo siento de verdad, solo discúlpeme.

Escucho un suspiro al otro lado y procede a hablar —está bien, no hay problema, este... No hiciste nada... Grave, solo hiciste que acabara con la fiesta y te salvara de que quedaras inconsciente con tanto alcohol, si solo eso... Nada más.

—Vale, está bien, gracias, pero... ¿Por qué tan nervioso?— como siempre yo con mi bocota.

—¿Yo?... No estoy nervioso, deja de inventar mirada perfecta, bueno nos vemos el lunes y gracias por no recordar.

—¿Por qué no recor...— y con eso escucho cómo cuelga la llamada.

¿Qué no debo recordar? ¿Qué habré hecho?

Seguí limpiando. El tiempo pasó rápido y ya casi es hora de la cena. Todo el tiempo que estuve limpiando la conversación con Rick me estuvo comiendo el cerebro. Quiero recordar qué pasó, pero no hay manera.

Justo al terminar de limpiar, mi mamá entra por la casa con una cara de cansancio que no se la quita nadie.

—Hola ma.

—Vaya que quedó reluciente la casa— se acerca a mi y me da un tierno beso en la mejilla. Sonrío por lo de la casa— se me quedó algo en el carro, ¿puedes ir a buscarlo pequeña?

—Claro ma, en seguida vuelvo.

Con mi espalda y piernas destruidas me levando de la silla de la cocina y me lanzó hacia el carro para sacar lo que faltaba.

¡Son pizzas!

Mamá como te amo.

Me acerco a la casa con las cajas de pizza en mano y una sonrisa reluciente.

—Ma, ¿de verdad? ¿esto es real?— pregunto con la pizza en la mano viendo a mi mamá aún con la sonrisa.

—Si, ahora entra y vamos a comer— dice con una sonrisa cansada.

Corro hacia la mesa y abro la caja, haciendo que me llegue el olor más rico de la existencia.

Amo la pizza, la amo mucho, con toda mi alma. Empiezo a comer y comer y comer, sim ganas de parar. Me comí unos 8 pedazos, sin exagerar.

Mi mamá se comió 3 de la de ella. No hay problema, ya me encargaré yo mañana de comer  el resto.

Mi mamá cansada me dice —bueno pequeña, voy a ir a dormir, por favor guarda los pedazos en un bowl de plástico y lo metes en la nevera, yo estoy muy cansada, hasta mañana— se va dejándome un tierno beso en la frente.

Pobre de mi mamá, en serio, tanto esfuerzo, tanta cosa. Todo por mi.

Ahora, el gran misterio es... ¿Qué habré hecho en la fiesta? no sé, solo lo sabe mi jefe. Me siento frustrada. Creo que voy a soñar con eso toda la noche de tanto pensar sobre esto todo el día.

***

—Bueno ma, pero ella está diciendo que nos lo brinda.

Estamos teniendo una discusión de quién paga los helados.

Es una costumbre bastante linda salir entre Lisa, mi mamá y yo. Salimos las tres como amigas y siempre comemos un helado.

Y como mi mamá estaba en casa, decidimos salir en este día tan soleado. Luego de comernos el helado vamos a una playa.

Estamos listas con traje de baños y todo.

Nos comimos un helado y al final Lisa los terminó pagando.

Justo cuando nos montamos en mi carro y nos ponemos camino a la playa ha empezado a... Llover. ¡Bravo! si señores. Que la suerte nos acompañe siempre como este día (nótese el sarcasmo).

Oficialmente, este día de playa quedó arruinado.

Así que bueno, terminamos dejando a Lisa en su casa y nos fuimos mi mamá y yo a la nuestra a ver películas románticas como acostumbrábamos hacer en tardes de lluvia desde que era pequeña.

Y también a prepararme mentalmente para ver a mi jefe sin dejar de pensar qué pasó en la fiesta.

Mayor que yo [✔️]Where stories live. Discover now