Mayor que yo [✔️]

Capitulo 4: ¿madura?

Esta semana se me pasó lo más lenta posible, pero lenta de verdad, lenta con ganas.

Viendo a mi jefe y averiguando nada más que su prometida se llama Claire.

Esa... estuvo molestándome toda la semana diciéndome que estuviera pendiente de que no se acerque a ninguna mujer y esas estupideces. El problema es que a la mujer que no debería acercarse es a mi.

Pero bueno, ya llegó el viernes y el día de trabajo se está acabando, la casa está lista para la fiesta, solo falta la comida.

Al ver que se hizo la hora de salida, me levanto rápidamente y recojo todas mis cosas.

Camino hacia el ascensor para bajar pero una mano fuerte toma mi brazo.

—¿A dónde vas tan rápido mirada perfecta?— dice Rick.

¿Mirada perfecta? hasta se me aceleró el corazón.

—¿Mirada perfecta?— pregunto curiosa y directa, como siempre.

—Si, tu mirada es perfecta, si toda tu fuera como tú mirada fueras perfecta— admito que eso dolió, me acaba de llamar fea indirectamente.

—Como diga, sexy y arrogante jefecito, ahora suélteme, estoy apurada.

Ríe tras mi comentario soltándome y pregunta —¿por qué tan apurada?

—Disculpe pero no le importa— digo arrogante y volteando para entrar al ascensor.

Pero como al frente de este hombre todo sale mal, el ascensor no ha llegado y pego mi frente en él haciendo que me caiga hacia atrás.

¡Bravo Mel! Otra vez cagándola.

Luego de recibir ese golpe en mi trasero siento sus manos en mi cintura mientras me susurra en mi oído—¿estás bien?

Joder, me puso los pelos de punta.

Lo empujo y lo alejo de mí, mientras me levanto.

—Si, déjeme, ocúpese de su novia, no tiene el derecho de tocarme así.

Él me mira burlón y se ríe de mí.

Se acerca a mi, muy cerca de mi rostro, agachando un poco su cuerpo  y me susurra —pequeña niñita, no estoy ni un poco interesado en tocarte, solo te iba a ayudar, así que... Madura.

Mi corazón se acaba de partir en en pedazos, casi puedo escuchar como cruje.

¿Madura? en serio.

Bueno tal vez tiene razón, tal vez lo mal interpreté y pensé que me estaba seduciendo y eso me puso nerviosa, pero tampoco era para que me dijera tal cosa.

Lo miro desafiante y sonrío como si no me hubiera lastimado —está bien, sonrisa bonita— digo juguetona para molestarlo.

Me volteo esta vez llamando el ascensor, intentando no pasar más vergüenza y humillación.

Escucho su risa perfecta arrogante.

Entro en el ascensor y bajo.

Al llegar a mi casa no pude evitar emocionarme para la fiesta.

Empiezo a sacar la comida para la fiesta y un poco de alcohol.

Veo la hora: 7:42 pm.

La fiesta comienza a las 8, así que estoy bien.

Mi timbre suena y yo abro la puerta encontrándome a Lisa afuera bien vestida y con cara de emoción.

—¡Hola perra favorita!— grito entusiasmada, si, por perra y zorra nos tratamos nosotras.

—¡Holaaaa, mi zorrita favorita!— nos abrazamos amistosas y hago que pase con su novio tras ella.

Frank es el novio de Lisa, era el chico más popular en la secundaria.

Lo saludo y él saca de un bolso que traía unas 3 botellas más de alcohol.

—¡Bien! más para la borrachera.

Lisa y Frank ríen conmigo.

Estos dos son mis mejores amigos, hemos pasado por tanto juntos.

—Amiga— dice Lisa mientras todos nos sentamos en el sofá a esperar la visita —¿qué más ha pasado con tu jefecito? como le dices tú.

—Ese jodido jefecito sensual me dijo que madurara, ¿¡puedes crees eso!?

—¿Qué hiciste para que lo dijera?— pregunta Frank conociéndome perfectamente y apoyándose sobre sus rodillas con sus codos.

Les cuento todo lo que pasó antes de que saliera del trabajo.

Lo que más se escuchaba de mi conversación eran las risas de burla de Lisa.

—¡No me da risa!— digo ya frustrada.

—Pero es que eres tan tonta, él solo te iba a ayudar— y allí vuelve a estallar en carcajadas.

Mientras Frank solo nos ve como si fuéramos dos locas, una por reírse tan horrible y yo por ser una imbécil.

Al escuchar el timbre, Lisa para su risa y me hace una seña para que vaya a abrir.

Bien... Hora de la diversión.