Preso y Guardia: La Fuga

198 9 1
                                    



Ambos sonreímos a la par. Justo a punto de ir a suavizarle los ricos melones que poseía sentí un fuerte ardor en el brazo...un exclusivo toque veloz y mortal que agonizaba fugazmente mi cuerpo...más un chapuzón extremo.

Ardía demasiado. Por solo estar tan constipado del brazo matándome a mas no poder...concebía como las burbujas se encomendaban en los orificios de mi nariz...de como todo ese aire palidecía, volaba de mi organismo...daba mi último auge...ese chorro de sangre como la seda suave y tersa siguiendo un leve paso en todo esa agua clorotizada mientras mi visión se nublaba más de lo que pude desear...

-vo...lla...r....l....po...ia....ha...un....lad...-

No podía escuchar el resto de las voces de afuera...creo que esa bala así haya sido concretada en mi hombro sentía que mi mundo se contenía y no dejaba fluir...era...era muy...raro que después de decaer...valoraba un impulso tan despejado y tan...cálido...que creo que todo se aclaraba como cuando abres los ojos luego de pasar la peor borrachera del mundo...

Poder sentir...como todo en mí nuevamente se complementaba a mis anchas. Ese placer se perdía más y más y al recobrar el sentido y revelar todo a mi alrededor nuevamente, sabia a lo que llegaba. Me sacan de esa piscina...me arrastran, me encubren, húmedo como la ropa colgada de lavadora. Noté de nuevo esos pechos y esos ojos que por primera vez sentía que me llamaba no un ángel, ni un demonio...sino el goce en carne viva.

Eliana me había salvado...pero ya no dolía, solo cuando movía mi extremidad...era...

-g-gracias...

-hay un tipo con una pistola...de seguro es el dueño de estos lados...-empapadita se veía mas rica

-no me digas Sherlock, lo que hay que hacer es salir de aquí! Ya! En bombas!

-pero que rápido vuelas! Te dispararon! - ni me di cuenta cuando me paré

-soy casi inmortal Eliana...me iré ya

-¡vámonos juntos! - oh querida...adorable querida, te debo mucho pero yo siendo eterno está herida me subsanaba para mal, no sería su dichosa oportunidad, sabía lo que quería pero - tomaremos esta de aquí y luego-

-por tu bienestar...nos iremos por separado - sobaba su suave y húmeda mano

Ella quería seguir con su típico 'pero'... mi 'pero' seria que yo no la dejaría. En lo absoluto.

-es lo mejor para los dos...se cuidarme solo...esta belleza encuerada inquebrantable no me ha defraudado nunca

-te refieres a tu...-enfoque el lugar que no era- si quieres yo... - comenzaba a agacharse

-NO! No, no, no, no, no y treinta mil veces no! No te dejo...anda ve! Escóndete huye para que la policía no te meta donde no debes

-me buscaran a mí, no a ti. Yo andaba con esa tonta a esa hora - y así discriminas a la muerta? Joder...

-si pero yo soy el que esta con las manos en la 'moza' así que sin más preámbulos 'Au revoir
ma douce femme'

-qué? - joder! ¿y aun pregunta? Y es por eso que uno no se puede volver romántico con ellas...

Ya me estaba impacientando

-agh! solo vete...corre!

Hice lo mío, sabía que todas esas emociones, ese dolor y todo mi cuerpecito rico mojado no dejarían cábalas sueltas...odio cuando me encargan muertes...y más si son así. Si esta chica abre la boca y juro que la abrirá, otra pena forzada hacia mí. Estoy más cochino que el culo de un recién nacido y para colmo de males una pendiente oscura cerca. Escuchaba las sirenas, mis dichosas enemigas, ojala fuera de esas de mar con senos grandes y pelo colorido. Solo era cuestión de enfocarme y provocar mi agraciada huida, cruzar la calle a oscuras pararme como burra vieja, dejar que las luces de un camión de carga se engancharan a mi cuerpo mojado a una corta distancia, gatear como monigote y decirle al conductor de ese paquidermo cuantos pares son tres moscas.

Preso y GuardiaWhere stories live. Discover now